Consecuencias del caos

Solía ser una buena alumna.

Viernes, 8:30 am. Estoy escribiendo desde una computadora de la Facultad, porque el Word de mi laptop se ha bloqueado porque es nuevo, y d hecho no saco la laptop d mi casa.

He dormido poco, para variar. Debo haberme caído rendida fácil a las 2am para despertar 5:45, salir antes d las 7 d mi casa, tomar un taxi (Bus de preferencia, pero mi lentitud me hace dilatarme siempre de más y eso me hace gastar 9 soles de diferencia) y llegar a mi clase de las 8am. Seminario de Farmacología. No había llegado a estudiar un carajo xq (obvio, ya lo dije) me quedé dormida antes d sacar la fotocopia ilegal del libro de la biblioteca q estoy pirateando por partes, y el sueño me impidió pasar más allá de tres párrafos mientras el único taxista q se apiadó de mi tardanza y me llevó por mi máxima oferta me llevaba hasta mi facultad.

Entro, apurada, jalándome el chaleco fucsia q llevo puesto para tapar las enormes bolsas de mi jean (Talla 28, unas pantys gruesas de lana y unos leggins debajo, medias largas y medias cortas en los pies, y para q todavía no se me caiga una correa bordada de los colores del Tahuantinsuyo). Me dirijo al aula 6, son las 8 y 10 y aún no hay nadie. “Q raro”, me dije, “pero aprovecharé para ir al baño y aunque sea aprenderme los anestésicos opioides q creo q me tomarán en mi pasito diario”.

Fue regresando del baño, cuando ví q aún no llegaba ni el profesor, que algo raro estaba sucediendo.

Mis cosas seguían siendo las únicas en todo el aula.

Traté d hacer memoria. Mi miedo empezaba a hacerse mayor, hasta q rebuscando entre toda la gama de sucesos académicos y otros no tanto que están enterrados en mi ahora frágil memoria a corto y mediano plazo, que me di cuenta de que efectivamente, el profesor había hablado acerca de cambiar por esta vez la clase para otro día.

Otro día q sucedió ser ayer.

Me siento tan pero tan estúpida…!

Estoy sentada en una compu de la sala de cómputo. Recuerdo q la última vez q traté d escribir un post desde aquí fue el día q fui a ABINT y luego pasé por aquí a terminar un cuestionario y entregarlo (Y con esto quiero decir q estaba fuera de tiempo). Desde el año pasado que esto de estar fuera de tiempo se me ha hecho un estilo de vida. A todas partes llego tarde, si es que llego a ir, porque mi (Qué es? Flojera? Procrastinación? Distraimiento? Desinterés?) me hace demorar todas mis decisiones, todos mis movimientos, y cambiar los planes a última hora según me convenga.

Entiéndase ese “según me convenga” por “lo q me perjudique, inconscientemente, y tenga obviamente que ver con comida, atracones y baños”.

Sé q no escribo mucho acerca del tema, porque la depresión me tenía medio muda de manos, pero ahora necesito expresar esta rabia por el blog porque quiero ponerlo de ejemplo claro de cómo la bulimia y la anorexia te destrozan la vida, y porque no quiero llegar a mi casa a pegarme otro atracón (Q desgraciadamente sé q igual sucederá), o peor aún, dejar d hacer todo lo q tengo programado para hoy, para regresar a mi casa expresamente a comer y vomitar y cagarme más la boca, los dientes, el esófago, el estómago y quizás mis intestinos, y para colmo subir (más) d peso.

Estoy sentada en la sala de cómputo. Hace un rato estuve en el baño de mujeres de mi Facu, x alguna razón las mujeres solemos sentirnos seguras en los baños, ahí como q la vida no nos da vergüenza y se convierte en un refugio cuando tienes miedo. Un profesor y alto mando de la Facultad (El mismo a quien le engañé en verano diciendo q mi bajón d peso se debía a una infección intestinal) me preguntó por qué estaba sola en el salón, y le comené q no llegaba nadie y q me iba a comunicar con alguna compañera. No tengo el teléfono de nadie, así q a los dos minutos q me lo volví a encontrar, ya convencida de la triste realidad, le mentí de nuevo diciéndole q ya había hablado y la clase se había cambiado de horario (De horario, no de día). No quería pasar más vergüenza, ni poner en evidencia lo realmente inepta en que me he convertido, y atiné a entrar con las justas al baño más alejado para retener mi frustración. Me sentía tan pero tan imbécil que mis ojos empezaron a lagrimear. No suelo llorar, al menos he estado un buen tiempo sin hacerlo y lo atribuyo a la depresión, y eso me apena porque me encanta llorar, creo q es una forma muy bonita de expresarse, desahogarse, limpiarse el alma de sensaciones dolorosas, y creo q ese no llorar me trae muchas desventajas a la hora de acumular frustración. Imagínate lo mal q me debo haber sentido como para q me empezaran a saltar las lágrimas.

Quiero pensar q la vida real tiene más importancia q la vida académica, tanto así q vale la pena dejar d estudiar por ir a ver a una amiga a la q nunca veo, tener vida de familia o dormir un poco. Estoy empezando a aprender q no es así, aunque quiero creer q en este caso sí lo es, sino no estaría escribiendo.

Y es q hace poco me dí cuenta de que desde mi cuadro de depresión, en el 2003, que no he vuelto a ser la misma chica responsable y dedicada al 101% a los estudios y responsabilidades q era cuando empecé la adolescencia (Y la anorexia restrictiva). Solía relacionar ambas cosas, “ser responsable, ordenada, metódica y exitosa = ayunar, saltarme comidas, andar super desabrigada x el simple hecho d martirizarme un poco y no romper mis manías, y no decir ni pío de lo q me pasaba por dentro”.

Qué curioso que mucha gente me considere alguien responsable y capaz. Y qué curioso que yo tb me la crea de tal forma q tenga esa imagen de mí como mi auto-modelo de perfección, o al menos de éxito académico: no lo soy desde los 14 años!

Me decepciono de mí misma, aunque con este descubrimiento no debería estar tan molesta. Sin embargo, lo estoy, porque o no me esfuerzo lo suficiente o no puedo volver a ser perfecta, como pensaba q era (Y q resultó ser hace ya demasiado tiempo como para tenerlo como modelo a seguir). El punto es q esta decepción de mí misma me hace perder la motivación d esforzarme, de dejarlo todo para después, d pensar q soy lo suficientemente capaz como para confiarme y dejar en manos del destino lo q responderé en los exámenes, xq total por lógica todo se saca.

No soy quien parezco o pensaba ser.

No, señores. No soy la chica estudiosa, inteligente y sin vida por andar metida entre escenarios y libros de medicina, la que canta y actúa y se saca buenas notas en su difícil carrera. Esa es sólo una fachada, la fachada de una gran mentirosa que ha construido para ser aceptada por el resto, para no decepcionar a los demás. Y para no decepcionarse a sí misma.

En estas últimas 4 semanas me la he pasado literalmente perdiendo el tiempo, la salud y la cordura.

Mi mente está hecha una maraña de hipótesis, ideas, fármacos, mecanismos fisiopatológicos, vidas ajenas, cosechas virtuales en facebook, canciones de un musical que no sé, un montón de reproches, estrategias para evadir pastillas y situaciones constructivas (Así de tanto me odio), y para coronar el cuadro, un sermón positivo de vida que trata de borrar mi grandísima tendencia masoquista-autodestructiva.

Soy un caos andante, una paradoja existencial. No tengo la menor idea de lo que quiero para mí, porque lo quiero todo. Quiero morir, pero se supone q me estoy convenciendo de vivir. Quiero estudiar, pero no me motiva abrir un libro a menos q lo tenga en las narices. Quiero aprender pero me da flojera leer sobre medicina y siempre me quedo atracada en el facebook o blogger. Quiero adelgazar, pero me la paso comiendo, vomitando y tomando café y halls para tapar el hecho d q tengo hambre (Es la tercera vez q acepto tener hambre. Cuarta). Quiero dejar de ser un gasto para mi familia, pero me la paso despilfarrando el dinero en comida q se va por el desagüe sin haber cumplido su función nutritiva-calórica, y despilfarrando la vida y las miles de oportunidades de tener un buen futuro en cada decisión que tomo.

Porque todas mis decisiones tienen tendencia a ser autodestructivas. Se supone q ese es el chip q tengo q cambiar, pero soy tan autodestructiva q no quiero y por eso digo “se supone”, porque prefiero quedármelo, porque sé q eso me destruye.

Un ejemplo gráfico de desequilibrio?

Una d mis tácticas para matarme es cansarme lo más q puedo. Así, según yo, aunque sea tirada en mi cama o sentada frente a la desktop q ahora es d mi hermana, gasto más calorías q durmiendo, porque no estoy en estado basal. Cuando puedo camino kilómetros, la actividad académica gasta mucha glucosa y los músculos crecen si se ponen en movimiento, por lo cual prefiero q se atrofien. Igual tengo potencia, el problema es q soy fofa y deforme y mi tendencia a acumular grasa es más grande, xq casi no me muevo. Pero igual me canso, y me canso tanto q no sólo me alimento mal sino que duermo mal. Dormir, gente, es tan necesario como comer o tomar agua. No c sabe científicamente la función del sueño y por qué es q es tan necesario, pero lo cierto es q si no duermes, simplemente te mueres. Como si no tomaras agua, o no comieras, es lo mismo, la diferencia es q primero t vuelves loca y tu disco duro comienza a fallar, y la agonía se hace difícil (No c q tan larga, creo q no mucho).

Pues bien, estoy sumergida en un círculo vicioso q parte del “quiero hacerme daño”, le sigue el “no dormiré”, a éste le sigue el “estoy cansada”, a éste el “ me quedé dormida y no estudié”, a éste el “quiero relajarme un poco, entraré a internet”, a éste el “estudio luego, sé q lo haré, aunque sea a último momento pero lo haré”, y a éste le sigue el “me dormí tan tarde tratando de estudiar o hacer mis tareas –cosa q no hice porque estaba en internet perdiendo el tiempo-, que estoy cansada, con sueño y con hambre. Pero igual voy a gastar más calorías”.

El cansancio trae la sed, la sed se confunde con el hambre, la comida también la calma, y entonces se genera esa ansiedad que termina en episodios de voracidad, vómito, autoflagelamiento, y aún más desgaste físico, y encima emocional.

Todo sería tan pero tan simple si tan sólo me decidiera a ponerme límites a mí misma…! Todo sería tan pero tan simple si tan sólo me decidiera a establecer un orden en mi vida, un horario y un tiempo para cada cosa, en vez d hacer lo que me viene en gana y aceptar q no soy una persona madura y responsable con mi vida, que para colmo me he convertido en una niña dependiente de los adultos y q no me da la gana de crecer…!

Estos días han sido terribles. Desde el sábado, en que mamá me puso un ultimátum y discutimos, que me la paso comiendo. Y alimentándome. Para mi mentalidad, comer (alimentarse) engorda, aunque se supone q no es así pero aún no me convenzo del todo. Ese día me tragué unos pedazos de pescado frito del almuerzo, fríos, con mayonesa. No lo vomité. Al día siguiente me comí un paquete de galletas integrales de germen de trigo. Tampoco lo vomité (Inmediatamente). Estoy dejando más tiempo entre comidas y vómitos, aunque no niego q no hay día q no me haya terminado pegando un atracón y vomitando todo lo q no alcanzó a llegar a mi duodeno para ser absorbido. Y esa es la causa de q ahora esté d nuevo en 40 kilos.

3 kilos en dos semanas, más o menos.

Me siento gorda, hinchada, fofa, redonda, y me desespera. No quiero engordar, quiero seguir bajando de peso, mi mente enferma me dice que la desnutrición es compatible con la vida, y así quiero seguir pensando porque es la mentalidad q impide q muera este sistema de creencias con el q he vivido tanto tiempo y q me da miedo dejar. A pesar d q estoy optimista, de buen humor, hablo más y hago cosas q hace unos meses no atinaba a hacer, a pesar d q he aceptado de a pocos un poco más de vida, sigo intentando suicidarme.

Toda esa paradoja q acabo d describir me genera tal frustración q se convierte en ansiedad y sobrevienen los episodios de voracidad y vómito y posterior culpabilización e intento de ayuno, q obviamente termina siendo roto por el hambre (Así se manifiesta mi cuadro: quiero ayunar pero no puedo, y me da tanta frustración no poder q como y vomito). Lamentablemente esa es la forma que he hallado para expresar todas esas emociones negativas, xq se quedó chico el procrastinar y tomar decisiones destructivas. Necesitaba algo más tangible a nivel físico, y encontré esta forma para desahogarme.

Pues bien: en estas semanas y a raíz d q me pusieron el ultimátum, q se añadió otra paradoja más a mi cabeza:

“Tengo q engordar. Tengo q bajar d peso. Tengo q comer. Tengo q dejar d comer. Tengo q portarme bien. Quiero destruirme. Tengo q poner d mi parte y alimentarme, sino me internan. Encontraré la forma de volver a adelgazar, esto no se queda así”.

Así se me han pasado fácil dos semanas, si no más tiempo, y de forma tan desordenada que (No me sorprende q esto le suene familiar a alguien) la frustración se ha manifestado como ha querido y a la hora que ha querido. Ello ha añadido malestar, cansancio y obvio, pérdida de dos valiosas horas o más entre comer, purgarme y reponer “ganas y fuerza” para empezar a hacer mis deberes. Gracias a ese desorden he faltado a varias clases, la mitad d las clases a las q he ido ha sido por lo q me queda de sentido de responsabilidad ya que mi plan era saltármelas para esconderme y comer y vomitar, como si ese fuera mi propósito en la vida, y en la última semana el ritual se ha hecho más fuerte.

El miércoles, por ejemplo. Despierto tarde xq estaba con sueño acumulado y no voy a mi clase de las 10am, clase en la cual me toman asistencia, pasito diario, participación y encima recogen informe de la semana anterior. No había estudiado ni terminado mi informe a entregar ese día y eso me sirvió de excusa y aliciente para mi comportamiento evasivo. Pero como ya estaba despierta y si seguía durmiendo no quemaba tantas calorías, me levanto, me tomo dos cafés con azúcar y me pongo a tratar d hacer mi informe (Ya sabemos qué significa “tratar”). Mi siguiente clase era a las 4pm, y tenía cita con la psicóloga a la 1. Se suponía q ese día iba a comer mucho menos, aparte porque me iban a dar almuerzo en la consulta. Pero era miércoles, y los miércoles va una señora a limpiar y hacer el almuerzo. Y como de costumbre me traté d engañar a mí misma diciendo q no-iba-a-comer- y puedo-quedarme-en-casa-sin-q-me-provoque-lo-que-cocinan-ni-me-pegue-un-atracón, pero hice todo lo contrario: terminé comiendo. Una cantidad razonable de verduras, olluco, champignones, un poco d puré d papa y papitas fritas tb. Nada exagerado, aunque un poco pesado y bastante para lo q estoy acostumbrada a consumir. Pero no quería vomitarlo y q mi hermana se moleste conmigo, así q en ese estado me fui a la consulta. Muerta de calor, mareada y casi en estado de estrés psicótico.

En la consulta me comporté como una maniaca compulsiva y no paré d hablar. Creo q ni pensaba bien, las ideas me salían con tanta facilidad q parecía borracha, no pensaba. Me asusta un poco ese estado, no me suele pasar. Y ya en mi mente estaba instalado el “volver a casa rápido para vomitarlo todo”. Me llama mi padre a ofrecerme llevarme a mi universidad para mi clase. Acepto. Me tomo un jugo de pera q mi mamá me hizo para tener qué comer en la univ, a raíz d q mi psicóloga se olvidó d hacerme el almuerzo (Q linda xD). Mi papá me recoge, y me da dinero como nunca para regresar a mi casa. Mamá me había dado tb bastante dinero para moverme y sacarle copias al libro.

Q creen q hice?

3pm. Cafetería. Dos paquetes de galletas de canela. Máquina de dulces, otros dos paquetes de galletas. Me salto mi clase de las 4 y me voy en taxi a mi casa. Tomo un taxi, voy comiendo las galletas en el camino y tb unos Halls porque total todo va a ser expulsado, hay tráfico y le pido q me deje mucho antes, de paso q gasto menos. Me bajo en un Mc Donalds. Desesperada, una hamburguesa de pollo americana con una porción de papas grande y un sundae de manjar blanco. Lo devoro con kétchup y mayonesa, como si no hubiera comido en meses (Lo cual no es del todo mentira). El sundae no tenía maní así q compro maní confitado al costado y lo añado, y cruzo la avenida para entrar al supermercado y comprar más comida y comitar en el baño de ahí. Compro 4 chocolates y una botella grande de agua para mi propósito, y de paso me zampo un poco de pop corn q estaban invitando y una empanada de carne muy rica.

Bajo al baño, había gente, se me hace difícil empezar y decido irme a mi casa para estar tranquila, porque total mis hermanos no están y mi mamá seguro cuando llegue ya estará descansando. Pero antes, me compro otra empanada de carne. Tomo un taxi, regateo, y en el camino me como los chocolates q tenía la intención de saborear. Subo a mi casa y veo q mamá está despierta. Se da cuenta de q es muy temprano para q llegue a casa y el estado en el q estaba, le pido perdón y tácitamente me da su aprobación para seguir comiendo y vomitar a mi antojo. Es más, me alcanza la olla con la sopa de verduras q habían hecho, y me dice “cómete los fideos d la sopa y déjame los champignones y el puré d papas”. Encorvada por el peso y la hinchazón de la comida en mi estómago, me zampo tb los restos del almuerzo de mi hermana, un poco de verduras y olluco, y pa’l baño.

Aún no había vomitado desde la mañana.

No contenta con todo eso, sin embargo, no había terminado aún y vuelvo a la cocina para eliminar de mi alcance todo lo comestible de la casa. Todo el olluco, más verduras, una pera, y los fideos de la sopa con mantequilla, kétchup y queso parmesano. Tb un café, y algo más q no recuerdo.

Terminé exhausta después d las 6pm, para despertar a mi mamá d su siesta y “ponerme a hacer mis tareas”. Ya sabemos lo q eso significa.

Desperté a las 10, mi hermana ya estaba en casa, y no contenta con el dichoso episodio de gula, me tomo 3 cafés y me termino los halls, xq me convenzo de nuevo de q no hay forma de q tolere algo q no sea ello. Q todo esto ha sido desencadenado porque quiero poner d mi parte para seguir haciéndome la buenita y evitarle más sufrimiento a mi familia, pero q en el fondo sigo tan convencida d q debo desaparecer como lo estaba antes de escribir el último post largo.

Así se han pasado las últimas semanas. Aliméntandome con una mezcla de orgullo, culpa, alivio y mucho miedo.

Ayer me despedí de Mu. Vuelve a Francia. Me regaló una falda muy linda q era suya, xq sabe q los pantalones no me quedan y ando en falda casi siempre, y me la pasé comiendo Halls. Casi 4 barras de Halls. D regreso d su casa me comí d nuevo galletas integrales, dos cafés, dos vasos de jugo de fresa con edulcorante y un poco d fideos con casi nada d queso y lo que quedaba en la sartén d la salsa q hizo mi hermana.

Me dormí con ello en el estómago. Y después me quejo por subir d peso.

*******

Tengo dos opciones: o aceptar q la anorexia y la bulimia son mi rosa y mi cruz y así moriré en un par d años, antes d lo cual tendré una dolorosa y triste agonía (Triste para mi familia, claro, culposa y placentera para mí); o pararme, decirle basta a mi adicción y vivir llenita pero conscientemente a pleno. Aprender, dejarme de comodidades de niña, caminar por mi cuenta, asumir las cosas q dejé en stand by y unirme al mundo, q tan malo no puede ser y en todo caso algo podrí hacer por mejorar.

Actualmente estoy inmovilizada, en medio de ambas. Escribo este post en vez d leer las cientos d hojas q tengo q leer para siquiera ponerme al día y entender un poco en que anda el resto de la promoción, y no termino de decidirme. Y como soy una angurrienta, creo una realidad alterna en la q puedo mezclar la anorexia purgativa con una vida q sé q una parte de mí dice q será mediocre como yo, y otra me pide q construya con cariño y coherencia con mis ideas.

D hecho, lo q quiero hacer a partir d ahora es promulgar lo q pienso, ser coherente con mi filosofía d vida, y no dar consejos q no aplico ni ponerme más fachadas.

Creo q ese es un principio, aunque aún no c hacia donde me lleve xq soy tan anoréxica como amante de la vida.

Estoy sentada en la sala de cómputo, escribiendo este post desde aquí. Hace unos momentos tomé prestado el libro de farmacología q aún no termino de fotocopiar, lo dejé de contrabando en la fotocopiadora de la facultad, y vine aquí a tratar d hacer algo un poquito menos productivo q ir leyendo lo q en estas 4 semanas de clase aún no leo (Y pronto me tomarán en el examen parcial), pero que igual es de provecho para mí y para quien lo lea. Con la experiencia de lo q me ha pasado hoy día, quiero pensar q estoy segura d q algo cambiaré en mi rutina de estudios, y seré un poco más responsable. Realmente me gusta mi carrera, aunque me sienta inútil e incapaz de seguirla, todo un desperdicio de dinero, tiempo y esfuerzo q podría ser invertido d otra forma más productiva (Y en alguien mucho mejor q yo, como mi hermana), pero tomar la decisión de dejar las cosas aquí y rendirme es algo q no me han enseñado a hacer, y q por ello me da miedo. Porque sé q quizás va a ser lo indicado.

Pero por ahora no. Me la paso pensando q “si tengo sueño no voy a poder entender nada”, pero esta vez trataré d estudiar. De entender algo, de retener la información q tengo a la mano y de ser más responsable.

Porque no quiero volver a jalar un curso, ni dejar la universidad. No quiero. Muero d miedo xq eso significa tener un plan aunq sea a corto plazo, hasta diciembre, pero es la pura verdad. Ya estoy aquí, y aquí me quedo hasta el final, y si me voy a quedar no lo haré mediocremente como he hecho los últimos años d mi vida.

Yo solía ser una buena alumna. No el desastre q soy hoy día.