Con la gorra marrón

Desde antes de ir al teatro me había propuesto ir a tomar un té burbuja al huequito de Miraflores. Ya me había hecho a la idea d ir con una amiga (Q quizás está leyendo esto) q fácil iba a ver las obras, y aparte desde el día d la fiesta de Medicina q no iba, y como q sería una forma de celebrar mi aniversario en ese teatro. Sola o acompañada, iría a tomar té.

Después de terminar de cambiarme y desmaquillarme salí a esperar a los demás, xq teníamos q desocupar rápido para el show de la noche. Lo acepto, lo acepto: tenía la intención d q al despedirme d Bruno él me dijera “espérame y nos vamos x ahí”, como casi siempre sucedía. Temía q se despidiera sin decirme nada, q no me dijera para pasear y conversar un rato xq estaba muerto d cansancio (Estuvo tirado en el sillón de su camerino durmiendo... Duerme tan gracioso! Tenía las manos juntas debajo de la oreja, como en los dibujos! Entré a verlo vaias veces, la primera le quité su gorra marrón d la cabeza, la segunda me quedé mirando con Paola y la tercera lo tuve q despertar xq lanzaban la función en 10 minutos y él se demora un siglo en maquillarse. Gritando q había un incendio y al son de la voz d Cristal imitando a una sirena de bombero, Bruno se despertó. Bueno, bueno, ese no era el tema. Volviendo a la salida d mi satisfactorio día de chamba:

Esta vez, después d un par de semanas, Bruno me dijo “vamos x ahí”. “Es q me voy a tomar un té...”, “Ya, pues, t hago la taba (Te acompaño)”, “Bueno...” (Jejejeje). Ya se imaginarán lo contenta q estaba al principio... C q parte del tratamiento contra la Brunelosis es el alejamiento... Pero caramba! Aún estoy infectada, y parte de la sintomatología es la negación a apartarse del agente... La dosis debe ir bajando poco a poco, si voy de golpe va a doler mucho más. Aparte hacía tiempo q no conversábamos bien... Sí, excusas, excusas. Me falta fuerza de voluntad para curarme. Bueno, como se imaginarán, el pleno del elenco femenino empezó a molestarnos. “A dónde se van?”, “Juntos? Hhhmmmm!!!! Sospechoso!”. Bruno y yo estábamos delante de ellas, aproveché y jugando cogí su brazo y caminamos así un rato, hasta q Cecilia rompió el momento: ”Cuál es la mujer?” Bruno se rió y nos soltamos. Más adelante le llegó un mensaje a su celular: lo leyó embobado. Ya sabía quién era. Dijo “Q come q adivina?”, “Xq?”, “Pamela, diciendo: Mándale saludos a la actriz, ahorita debes estar con ella”. Me sentí un poco mal. Mal x mí, mal x la situación. Pero seguí caminando.

Después d como 2 semanas q conversamos d nuevo. Todo le va bien, sólo q anda un poco misio. Ni quiso comprarse un té! Y como el lugar estaba abarrotado, nos fuimos caminando x el parque. Justo había llevado un chullo q me trajo mi mamá d Cusco, y me lo quise poner xq combinaba con mi ropa (blanco). Pero vi la gorrita marrón del perro y me dieron ganas de jugar, así q se la quité y me la puse. Él me dijo q se me veía muy bien con la gorra, y para callarlo le puse mi chullo. Parecía una llama! Así, Cristal tuvo la energía de los pensamientos de bruno en su cabeza, y viceversa. Nos quedamos como media hora viendo a una pareja d estatuas humanas, q estaban representando la historia de Hades y Perséfone. Caramba, q belleza d presentación! Nos quedamos pegados, embobados x el vestuario lleno de brillos, criticando y comentando cada frase que decían luego d q algún espectador dejara caer una moneda en el ya lleno cofre. Hasta q ya no podía mantenerme de pie y nos fuimos a caminar x las calles de Miraflores. Cerca del malecón nos sentamos en un jardincito al pie e un edificio y le conté lo último q había pasado con José. Él, q había estado diciéndome para esperar a q saliera de su función para ir x ahí, entendió q teníamos q hablar solos y no insistió más.

Volvimos al Parque, se compró algo d comer y pasando cerca del teatro vimos una cabina de internet barata, le entraron unas ganas locas de chatear y me onvenció d q lo siguiera. Mi máquina no funcionaba, me cambié y era muy lenta. Al menos él disfrutó ese rato de tecnología. Casi una hora después, ya bastante tarde, salimos y caminamos hacia mi casa. Él estaba bastante contento, le habían invitado a dos reuniones con la gente de sus colegios y estaba pensando a cual iría, su único problema era encontrar dinero. Un ratón pasó a 5 cm de mis pies y pegué un salto q hasta a él lo asustó. Seguimos caminando, ya más calmada (No es q me asusten los ratones, fue el momento y recordar q es a mi mamá a quien le espantan). Él me contaba chistes para animarme, yo lo miraba y cada vez q me daba cuenta d q era ese tipo de mirada, volteaba la cara.

Al llegar a la calle q nos ieva a mi casa y cruzarla, vimos q había un tipo mal vestido y con la mirada perdida q nos miró. Yo cogí mi bolso fuertemente y Bruno me dijo q caminara rápido. Penc q ya lo habíamos perdido, cuando en eso me dice q lo espere, q iba a hacer una llamada, y más quedamente me comenta "no te alejes". Cuando volteé ví q el chico nos había estado siguiendo, pero se quedó en medio de la avenida, sin saber q hacer. "No sabe a donde ir, espera a q se vaya y nos vamos. Pucha, hoy q pensaba no ir hasta tu casa, mejor t acompaño". Bruno cogió el auricular del teléfono público y fingió hacer una llamada. El tipo dudó si ir a nuestro encuentro o volver, al final decidió hacer lo segundo y pudimos seguir hacia mi casa. Mientras nos alejábamos, volteé como 3 veces para asegurarme si el hombre no estaba detrás d nosotros. Negativo, no habia ninguna sombra oscura. "Pero Bruno, después cómo vas a irte tú?", "Ah, vuelvo y tomo rápido un carro, no creo q me pase nada", "No, mejor t acompaño hasta otra salida, más arriba, para q estés seguro", "No, no t preocupes, la cosa es q no t pasara nada a tí. A mí me puede haber robado, y eso, pero en cambio hasta podía haber abusado d tí.". "Gracias, Bruno, me has salvado". Silencio como respuesta.

"Hubieras preferido a la rata o a ese ladronzuelo?", "A la rata, obviamente!". Aún estaba un poco nerviosa, así q Bruno empezó a bromear con el asunto y hasta se inventó una ruta d escape. "No t preocupes x mí, sé dfenderme. Aparte no creo q me haga nada. Si me empieza a seguir, lo enfrento; si saca algún arma blanca, corro, y no creo q me alcance, pero ya si es muy rápido me subo a un bus, al primero q encuentre. Si él tb se sube, me tendré q bajar y tomar un taxi, como último recurso. Y ya sería el colmo q él tb se tome un taxi. Ahora me sigue hasta mi casa y toca la puerta, yo salgo todo asustado y él tipo me dice q se me había caído el celular". Risas. Con esta broma logró desestresar el ambiente. E incluso me animó a contar un chiste -bien monse, x cierto-, q hizo q me lanzara una d sus miradas para ponerme en ridìculo. "Ya no t voy a acompañar a tu casa". pero después se rió.

Llegamos a la puerta del edificio. Abrí la reja. Volví a salir para despedirme. Él estaba apoyado en un carro del vecino del primer piso. Nos leimos la mente mutuamente, yo quería abrazarlo y él abrió grande los brazos. Nos quedamos así un ratito, yocerré los ojos, no creo q él tb. Es en esos momentos de silencio en los q me siento incómoda y creo q estoy haciendo algo incorrecto. Quizás xq en ese silencio digo mucho (Como diría mi ex). Bruno me dijo: "No nos vemos hasta la próxima semana, no?". Noté cierta ansiedad y resignación en su voz. "Aja". "Ok". Habló muy bajito. "...... mucho". "Q?", Cuídate mucho" (más fuerte). "Ah... Tú tb" (Creí haber escuchado un 'te quiero mucho'. Debí haberme equivocado). "Dame mi gorra, ps!". Cerca aún le quité mi chullo con una mano y con la otra me saqué la gorra marrón de la cabeza. "Chau", "Chau".

Eso fue lo único fuera d lo normal q pasó el domingo (Claro, aparte de q me abrazaba de rato en rato mientras caminábamos, o cuando esperamossu hamburguesa... Tb me acarició la cabeza, en son d paz).

Ay, Bruno! No lo sabes, pero ahora ese chullo tiene un significado super especial!

(El mío es más colorido)----->