Mantequilla

Me han salido unos granitos en la cara. Justo arriba del entrecejo. Son chiquititos, y están bien juntos. Se me hacen raros, xq no soy d tener granitos así, generalmente me sale uno o más pero en diferentes partes de la cara.

Penc q era porque justo me vino la regla (De forma casi inesperada, para variar), pero fue recién ahora en la noche que me di cuenta el por qué de su aparición. Tenía una tostada con una mantequilla buenza q mamá ha descubierto y a mí me ha generado un vicio tremendo, y sentía q mi cuerpo estaba a punto de mutar a una bola de grasa.

Mantequilla. Grasa. Triglicéridos. Adipocitos. Glándulas sebáceas. Ahora todo tiene sentido.

No es que esté comiendo más o menos o el efecto de mi poco movimiento en el transcurso del día... O más bien sí, pero sumados a q mi alimentación últimamente es muy grasosa. Pura mantequilla, en todo. Tés, con azúcar. Chocolates. Todo lo vomito, claro. Pero mientras q el agua disuelve lo sólido y lo hace más blando para que vuelva por el esófago, o mientras hace a las frutas un poco más suaves para ser llevadas por ella, no logra disolver a la grasa d la manteuqilla. Igualmente, si encima me tomo un té verde o laxante con azúcar, el azúcar se acumulará directamente en mi enorme trasero. Sumándole chocolate con maní y la rica mantequilla del pan y tostadas que me trago casi a diario, y q obviamente llega a mis intestinos y d ahí a mi hígado para ser transportada en buena parte por los Qm a mis células...

... Voilà, tenemos una sebosa Cristal.

No me aguanto.

Estoy gorda, mi piel está más gruesa por todas partes, no me aguanto!

Y aún a pesar d no aguantarme, había decidido tragar un par d tostadas más luego d mi segunda ronda d purgada del día (Eran las 10 pm maso, no estaba mal) xq se me antojó el saborcito y así, co la panza vacía, se saborea mejor, y entonces me di cuenta d q era esa tostada co harta mantequilla con pinta de inocente pero asesina en potencia la q me hacía que me aguantara menos. Y entonces, de ser una simple tostada para masticar y saborear y disfrutar, se convirtió en el gatillo que desencadenaría el terrible desastre q ocasioné en el baño más tarde. Eso, y la presencia de cierta sustancia extraña de color negro y consistencia purulenta en la mantequilla, cuya ingestión con las tostadas me asustó y me hizo definitivamente decidirme a vomitarlas.

Adiós tostadas, adiós sustancia negra (Quiero creer q era un tinte en la mantequilla por error de maquinarias), adiós mantequilla, y adiós lo que vino después.

Ya había vuelto la luz a la casa cuando empecé a meterme más cosas al estómago. Por pura desesperación, lamento decirlo. Hoy han habido dos apagones, tres contando el cortocircuito del baño (?), mamá dic q había una nave en el cielo y yo digo q el número es el mismo d los desastres del día y q dos d ellos me cortaron en el mismo capítulo de Skins. Ya había pasado fácil una hora desde q empecé a comerme las tostadas benditas y con mayor razón tenía q meterme algo más para poder vomitarlas. Pero arriba no podía xq despertaría a Poupée al entrar a la lavandería, y a mi hno al jalar la bomba; en el baño d visita podía despertar a mamá y Vale demora un rato en dormir.

Sólo me quedaba como opción la ducha.

Así q luego d conseguirme dos velitas y llevar conmigo el bidón d agua y mi shampoo y demás enseres, vino la primera arcada conteniendo no sólo las tostadas y panes con mantequilla y mancha negra, sino tb una manzanita, un durazno, posiblemente algo del té laxante, unas fibras de pollo (o pavo), la lasagna d mi hermana y jugo de naranja. Y de yapa, un olor nauseabundo.

... Y entonces se armó el desastre.

Encima de q olía terriblemente mal (No c si por descomposición o fermentación, o mezcla de lasagna con jugo de naranja y jugos gástricos, o producto de la mancha negra d la mantequilla), no había luz suficiente para ver bien, y como se entenderá la ducha no está diseñada para dejar pasar más que líquidos... Ya había vomitado en ella antes, pero esta vez fue terriblemente desagradable. La comida se estancaba en el piso, el hedor me mareaba y me provocó náuseas d verdad, y mis pies y sandalias se ensuciaron con esa asquerosidad (Uso slaps para bañarme). Realmente ha sido una odisea el aguantar la pestilencia (porque no hay otra palabra para denominar ese olor penetrante a lasagna), terminar de vomitar, hacer pasar el agua y la comida y limpiar la ducha de toda esa grasa, no sólo de la lasagna sino principalmente de esa mantequilla. Y además d eso, salir del baño tratando d no hacer bulla para coger el desinfectante perfumado y limpiarme los pies y las sandalias y el suelo de la ducha, para q si a alguien se le ocurre bañarse ahí antes d q la limpien mañana, no se resbale y se parta la nuca por mi culpa.

Mis pies siguen un poco resbalosos, huelen a detergente pero de lejos sigue ahí el olor a vómito de grasa en el ambiente. Me viene el sabor d la "mezcla" mantequillalasagnosa a la boca y me da asco (Y no pasa comiendo algo d limón), y sigo tomando té.

Si hay algo bueno q sacar d todo esto, es q mañana no tendré nada d ganas d comer. Además, le compraré a mi hermana una lasagna para reponer la q me tragué tan irresponsablemente, definitivamente no comeré más pan o tostadas con mantequilla, trataré en lo posible d evitar los chocolates, y reemplazaré el azúcar por el edulcorante artificial.

No me soporto. No sólo debía tener grasa dentro, sino tb grasa pegada por fuera.

ME DOY ASCO!