jueves, 10 de enero de 2008

Una vez más- La aventura de la torta


Una vez más la ansiedad me ganó. Una vez más no pude con mi genio. Una vez más hice lo mismo que siempre hago cuando hay algo q me gusta: lo consigo, pasando x encima de los demás. Y todos salieron perdiendo, pero sobretodo yo.

Mamá había comprado un cheesecake de lúcuma en aquella tiendita donde hacen los dulces más ricos de x mi casa. Lo ví cuando llegué del ensayo el lunes en la noche. “No lo toques, Cristal, mamá dijo q era para mañana”. Sin embargo, yo no podía esperar tantas horas. Y cuando todos habían bajado la guardia, entré a la cocina y observé aquel manjar: parecía haber sido preparado con anticipación, y como mi refrigeradora está super vieja no se había conservado bien el poco tiempo que seguro había estado ahí dentro. El chocolate de encima estaba todo derretido y se había chorreado hasta el cartón de abajo. “Si nadie hace nada, ya no va a haber chocolate en la torta”, pensé. Y con la excusa de arreglarla un poquito, empecé a usar mi táctica roba-dulces-sinquenadiesedecuenta: comerme el chocolate que estaba chorreado por los costados. Que rico sabía… Y poco a poco sin darme cuenta y aunque me había propuesto no hacerlo de nuevo, bordeé la parte de la lúcuma, como dándole forma a la torta, para que no se notara que la ratona había pasado por ahí. La torta quedó más pequeña en perímetro y medio dispareja, y yo rogaba xq con eso me fuera suficiente. Pero no lo fue.

11 pm: Cristal seguía “emparejando” el cheesecake. Mamá ya había vuelto de donde Jorge. “Mamá, y esa torta q está en la refri?”, “Esa torta es sagrada y nadie la toca, me entendiste? Mañana viene un amigo y es para compartir con él”, “Sí, mamá” (Demasiado tarde). Sólo esperaba q al día siguiente, a la hora de partirla, no c diera cuenta de que faltaba chocolate y borde.

Me sentí muy mal x haber vuelto a las andanzas. Siempre terminan mal, siempre termino devorándome las tortas o los dulces o cualquier cosa fuera d lo normal q pudiera haber alguna vez en la refri o en el cuarto de mi mamá (X eso lo cierra con llave cuando sale U_U’). Y obviamente, mi grasa corporal aumenta. “No voy a cometer los mismos errores del año pasado, no lo voy a hacer. Hoy ya comí demasiada torta y no pretendo comer mañana, aunque me dejen un pedazo”. JA!

Cuando volví del cine con mi hermana (I’m a Legend. Mis ahorros están disminuyendo!!! T_T) el plato de cartón típico de las tortas estaba casi vacío: habían tres pedazos encima de él, uno para cada uno de mis hermanos, contándome a mí. “Tb hay helado”, dijo mamá. Estaba con Jorge en la sala, conversando (Y el ambiente olía horrible a feromonas, tuve que pasar corriendo). Y a pesar de haber terminado comprándome una canchita mediana para mí solita (La cual me terminé antes de la mitad d la película), me senté en la mesa como gente civilizada y empecé a comerme mi pedazo (el más pequeño, obvio). Vale trajo los helados y empecé a cucharearlos tb. Mi hermano le guardó su pedazo a su enamorada, xq está a dieta. “Caramba, xq no puedo ser como él y dejar el dulce x alguien?”. Quedó el centro de la torta, mamá dijo q nadie lo tocara. Pero en la madrugada, mientras veíamos cómo mi hermano jugaba playstation, bajé a ponerme la pijama y de paso “le dí forma” al pedacito q había sobrado. “Ya no más, ya no queda torta, nadie se dio cuenta felizmente y ya no tendré oportunidad de comer más”. Craso error.

Ayer, mientras mi ansiedad-hambre buscaba algo con qué saciarse (Xq sí tenía hambre, pero no debía comer), encontré un tapper al fondo de la refri con dos pedazos de la estúpida torta. “Ya era demasiado extraño q tres personas se hubieran volado más de tres cuartos de cheesecake!”. Abrí el tapper y los pedazos estaban perfectamente cortados con cuchillo, la separación de los pedazos estaba perfectamente delimitada y ambos eran del mismo tamaño. “Ya fue”, pensé, saqué una cucharita y empecé a “arreglar” los bordes. Los pedazos empezaron a hacerse más pequeños, y ya no conservaban su perfecta figura. Lo dejé ahí, antes de que alguien se diera cuenta, y salí al cine con mi hermana, de nuevo.

Al regresar de ver “Alvin y las ardillas” me fui un rato al internet y me sentía tan mal que me fui a mi casa. Al parecer había comido mucha canchita, xq tantas calorías tenía encima que estaba mareada, con un bochorno horrible, me dolía la cabeza y mi panza estaba hinchada, como no lo había estado en muchos días. “Demasiadas cosas saladas, voy a comer algo dulce”. Mi intención era tomar un té. Pero cuando llegué me fui directo a la cocina. Abrí la refri, aún seguían los pedazos de torta, se veían más pequeños de lo que recordaba haber dejado, pero no hice mucho caso y volví a cucharear. Estaba guardando el paquetito cuando Vale entró a la cocina y vio lo q estaba haciendo. Sólo sonrió. Temía q le dijera algo a mamá, después d todo esos dos pedazos parecían ser para ella y Jorge. Pero a pesar d haber sido descubierta mi ansiedad no disminuyó, al contrario, y a las 12 y media de la noche y sin casi darme cuenta, volví a la cocina y el deceso de aquel cheesecake de lúcuma fue oficial .Ningún sobreviviente, ningún exiliado o damnificado de la catástrofe, me aseguré de comprobarlo.

Me sentí muy mal. Definitivamente estaba engordando x culpa de esa cosa. Y además, esa no es la única falta, el problema está en q soy una irrespetuosa! Si mi mamá se daba cuenta de que ya no habían dos pedazos de torta en la refri, me asesinaba! Desgraciadamente, eso no está dentro d mis planes aún, así q decidí despertarme hoy tempranito e ir a pata (como quien quema las calorías del día anterior) a comprar dos pedazos igualitos del mismo cheesecake en la misma tienda. De todas formas está a mitad de camino al teatro, así q no podía demorarme tanto. Escondí el tapper vacío entre las verduras y recé para que a mamá no regresara temprano y que mucho menos se le ocurriera comer un pedacito de su cheesecake.

Cuando mi mamá volvió de donde Jorge (Tarde ¬¬) nos informó que iba a trabajar en la mañana y que x eso Vale y yo íbamos a ir al día siguiente a comprar la comida para jueves y viernes, o sea hoy y mañana. Lástima, yo ya tenía otros planes. Me dormí en el sillón para que cualquier movimiento fuera de lo normal me despertara, y a eso del mediodía, justo cuando Jorge llegaba a la casa en el carro de mi mamá (Q desesperante que hasta el carro se lo preste), yo salía. “A dónde vas?”, “Tengo cosas que hacer”. “Pero anoche te pedí q fueras a comprar la comida con Vale y Jorge!”, “Mamá, me informaste que iba a ir, pero yo ya tenía planes. Tú dispones de mí y ni siquiera preguntas si puedo o no!”, “Sí t pregunté”, “No, no lo hiciste”, “o sea q te vas así nomás?”, “sí”, y cerré la puerta. Ni hola le dije a Jorge.

Había sacado un billete de 50 soles, recordando que los dulces ahí, para colmo, son caros. Felizmente no fue necesario gastar tanto, aunque podía haber gastado menos. Sin darme cuenta pedí tres pedazos de torta, dos para reponer y el tercero… Bueno, para evitar que aquellos dos desaparecieran en el camino. El único problema es q no encontré el mismo dulce, así q compré lo que más se le parecía. En el camino de regreso rogaba xq mamá no se hubiera dado cuenta de la ausencia de su torta, rogaba xq Vale y Jorge ya hubieran salido y mamá estuviera encerrada en el cuarto de trabajo con su paciente. Efectivamente, no había un alma. Sigilosamente entré a la cocina para completar la “operación traspaso”, y cuando me doy cuenta, el tapper vacío había salido de su escondite… Habían verduras cortadas en el repostero. Cara de horror. “No importa, ya tenía de todas formas un floro preparado”.

La operación traspaso fue un éxito. El único inconveniente era la falta del chocolate de la cubierta. Hasta pensé en comprar fudge en el supermercado, pero no iba a quedar igual así que descarté esa idea. Aún no me dicen nada, porque nadie sabe que he vuelto a la casa. Pero desde el cuarto de mi hermano, que es una especia de casita aparte xq está arriba en la terraza, puedo escuchar las ollas chocando y el olor del almuerzo cocinándose. Y si mi mamá me dice cualquier cosa, ya tengo mi coartada.

“Cristal, que pasó con los dos pedazos de cheesecake que guardé en la refri?”
“Los tuve que botar”
“Qué?”
“Es que estaba buscando algo de comer y ví el tapper con la torta dentro, y lo abrí para probar un pedacito pero estaba avinagrado, con el chocolate todo derretido, y lo tuve q botar.”
“Cómo se va a malograr? Estaba en la refri!”
“Tú sabes que la refri es una caca y no refrigera nada! El bicho lo compraste el lunes, estamos jueves, no ibas a pretender que durara 4 días sin casi refrigeración, no? Mejor lo hubieras puesto en la parte de arriba, para que al menos durara una semana!”
“Pero no está en la basura!”
“Es que lo boté ayer”
“Y por qué no me dijiste antes?”
“Te iba a decir anoche cuando llegaste que lo había botado, pero justo dijiste que tu paciente iba a venir hoy, y como son medio amigos penc q le ibas a invitar un pedacito de torta, y preferí no decirte nada e ir a comprarte algo igual hoy en la mañana sin que te dieras cuenta. Y como no había el mismo dulce te iba a decir lo que pasó, y estaba por contarte pero te me adelantaste.”
“Qué considerada! (Tono de burla) Yo hubiera pensado que te lo habías comido”
“Yo??? Cómo se te ocurre? En un principio sólo iba a comerme un pedacito, pero estaba tan feo que preferí botarlo. Además, estoy tratando de ser más respetuosa… Q mal piensas de mí”
“Hmmm… pero no está tan rico como el anterior”
“-_-‘ ”

No lo volveré a hacer. Todo es cuestión de fuerza de voluntad, y he demostrado tenerla cuando quiero. Y como a pesar de todo he cometido una falta, he decidido auto-castigarme. Aunque hoy voy a starbucks a visitar a Al, no pienso dejar ni que me invite caramel frapuccino. Lo único que he comido es ese pedazo de torta y quizás acepte las verduras del almuerzo, pero después de toda la canchita y los dulces que he tragado estos 4 días, no pretendo dejarme seguir engordando. Además, la carrera de kilos empieza el lunes y aunque no me incluyan x no ser muy aplicada en estas cosas, pretendo hacerla aunque sea sola. Caramba, cómo he cambiado! Antes necesitaba comprarme dulces a diario, ahora se me hacen empalagosos y sólo los como cuando me invitan o hay en mi casa! Dejé de comer basura y ahora sólo como verduras y frutas y comida sana, y sin darme cuenta en menos d una semana he bajado 300 gramos (Lo cual no es wow pero es algo).

Lo único bueno del asunto es que la ansiedad se me ha ido, así es más fácil dejar de comer. Espero q a nadie se le ocurra la brillante idea de traer otro dulce a la casa, xq no respondo U_U.

2 comentarios:

..."""silvanna"""... dijo...

Cris!!!! jajaja vaya post!!! Me encantó!!!! que risas me he echao!! jajaa muy bueno!!! anda que si algun dia te llego a conocer te voy a regalar 5 tartas de esas hasta ke te salga hasta por las orejas!!! jaajja

y de carrera de kilos nada. ke me entere...jum.

PrincesasEncantadas dijo...

jajajajajajja.... omgG!! criss!! jajajajaj q horror!! sii yo tmb soy la pericota de la casa!! ... cuidadoo q aki viene... no come... pero cuando le gusta algo... no le importa el resto (asi decia mi mama) jjajajajajajaja.... ayy!! yo tmb me hubiera comido el cheesecake...ensima d lucuma q creen q somos de hierro!! no molesten!! jajajajajajaj .... el cucharazo es delicioso tngo q aceptarloo!