lunes, 11 de febrero de 2008

Sábado, sola


José me dijo hac días para ir al “Vale todo” (La disco gay) ayer x la noche, pero estaba tan desanimada q no le supe responder. La verdad? Había comido demasiado y me sentí atan llena q no me podía mover, y tan gorda q no quería ponerme nada bonito xq sentía q todo me quedaba horrible. Pero sabía q si no me alejaba d las tentaciones iba a seguir embutiéndome comida, así q acepté. Llegó el sábado y le confirmé en la tarde, con la condición de q me avisaran a q hora iban ellos y hasta q hora la entrada era gratis. 8 y media pm Cristal estaba viendo nuevos animes comprados por mi hermana y se paró a llamar a Manu o a José. Manu no contestaba y según José, el primero iba a ir a Miraflores como a las 9 y media, y él más tarde xq estaba trabajando. “La disco es gratis hasta las 10 pm”, “Bueno, tonz me arriesgaré e iré”.

Seguía hinchada así q me puse un jean q antes me quedaba apretado y ahora me queda mejor (Lo cual me sorprendió), y el polo morado bonito. Saqué algo d dinero q era para otra cosa y de pasada me fui al Supermercado d la avenida a comprar laxantes, q me tomé ahí mismo. No pensaba seguir hinchada, no señor! Y como ya estaba tarde y se me podía pasar la hora, me subí al primer bus q encontré, “China a Larco” (O sea, “pago 50 céntimos hasta Larco”, xq es cerca y pagar el pasaje completo sería un abuso). Me quedé parada xq no habían asientos, y cuando estaba a mitad d camino escuché la última parte d mi nombre. No muchos nombres suenan así, por eso es q siempre q suena esa terminación volteo la cabeza buscando a quien me llama. Esta vez sí me hablaban a mí... Y esta vez, quien me llamó era la persona a la q menos quería ver: Acosa 2. Alguien recuerda al enfermo d mi facu q se paraba a mi costado, sin decir una palabra, me miraba y esperaba a q pasara el tiempo? Bueno, ese hombre, un poco más delgado y quizás bronceado, hizo q me sintiera dentro d una pesadilla. Le sonreí y volteé la cabeza. No pretendía hablar con él! Y cuando llegué a mi destino, bajé del carro luego d dedicarle una sonrisa de despedida y caminé hacia la discoteca. Esperaba q Acosa 2 no me siguiera, “No creo q llegue a tanto, además parece tener un destino fijo. El único problema es q ahora sabe dónde suelo pasar el tiempo, y quizás empiece a ir más seguido a Miraflores =S “
Caminé las dos cuadras q me separaban d la también llamada discoteca “Downtown”, famosa x sus escándalos. “Hasta qué hora es gratis?”, “Hasta qué hora ERA gratis”, me corrigió el guardia. “Era hasta las 9 y media. Hasta las 10pm es 2x 20 soles.”, “Ah... Bueno, gracias”. Un chico me dijo para entrar juntos, le dije q no iba a entrar y le avisé x mensajito a José de q ya no iba a la disco, y si se apuraba quizás m encontraba. Y me fui a caminar.

Me sentí ridícula, patética, pero en cierta forma aliviada. No tengo absolutamente nada en contra d los gays, pero si alguien conocido me hubiera visto entrando en esa discoteca, mi reputación se hubiera caído hasta el núcleo de la tierra. X un momento deseé y hasta me pareció divertida la idea de que Acosa 2 me haya visto “arreglada” y en la puerta d la disco gay más controvertida de Lima, porque ayudaría a q no me siga más y se desilusione un poco... Pero de todas formas no era una buena idea. “Mejor así”, me dije. “Nunca sabes con quiénes t puedes encontrar”. Y empecé a caminar. Tanta era mi paranoia q en un momento ví detrás de mí a un tipo igualito a Acosa 2, pero luego de meterme entre la gente q normalmente pasea los sábados en la noche x el parque Kennedy y perderme entre los caminitos q hay a la sombra de los árboles, lo perdí. O él me perdió de vista. O a lo mejor nunca fue él y simplemente me asusté por gusto.

Más tranquila, empecé a pasear. Observaba a la gente q estaba en el parque: chicas bonitas, bien arregladas, haciendo hora hasta q fuera lo suficientemente tarde o el grupete estuviera completo para ir todos juntos a alguna d las discotecas cercanas, d las muchas q hay en la zona (Primera parte del post: Vistiendo a Cenicienta http://diariocristal.blogspot.com/2007/09/vistiendo-cenicienta.html ); chicos bien vestidos seguro esperando a sus amigos o enamoradas, y lo q más abundaban: parejas. Muchos homosexuales conversando, muchas parejas normales abrazadas o de la mano, riendo y besándose en mi cara. En ese momento, luego de haber sido en cierta forma plantada x mis amigos, en medio de aquel parque que tantos recuerdos me trae y viendo tantas parejas felices, me acordé de Bruno.

Más q recordarlo, lo necesité. Necesité q me salvara d esa soledad tan grande en la que me sentía inmersa. Otra vez volví a no sentir gente a mi alrededor: José seguro estaba con su enamorado (Sí, hombre); Manu seguro dentro d la disco con alguna amiga o conociendo chicos; Alicia en su casa tranquila; Al y Lula con sus respectivos enamorados; el Hermijo en alguna fiesta Wave en Ica; el Negro con La-lo; el Chibolo con su mamá (jajajaja), Vale en casa conversando con sus amigos x msn; mi hermano haciendo planos en la compu de su cuarto; mamá arreglando sus problemas con Jorge (Sï, están q se pelean)... En fin, toda la gente q conocía estaba haciendo algo, mal q bien acompañada y por lo menos sin esa sensación de vacío, d q le falta algo o alguien. Vamos! Viendo toda esa gente a mi alrededor, me dí cuenta d q hasta para los gays el amor es más fácil... Y me sentí más patética aún. Xq me sentía sola en medio d ese mar d gente, xq se notaba q estaba arreglada y me habían plantado, xq tenía cara y caminar d chica aburrida, desanimada y triste, xq necesitaba la compañía d la única persona q no me podía acompañar y xq extrañaba a aquel superhéroe q me salvaba d las situaciones más desesperanzadoras, me animaba con una sonrisa, me hablaba de las estupideces más grandes y demostraba más interés en mí q cualquier otra persona (Hasta Acosa 2).

Bruno, t me ha hecho indispensable... Ya no existe un solo lugar q no me recuerde a ti, no xq hayamos estado ahí juntos o porque nunca estuvimos ahí, sino xq estás metido en todo lo q hago... Y t necesité, quería salir contigo, q estuvieras conmigo para animarme, para acompañarme, decirme “Bueno, no importa si no entramos, será otro día. Hay q latear x ahí, haciendo hora... Vamos a comer una hamburguesa, q tengo hambre, o hay q compartir papitas fritas, como a tí t gusta, o hay q tomar un té burbuja, q hace tiempo no vamos, y mientras se pasa la hora, enséñame alemán. Mañana no trabajo, la noche es joven y no me importa quedarme hasta el amanecer contigo, echados en una resbaladera como hace medio año, pero sin tanto frío”. Bruno, no quería hablar más de ti, pero a veces se me hace necesario hacerlo para q x fin se me acabe todo lo q tengo q decir sobre ti y me quede vacía, salgas por completo de mi corazón y te pueda olvidar más fácilmente. Bruno... Te necesité el sábado. Te extrañé horrores.

Me senté en una banca y me puse a observar a la gente q pasaba. Me preguntaba q estaría haciendo Bruno en ese momento... No quería voltear xq las personas q estaban en la banca del costado me miraban con curiosidad, como con pena. Me dio más tristeza y me bajó más la moral, xq no quería parecer tan miserable. Y no soporté tanta ridiculez y me paré a seguir quemando calorías, q para eso había salido d mi casa. Caminé por Larco hasta Larcomar y me senté en una banca mirando hacia el mar, muy cerca de los juegos donde aquella vez nos columpiamos y me abrazó, yo muerta de frío, él luchando x besarme solapadamente. Ya había estado ahí con Claudia para cambiarle el significado, pero me di cuenta d q iba a seguir significando lo mismo, xq fácil no era él la última persona con la q estuve ahí, pero sí fue LA persona con la q estuve ahí una madrugada d agosto, en pleno invierno y en el auge del invierno. Me conecté con Bruno mentalmente y tuve la certeza de q estaba en su casa, solo, viendo TV y dormitando y quizás sintiéndose triste y solo. Hace varios días lo sentí mal y me dio rabia no poder llamarlo y preguntarle directamente. Caramba, xq me tengo q enterar d sus asuntos d una manera q a lo mejor es producto d mi imaginación? Q me garantiza q lo q percibo esté sucediendo en ese momento? Tan insegura me sentí q, aprovechando q mi celular no suena, marqué el número de su casa, a ver si él me respondía. Me contestó una voz d mujer y colgué. “O no está en casa, o efectivamente está dormitando”. Y miré el mar, y vi a las parejas q se iban a las discotecas de Larcomar a bailar o a caminar con la brisa marina en la cara y el ambiente del verano en el corazón, y deseé estar con Bruno, aprender lo q es tener una pareja d verdad y disfrutar todo lo q se puede disfrutar de a dos.

Ya me estaba sintiendo demasiado estúpida así q emprendí el camino de vuelta a mi casa. Llegué a las 12 en punto. Mi hermana seguía en el msn, me dio la bienvenida diciendo q Bryan Adams venía a dar un concierto en Lima pronto, y q la entrada más cara estaba a 100 dólares (1 dólar = 2.92 soles). No tenía ganas d hacer nada y me dolía mucho la barriga, así q me puse mi pijama me tiré de panza en la cama del cuarto de trabajo, y sin querer, pensando en Bruno – para variar-, me quedé dormida.

No hay comentarios: