Erase

Siempre he sido d las que se guardan todo lo que sienten y piensan. Desde niña temía dar mi opinión personal por miedo a culpas. Sólo en ocasiones especiales, llámese en clase, me atrevía a levantar la mano repetidas veces y participar dando mi opinión y debatiendo, hasta ahora me gusta ser parte activa xq sino no aprendo. Pero en cuanto a mi vida personal, si no tuviera un diario la única forma de expresarme sería mediante el canto y la actuación. Mi mente científica clasifica al desahogo en dos categorías: vía directa: hablando; o por vía indirecta con diferentes grados y formas: indirecta explícita, o por escrito; e indirecta tácita, mediante cualquier cosa que t haga expresar la sensación, mas usando palabras ajenas o gritando o pintando o haciendo deporte. X tanto, se entiende que la forma más efectiva de botar todo lo que hay dentro, ya sea útil o doloroso, es mediante el habla.

Me da por hablar por épocas. Es en esos días que hago amigos y salgo y me relaciono. Pero casi siempre callo, y callo x costumbre y x temor a algo desconocido. Supongo q quedarme sin basura dentro me da miedo, me hace daño, me hace sentir extraña. Siempre he necesitado tener dolor dentro para estar tranquila y sentirme en mi hábitat, segura, sabiendo algo q aún no descubro. X eso cuando siento q estoy hablando mucho con alguien, o expresándome de más, solita me pongo el pare y dejo de contar mis cosas o buscar a mis amigos, porque necesito volver a acumular vivencias para sentirme mal d nuevo. Y todo vuelve a empezar. Porque cuando me siento mal d nuevo, es cuando empieza un nuevo ciclo de culpas, miedos, neuroticiscmo, depresión.

El corazón es como una cajita en la que vas acumulando papeles, pero llega un momento en que ya no tiene más espacio y le sigues metiendo cosas, y ya ni aguanta más y estalla. Eso s lo que me está pasando ahora. Los posts ahora me salen x los dedos. Están pugnando x salir. Como la comida. Es x eso que escribo tanto hoy.

Erase, rewrite, borrar, recomenzar… Esas dos palabras en inglés son el título de dos canciones q me han marcado d distinta forma. Rewrite (riraito, en realidad), fue mi canción preferida en verano. Erase me gustó desde la primera vez q la escuché, pero no es mi preferida, aunque sí me ha hecho llorar x lo que me hace sentir. Y es que ambas tienen razón.

Borrar mi culpa. Quitarme de dentro todo lo que me daña. Deshacer lo que hice mal. Recomenzar.

Eso es vomitar.

No se trata sólo d comida. Es la forma en la que mi corazón estalla ahora. Con el vómito tato d calmar un dolor que no se calma, con el vómito trato de quitarme de dentro una pena que no es pena y no se puede quitar, con el vómito trato de expresar todo lo que me falta expresar, lo que no dije en días o meses o en años (Es relativo).

No sé explicarlo. No sé por qué estoy malo. Trato de pensarlo, pero me da tanto miedo ahondarme en la oscuridad de esas aguas profundas que hay dentro de mí que me pongo a llorar y salgo a la superficie asustada, jadeando. No quiero afrontar eso que tanto me duele porque no sé lo que es y en cierta forma tp quiero saberlo. Y sé q la única forma d encontrarlo debería ser sola, sin ayuda d nadie. Porque no quiero q nadie gaste su tiempo en alguien tan poca cosa como yo, q vomita para sentirse bien y no logra más que crear un círculo vicioso de dependencia para sentirse mal por eso y evadir la verdadera cuestión.

Hay días en que la sensibilidad se activa tanto que la gente me daña con sólo mirarme. Hay días en que un roce de un extraño puede hacerme querer llorar, como si me hubieran metido un cuchillo. Hay días en que sólo quiero estar sola, perdida entre las horas, y las obligaciones me mantiene ocupada y con la mente entretenida hasta que llega el momento de disiparme y recuerdo que soy una asquerosa masa humana llena de imperfecciones.

Sí, eso me duele: no ser perfecta. No ser una persona perfecta, a la que la gente acepte como es, que gane algo por mérito propio, que merezca algo por su esfuerzo, que reciba cosas por haber dado sin esperar nada a cambio; alguien buena en lo que hace, buena con las personas, buena consigo misma, feliz, exitosa, amorosa, inteligente, talentosa. Lo q sea. No soy nada d eso. Y miento, miento para parecer q lo soy, y me meto a hacer cosas q no hago bien, y trato y sigo luchando pensando que a fuerza de costumbre las cosas serán como quiero moldearlas.

Ya no me llena echarle la culpa a las personas que me rodean, porque no le guardo rencor a nadie a pesar d q me duele muchísimo las cosas q han pasado con las personas clave de mi vida, y aunque ha pasado mucho tiempo ya, es como si hubiera perdido la capacidad de cicatrización que en algún momento tuve. Sé que esa capacidad sólo la tendría si estuviera bien, pero es que en el fondo no quiero estarlo. Y eso es porque m siento segura en mi malestar. No c por qué. Siempre me he sentido cómoda, segura, en esta oscuridad. Por eso me cuesta tanto sacarla. Costumbre? Supongo.

Y es ese dolor que siento de las cosas que pasaron y están pasando, que no son graves ni trágicas como pudieron ser, o como fueron en algún momento, que emocionalmente no puedo aguantar, y físicamente se traduce en vómito. Vomitando trato d expresarme, de rebelarme, de borrar el dolor. Borrar el dolor, el hecho de no ser lo que quiero ser, lo que los demás necesitan que sea. Borrar las cosas que hago mal, todos mis errores y mis culpas, todo lo que me hace daño. Borrar la cosas que los demás me hacen y dice, y que me duelen, que se clavan en mí como mil cuchillos en todo el cuerpo. Erase.

Cuando no logro sacar mucho de mí me siento intranquila, atascada. Cuando sale la comida con fuerza siento mucha paz. Y cuando he terminado me siento vacía, tranquila, y segura. Como si todo hubiera terminado. Pero inmediatamente me inunda un dolor mudo, que sólo se hace notar al darme cuenta de que es sólo una forma indirecta y tácita de expresarme, lo mismo que el teatro, lo mismo que el canto. Y que así como ellos, se me hace parte de mí, por el hecho de ahora poder y querer hacerlo. Porque a pesar d q no sea algo que lleve a cosas buenas, me hace bien, me ayuda a expresar la rabia que mi mente ha fijado simbólicamente en la comida. Me odio, odio mi cuerpo, odio cómo me queda la ropa, odio cómo me siento conmigo misma. No me entiendo.

Sólo quiero volver a ser una niña pequeña, que quepa en el regazo abrigado de mi mamá. Y ahí poder descansar, tranquila. Segura.