lunes, 29 de diciembre de 2008

Reporte Navideño



Después de varios días, hoy me inspiro un poquito como para escribir. Y eso que mi plan era llegar a mi casa y echarme a dormir, xq estoy cansada, con el cuerpo un poco adolorido (Sobretodo la espalda). Pero no c, me senté sólo a revisar, x costumbre, y de la nada me entraron esas ganas de escribir que hacía días necesitaba para actualizar. Ojalá me alcancen para al menos terminar d contar las cosas, xq últimamente la racha escribidora se me acaba antes de terminar un post.

Estos días de celebración no tienen un calificativo que los pueda definir. No puedo decir que la pasé bien, y tampoco que la pasé mal… Bueno, mal sí puedo decir que la pasé, porque comí. Y comí mucho. Y tanto que vomité tantas veces como necesité, y eso fue lo que me hizo sentir mal: no poder aguantar la cena navideña en mi estómago. Varias personas me han preguntado qué tal pasé las festividades de fin de año. Definitivamente no hice la gran cosa, así que respondo que “super tranki”. Pero en el fondo sé que fue de todo menos trankilo, porque no sentí ni siquiera ese ambiente de Navidad de todos los años. A dónde se fue?

Empecé en el almuerzo del miércoles. El pollipavo que mamá compró para almorzar el 25 y que se convertiría en la cena de Nochebuena ya estaba en el horno, la ensalada acababa de ser terminada de hacer, y el arroz y el puré de manzana ya estaban en sus respectivas fuentes . Llegué de ensayar con mi hermana, vi el pollo del almuerzo y lo que ya estaba listo, y me los serví en un plato –como nunca-, luego de comer un pedazo de keke y un pan con huevo que mi hermana trajo del trabajo. Primer round al baño.

Me quedé con hambre, y como una hora después del “almuerzo”, luego de haber seguido haciendo el regalo de mi hermano (Que era a mano), volví a picar de la ensalada. No pude dejar d meterme ensalada rusa y puré de manzana y arroz a la boca. Segundo round al baño, un poco incompleto porque justo tenía que salir. Pero lo peor salió.

Regresamos de la misa –Un poco desastroza xq no había buen audio y por falta d ensayo nos equivocamos-, me bañé, terminé de hacer el regalo de mi hermano… Y a la cena. La mesa del comedor (Que se usa 3 veces al mes, con suerte) la pasaron para la sala, para que haya espacio para poner las 5 sillas, y pusieron encima los “manjares” que íbamos a devorar. En casa de mi abuela, todo el trámite dura fácil una hora. Nosotros terminamos de comer en 15 minutos, del hambre que teníamos. Bueno, tenían, porque la verdad yo me sentía hinchadaza por los dos “atracones-borrónycuentanueva” y ganas de comer verdaderamente no tenía. Pero igual lo hice. Con tal concentración y ganas q mi mamá y mi hermano, que se sentaban a mis costados, me lanzaron un par de miradas satisfechas, las cuales estoy segura habrían sido de preocupación si hubieran sabido lo que iba a hacer después. No puse resistencia cuando mi hermano me dijo “Come pavo”, y debo haber repetido tres veces, sin contar lo que seguí picando de las fuentes. Y de verdad que en principio tenía pensado comer sólo un poco de todo, y no repetir, para no tener la tentación de purgarme…

… Pero mi propósito era muy débil. Es más, era sólo una idea que flotaba como segunda opción, y digamos que no tenía muchas posibilidades de realizarse. Ya sabía que tenía que arreglármelas para subir y eliminar de mi estómago esa comida, y eso fue lo que hice cuando mi hermana entró al cuarto a terminar de envolver y los demás se quedaron conversando en la mesa. No había agua, y tampoco podía demorarme mucho, así que en sólo 10 minutos y con poco líquido dentro boté lo más que pude. Dejé que los residuos me quedaran para al menos sentir que había cenado.

Cuenta regresiva. Cohetecillos y fuegos artificiales por doquier. Nubes de humo que taparon las estrellas del verano que recién empieza. Abrazos fraternales de lazos de amor profundo, que desgraciadamente no me conmovieron este año. Neruda le puso un poquitín de ron al vaso de coca cola de mamá y ella estaba muy alegre con los dos tragos que le dio, tanto que gritaba por el balcón que estaba mareada xD y por ello nosotros entramos un poco avergonzados.

Hora de abrir regalos. Me di cuenta tarde de que sin pensar le di a todos algo bastante parecido: a mi mamá una agenda y unas velas e inciensos, que le sirven mucho para su trabajo; a mi hermana una agenda Maitena pequeña y 30 soles para la chancha que estamos haciendo para que se compre su cámara (Porque se la robaron); y a mi hermano le hice a mano un planificador anual, de esos que se pegan en la pared como si fuera un poster gigante y se apunta grandote las cosas que se tienen que hacer o se pegan post its y esas cosas. Y a Neruda le dimos entre todos una caja con varios chocolates diferentes. Por otro lado, Mamá me regaló una blusita y falda blancas de tela delgadita (La falda me baila pero se supone q la vana mandar arreglar); mi hermana me dio un vestidito (Talla de niña y me queda) y mi perfume favorito que hacía meses no usaba porque se me acabó; mi hermano me dio una carterita de cuero como para alguna ocasión elegante (Por lo cual me viene de pelos porque no tenía) y Neruda me regaló tb un perfume (Que no sé si son dos xq son dos botellitas bajo un nombre compuesto que huelen parecido).

Con todo eso no eran más de las 2 am. Y en el transcurso de ese rato volví a picar un poco de pavo por aquí, otro poco de ensalada por allá, con lo que me di cuenta de que mi cena no había terminado aún. Es tradición de mis hermanos y yo ver cómo mi hermano juega algún videojuego entretenido en ocasiones especiales, como Navidad (O las raras veces que estamos los tres en casa en verano), y así mientras mi hermano jugaba y mi hermana entre que lo veía y dormía, en la cocina yo seguía tragando y luego me lo quitaba del estómago. Round 4 a las 2 y media de la mañana. Exhausta, subí con ellos y me quedé dormida en el suelo, como es costumbre, hasta que el frío me mandó a mi cama.

Al día siguiente desperté sin indigestión como a veces suele suceder, pero sí sin nada de ganas de comer. Absolutamente nada. Quedamos en almorzar con los papás d mi mamá, y fue un poco accidentado porque mi hermana estaba de muy mal humor y me quemé la mano con el vapor del agua que hirvieron para que tomara mi café en vez de comer. Pero aún así, con café y todo, terminé almorzando. Menos que en la cena, pero más de lo que debí (Cómo no se dan cuenta de que como en cantidades industriales dos veces seguidas y no tengo ni la panza hinchada!?). Y cuando ya no soporté más, me adelanté para mi casa. Round 1.

Me puse a preparar más masa de galletas, llegó mi cuñada y salimos los 4 a casa de una tía abuela del lado paterno. Ahí sí me puse un poco sentimental, porque mi tía que volvió del extranjero nos dio un regalito. Estos primos, que son los que viven fuera, son con los que mejor nos llevamos, y sus papás son los que más nos tienen en cuenta. Al rato apareció la dueña de la casa vestida de Papá Noel (No, no Mamá Noela: se puso una almohada en la barriga y algodón como barba), y nos dios a todos un detallito hecho por ella. También nos tuvimos que tomar una foto sentados en su regazo xD Fue muy chistoso, y eso también me conmovió. Las navidades por ese lado de la familia siempre son un poco tensas para nosotros, pero me di cuenta de que en realidad lo era por la presencia de mi padre, que no nos hacía ni caso. Esta vez, sin él ahí y con los primos, hubo diferencia y la pasamos mejor que otras veces.

Todo habría sido genial si tan sólo no hubiera habido tanto dulce y yo no hubiera tirado la toalla con lo del almuerzo, dejándome llevar con lo que sea que sucediera. Me había propuesto no comer casi nada, y respetar esa comida dentro de mí. Pero la probadita de pan con pavo o con huevo o el “sólo uno de cada uno” de los dulcecitos que habían se convirtió en la razón para visitar la cocina cada 5 minutos. Terminé comiendo no sólo 8 pancitos de cada uno y quién sabe cuántos dulcecillos, sino también panetón y dos porciones dobles de helado de vainilla con mermelada de mandarina, pedacitos de duraznos al jugo y una cereza encima. Todo lo mencionado (O al menos todo lo que pude) se fue por el impecable inodoro del baño de visitas de mi tía abuela, al cual visité dos veces porque temía ser descubierta. Por ende, debe haberme quedado comida dentro.

Y por ende, seguí comiendo. Si ya tenía comida en el estómago, comer un poco más no haría gran diferencia. Más cerezas y sanguchitos de huevo. Mi prima menor me miraba asombrada y me preguntaba cómo rayos podía seguir comiendo, y cómo comiendo así estaba tan flaca. Yo no le respondí. Y tp pude ir a vaciarme de nuevo porque me retenían con juegos y risas que felizmente seguí. Pero apenas volví a casa me preparé 4 platos de arroz con lo que quedó del jugo del pavo, y todo para afuera.

Esas, señoras y señores, han sido mis Navidades. Gracias a tanta comida me siento mucho más fofa que antes, y temía estar pesando de nuevo 50 por lo cual el viernes apenas salí de casa me pesé…

47,2kgs (Sin contar el 23% asqueroso de grasa que no baja aún)

Son de verdad, o la balanza está descalibrada a propósito para no asustar a la gente que ha comido mucho en estas fiestas? Y si es cierto, cómo rayos hice?

No tengo idea. Lo único que sé es que esos 47 kilos me pesan por las orejas y sólo quiero llevarlos a un 46. 47 es mucho para mí. Pronto llegaré a 42 y ahí me quedaré. No falta nada!

Así que mi plan es hacer un montón de ejercicios para quemar toda esa grasa, tengo que ponerme a hacer planchas para quitarme lo fofo de mis horrendos brazos y mucha bicicleta para mejorar el aspecto de mis piernas.

No voy a pensar en que ya no me veo más como mujer porque senos ya no tengo y por eso todos los polos que me pongo me quedan grande, ni en que es la tercera vez desde inicios de noviembre que menstrúo (Deduzco que por los apretones que me doy en el abdomen), ni en los constantes mareos y debilidad que tengo… No lo haré. No me importa. Quiero ver cuánto duro, hasta dónde llego. Ahorita me voy a Cusco y ahí tendré vigilancia, así q tengo q bajar mínimo dos kilos más en estos días para que cuando regrese al menos esté pesando 47 o 48. Ahí la vigilancia será constante, y aunque felizmente tendré buena excusa para no comer y vomitar con lo del soroche, debo tener mucho cuidado. No quiero desmayarme en media caminata, temo que so suceda porque aquí a 70 msnm me ha estado sucediendo.

Qué estoy diciendo?

Síp, ayer he estado a punto de desmayarme varias veces, por la debilidad. Pero no me importa. De verdad que no me importa lo que me pase. Sé que igual estaré bien, así que no me alarmo demasiado.

“Sometimes you must get weak to realize you’re strong”
"A veces tienes q estar débil para darte cuenta de que eres fuerte"



No me explico cómo es que nadie en mi casa se alarma. Me estoy consumiendo poco a poco y no les intriga saber qué le pasa a mi organismo. Por un lado mejor, la verdad: me estresaría mucho tener a mi mamá encima, como antes. Creo que lo que sucede es que ellos están sobre alerta cuando notan que no como y bajo de peso a la vez, pero todos los días como en frente de alguno de ellos, alguna que otra vez sus raciones desaparecen, y tienen bien por sentado que ni estando enferma he podido vomitar, así que no se les pasa por la cabeza que esa sea la razón de que ahora esté tan “flaca”.

Flaca, yo?

Es lo que todas las personas que me ven me dicen. Y yo me hago la loca.

No hay comentarios: