Cenicienta de cable

Esta semana ha sido bastante ajetreada, no xq haya tenido exactamente muchas cosas q hacer, sino xq no he tenido tiempo d escribir (Suena contradictorio, pero así es). En fin, cuánto más lo pienso, más m doy cuenta d q quizás sean pocas cosas las q me han pasado q sean como para escribirse, pero me dejan material suficiente como para mantenerme tipeando x horas. Tengo mucho q escribir! Y es extraño, xq no es q haya hecho nada interesante. Me he mantenido bastante ocupada y relajada a la vez: entre el sueño, la TV, la nueva chamba, y el poco tiempo libre q me quedaba d mi verano, no he podido escribir nada nuevo. No me han sucedido cosas dignas d escribirse (Cuándo he escrito algo digno d escribirse???), en realidad estos han sido días movidamente tranquilos. Cómo definir ese término? Trámites, relacionándose con poca gente, ir a lugares a los q se suele ir (Como al colegio a pintar, o a los ensayos a cantar, o a las clases d canto a tratar d mejorar, o a la chamba). En realidad no recuerdo completamente las estupideces q he estado haciendo estos días: sólo sé q nada realmente interesante. Bah, es q últimamente me estoy sintiendo bastante desanimada, creo q es eso. La depresión me ha vuelto. Vaya, ya me enredé.

En fin. D lo primero q tenía q hablar es d mi nueva chamba. Más q trabajo yo le llamaría cachuelo (Trabajo intermitente y poco duradero, en el q puedes ganar muy poco o bastante). Como comenté en algún post anterior, consistía en promocionar un producto q se llama Directv (Una especie d televisión x cable), pero vestida d Cenicienta. Algo así como una anfitriona o promotora, sólo q tirando más para actriz, xq además d tener q estar todo el tiempo dentro del personaje, tenía q hacer un pequeño sketch con una compañera (A la cual llamaré Diana y dedicaré un post aparte, xq realmente lo vale, ya entenderán la razón).
El primer día de trabajo, viernes 22, llegué temprano a la agencia Star, la q me contrató (Con todo y contrato), más temprano para q me pudieran hacer el peinado. Los malvados clientes no quisieron q usara mi pelo natural (Está imperceptiblemente más claro x el sol y el verano) y x eso me pusieron una peluca d un rubio tan blanco q más parecía el pelo d Barbie q el d Cenicienta... Pero ni modo, gajes del oficio.

Primero me puse el maravilloso vestido, q terminó dejándome sin aire d lo apretado q estaba. Y eso q no tenía barbas ni era corsé, simplemente era pegado y apretado. No me cerraba y me asusté! Pero aguanté un poco la respiración y cerró. Q maravilla d vestido! Me sentía recontra extraña xq me aplanaba un montón el busto y hasta hacía q se deformara un poco (Y eso se veía bien feo), pero por encima todo lo apretado salía y parecía q el escote era mayor d lo q es y q mido más d 90 (Cuando debo estar en 84). Tipo los corsés q hacen q t veas plana pero luego todo sale x encima... Le daba un toque extrañamente sexy a la inocente princesa. Y bueno, d largo me quedaba super largo aún con tacos, pero luego con el fustán se arreglaría. Luego el maquillaje, el mismo q usaba para el teatro y el q me puse para la sesión d fotos –O sea, a lo prostituta si es q no estoy subida en un escenario y las luces no se tragan el color. Después: sección peinado. Una señora “me” hizo el moño, algo desastroso xq no c parecía mucho al d la princesita, xq tenía q taparme el cabello rebelde q siempre he tenido alrededor d la cara, las patillas rebeldes, y encima como soy cabezona la malla no me entraba en la cabeza y era un lío hacer q no se viera mi cabello oscuro (Contrastado con la peluca). Mil ganchos en la cabeza, mechones q salían de su sitio, algo d laca y sufrimiento. Lo peor es q ese peinado tenía q durar para 4 días más, xq la activación (Así le llaman al evento, no c xq) iba a ser en total 5 días: 22, 23 y 29 d febrero y 1 y 5 d marzo. Luego d la peluca vino la fase final: el fustán. Tres aros d metal, el d más abajo más grande q un hula-hula, hicieron q el vestido, q me quedaba archilargo, se ensanchara tanto q x dentro tuviera la posibilidad de cruzar las piernas o patear incluso, pero por fuera pareciera una campana. Todo un vestido d la época victoriana. Lo único malo era q el fustán d la falda (No los aros sino las miles d faldas q tb se usan para dar volumen, no c cómo se les llama) era bien delgadito, y eso hizo q los aros se notaran mucho y pareciera q era una tela sobre una estructura redonda. Pero en conjunto el vestido se veía muy bien. Me sentía todo un maniquí, tanto así q ni pasaba x las puertas d lo voluminosa q estaba. X último: guantes, collar, vincha y zapatitos. Cenicienta estaba lista para una sesión d fotos y para irse.

IRSE? Cómo iba a irme d ahí? “En taxi, pues. Vamos a la avenida a coger alguno”. -_-. El grupo ya estaba completo (Ceni, operadora, y otra pareja q se iba a hacer un sketch similar en otro lado, conformado x Hannibal –el caníbal- y un repartidor d pizzas caracterizado x el príncipe Gabriel), y luego d las fotos todos en filita india salimos a la calle en pos d la avenida, para buscar un taxi q nos llevara a cada grupo a su lugar d destino. Ya se imaginarán la vergüenza q pasé apenas crucé la puerta d entrada (Sin contar las vergüenza q pasé con los modelitos y trabajadores d la agencia q me vieron vestida así antes d cruzar la puerta d entrada). La agencia está situada a una cuadra d la avenida, pero para llegar a ella había q pasar frente a un MERCADO. Y no sólo eso: hay bodegas y hombres parchando las pistas (Xq, oh, sí, al alcalde d Miraflores se le dio justamente x hacer huecos en el suelo y querer parcharlos). Me vieron desde los bebitos en coche hasta los viejos verdes. Y todos voltearon a verme. Lo peor: no era q al menos alguno d los disfrazados lo pareciera, no. La operadora simplemente parecía una ejecutiva, Hannibal estaba vestido d naranja y más parecía un barrendero municipal q un psicópata (No tenía la máscara ni la camisa d fuerza), y el repartido d pizzas Gabriel parecía vestido d civil (camisa roja, jean y gorra). D todo el grupo, Cristal era la q más llamaba la atención. Para colmo: a Diana (La teleoperadora) y a mí, como éramos del mismo grupo, nos hicieron esperar en la esquina d la avenida (“Primero se van ellos, q tienen q ir más lejos”), y frente a nosotros pasaron buses repletos d gente q estiraban la mano a ver si podían coger mi vestido, o gritaban cosas extrañas o simplemente miraban descaradamente. Incluso un señor se nos acercó a hacernos el habla. Estaba peor q en Halloween. Sólo me repetía todo el tiempo: soy invisible, soy invisible.

El vestido era tan grande q no entraba en el carro. Y eso q éramos dos en la parte d atrás d una station wagon! Me daba miedo, además, xq no quería deformar los aros del fustán, pero terminó siendo inevitable. Y como para hacerme sentir peor, la chica q nos estaba supervisando hizo una parada para recoger a una familiar q tb se sentó con nosotras en la parte d atrás. Al final el vestido se arrugó, y cuando llegué al Jockey Plaza (El primer lugar donde haría el ridículo) estaba deforme d nuevo. Lo peor es q cuando ajé del taxi la gente me miró como si fuera un extraterrestre, yo sólo me reía d las cosas q me decían y me repetía q soy invisible.

Lo peor y a la vez mejor d ese día fue q nos hicieron esperar y empezamos con una hora y media d retraso: no nos dejaban entrar xq hubo un lío con los papeles, la gente de Directv q había contratado a la agencia se puso furibunda y los gerentes de la tienda de ropa q sería testigo de la aventura se hacían los locos y nos paseaban, xq estaban en reunión. En fin, la espera valió la pena xq conocí un poco más a Diana (Reí mucho y ya diré la razón), y empezamos con muchas ganas. Las ganas se fueron cuando llegué al módulo de Directv y me dijeron cómo era la cosa: “Tienes q abordar a la mayor cantidad d gente q puedas, sorpréndelos con el speech y trata d q se acerquen al módulo”.

Me asombré d lo rápido, vocalizado y fuerte q dije mi parlamento. Por momentos me sentía una locutora d radio, d lo´más rodícula.

“Hola señor/a! Mi nombre es Cenicienta. Se acuerda de los cuentos q le contaban d chiquito/a acerca d mí y del príncipe encantado? Ah! Pero ud no sabe la verdadera historia, cierto? Bueno, resulta q el príncipe encantado, en realidad, no es ningún príncipe encantado; es más, ni siquiera es un príncipe...”

(Mira hacia ambos costados, como asegurándose d q nadie la vea)

“En realidad, él es...”

(Aparece la operadora e interrumpe)

“Señorita Cenicienta, la llama el Príncipe Encantado, dice q es urgente”

“Oye! Me acabas de interrumpir la historia justo en la parte más interesante! Ahora ya me malograste el final! (Al público). Señor/a, no permita q este tipo de cosas le pase mientras está viendo su programa favorito. Si ud tuviera DIRECTV (Se lee: diréctivi) plus en casa, no le sucedería más, xq puede poner pausa en vivo, adelantar y retroceder lo q estaba viendo y volverlo a ver sin perderse de nada; puede grabar sus películas, partidos de fútbol o musicales y además graba automáticamente todas las temporadas de sus series favoritas; porque CON DIRECTV, VES LO QUE QUIERES VER CUANDO LO QUIERES VER. Si desea puede acercarse al módulo de Directv para q le den más información. Hasta la próxima película!”

Al final, Diana y yo terminamos cambiando bastante el speech. Me sentía bastante intimidada xq los trabajadores d la tienda q siempre están ahí, respondiendo y guiando a los clientes, me miraban con una mezcla d curiosidad, burla y perversión. Un par me trataron d hacer el habla. Incluso un gerente d la tienda quizo bailar conmigo el vals, cuando me vio q para tratar d meterme en mi personaje más empecé a dar vueltas mientras tarareaba alguna d las canciones del cuento. Pero en conjunto salió tan fatal ese día...! Estábamos tan cansadas x los tacos altos y la postura erguida de princesa, encima hablando con gente q o bien estaba apurada o bien no t hacía caso xq no le interesaba, o bien viendo hacia otro lado evitando el contacto visual con los hombres mirones q me analizaban d pies a cabeza y q muchas veces lanzaban piropos... “No me dijeron nada, todo se lo dicen a Diana”. Cuando terminamos y me vestí d Cristal me sentí super frustrada, mucho más cuando la supervisora nos dijo q la meta era llegar a vender algunos paquetes, mínimo 5.

Terminé super cansada y llegué a mi casa y me quedé dormida en el sillón mientrs veía tv conVale, mucho más temprano d lo q acostumbro dormir. No me paré hasta la mañana siguiente, y recién ahí caí en la cuenta d dónde había pasado la noche. Recordaba q Vale me había tratado d levantar, incluso mi mamá me dijo q ella tb me trató d convencer d q me parara, pero nadie pudo con mi cansancio.
El segundo día fue, en mi opinión, el mejor d todos. No sólo la gente con la q traté, sino x las cosas q pasaron. Llegué sólo maquillada y con la peluca (Deshecha, ponérmela fue todo un lío), y aún así llamaba mucho la atención (Quién va x la calle pareciendo un payaso?). Pero Diana no había comido nada en esos dos días (X falta d tiempo) y nos importó mucho menos el hecho d resaltar, nos fuimos a la cafetería y comimos a vista y paciencia d todos los trabajadores q no estaban d turno. Al principio, ya en nuestro campo, parecía poco prometedor, pero conforme me movía y le iba cogiendo el truco empecé a divertirme un montón. Me dí cuenta d con quiénes debía hablar y a quiénes les podía interesar lo q les decía (Evitando, obviamente, hombres solteros). Mi público objetivo: padres d familia, de preferencia con niños; señoras mayores y cualquier persona q tuviera pinta d ver mucha tv, no caminara apurada y q al mirarme me devolviera la “Dulce” sonrisa q le dedicaba. Pesqué así a muchos. Llamaba la atención x mi sonrisa d plástico (Terminaba con los músculos risorios adoloridos) y xq muchas veces caminaba como modelo o moviendo la falda del vestido, incluso al final me puse a bailar vals sola tarareando "soñaaaaaar es deseaaar la diiiichaaa". Pero a pesar d todo, no siempre lo q decía era escuchado. Diana y yo terminamos agregando cosas (“Ya encontraron su zapatito d cristal”, “llámame en 5 minutos” y mucho blah blah blah para convencer a la gente) y quitando otras q no servían, el speech terminó siendo bien distinto al original =P. Muchas veces las personas cuando decía la palabra Directv se reían o se desilusionaban x tener a Cenicienta vendiendo cable, y terminaban yéndose y dejándome con las palabras en la boca. Así q muchas veces no c puso hacer todo el sketch completo y simplemente entregaba los volantes. Otras veces la persona estaba tan apurada q simplemente me saludaba y yo decía lo más importante. Otras veces eran los niños los q se me acercaban... Y cómo le voy a vender cable y televisión cómoda a un infante d 4-7 años? Simplemente decía lo más interesante (aparte d mucho floro princesezco) y los despachaba. Lo mejor y más rico fue cuando un montóóóóón d gente se aglomeró a mi alrededor, y ahí sí q aprovechaba no sólo para hacer el speech completo y con agregados, sino para hablar con los niños y tomarme fotos. Recién ahora me doy cuenta d la cantidad d gente q tiene celular con cámara, xq eran más los papás q fotografiaban a sus hijitos con su cel q con una cámara (Aunque hubo una señora q parecía q nunca en su vida había agarrado una cámara xq la cogió con el lente apuntando hacia ella, y cuando la niña le dijo q la volteara, la señora se auto-apuntó pero con la máquina d cabeza . Me dio lástima. Eso sucedió el 4° día, q fue en el lugar más alejado d todos, en las afueras d Lima). Lo malo es q estaba incómoda xq reventé el vestido y tenía un pequeño hueco en la espalda, al costado del cierre.

El tercer día fue aburrido. Fuimos solas, sin supervisor. Fue en un supermercado q queda cerca d mi facu (Más cerca de la factoría donde practica Bruno, pero no apareció). La peluca estaba en un punto crítico y el vestido me quedaba un poquitín más holgado, felizmente. Si la gente en una tienda departamental (Creo q se le dice mall en otras partes) camina rápido, aunque vagamente, xq en realidad está paseando, en un supermercado va volando, xq sabe a dónde va y muchas veces compra lo q necesita, lo coge apresuradamente y corre a alguna caja. Las personas q van, normalmente, viven super cerca, así q frecuenta ese lugar y sabe el sitio d cada cosa q va acoger. Así q era más difícil encontrar caras amigables a las cuales embaucar con el cuento d la Cenicienta de cable. Me pasé más rato dando vueltas x el super, evitando (Para variar), contacto con hombres aguantados, tratando d reconocer personas con las q no haya hablado ya, y bastante distraída x cierto, xq nadie se me hacía blanco fácil. Y yo tp estaba d humor para chambear. Fue el día en q menos Cenicienta me sentí, después del éxito del sábado anterior era como un retroceso. Estaba como desanimada, como aburrida, como sin ganas. Lo bueno es q me encontré con mi profe d canto (Q vive a dos cuadras d ahí n_n) y una “amiga” del colegio, q me saludó con cara d “no puedo creer q estés haciendo esto” mezclado con asco y burla. Quería q me viera hablando con los niñitos, pero al terminé huyendo d ella.

El cuarto día fue el más retador para mí, xq sería en uno d los conos d Lima (Ex pueblo joven, barriada, asentamiento humano o como se le quiera llamar), y eso significaba gente más pobre, menos culta, y hombres q disimulaban menos su morbosidad. Sabía q sería el lugar donde más incómoda me sentiría, xq sentía q ahí los hombres me comerían con la mirada (Aclaro: Diana es mil veces más bonita q yo, para mí ella debería haber sido Cenicienta x la cara y el cuerpo y la habría hecho mejor q yo; pero desgraciadamente era yo la de la cara d prostituta, el corsé pegado y las tetas salidas y ESO era lo q llamaba la atención, aunque ella tb recibía muchos piropos). Me tuvieron q mandar a una peluquería y volver a hacer la peluca, xq estaba realmente feo el peinado anterior. Y todo el camino nos lo pasamos riendo (Ya contaré), y en el fondo me trataba d preparar psicológicamente para el trauma q pasaría con la cantidad d hombres q se me acercarían simplemente xq les parecería llamativa. Incluso me maquillé menos para no llamar tanto la atención! Y al final no fue tan malo. Ví d todo: desde gente bien vestida hasta gente paupérrima. Pero fue donde más observada fui, definitivamente. Y con tanto descaro q simplemente daban ganas d dar d cachetadas a la gente. Pero no podía hacer absolutamente nada xq si Cenicienta se ponía a repartir golpes a todo hombre q osara dirigir sus globos oculares hacia ella, aparte d ser sacada con camisa d fuerza x el personal de seguridad, acabaría con la ilusión d los niñitos q se me acercaban atraídos x el super vestido (Muy pocos sabían cómo “me llamaba”) y encima, me despedirían. “Compostura, Cristal, recuerda las palabras d Sil, algo así como ‘Q miren si quieren’. Debo aprender a q si me quiero dedicar a esto, voy a tener q aguantar miradas d todo tipo. Acaso cuando actúas sobre un escenario no t mira la gente? No me están toqueteando ni nada d eso, sólo me miran. Q miren lo q quieran”. Sin embargo habían trabajadores q me tomaban fotos mientras hablaba con el público, y hombres del público q me lanzaba miraditas poco disimuladas y palabras demasiado amigables, y eso me estresaba sobremanera, xq me sentía observada y acosada x mirones aguantados q sólo quería tener un “recuerdo” (Con zoom d mi busto saliente) y público q definitivamente escuchaba complacido lo q decía pero definitivamente no compraría Directv, xq no c me acercaron realmente xq les interesara el cable. Felizmente terminé por no darle demasiada importancia, “Mi prioridad son los niños y vender paquetes, no defenderme d lobos hambrientos”. Pero no perdí la oportunidad d escapar d celulares con cámaras q aprovechaban cuando me agachaba a hablar con algún niñito o tomarme fotos sonriendo chuecamente. Muchas veces no lo logré xq pararme era una odisea, lo lograba con bastante esfuerzo: tenía q levantarme sólo con la fuerza d los músculos d mis piernas, sin ayuda d las manos, ya q si me inclinaba hacia cualquier costado temía q mis chichis terminaran x escapar del vestido. Como para empeorar el proceso, el taco se me atracaba con algún aro del fustán o el encaje de la tela, y la forma del vestido hacía resistencia como si fuera un desatorador del water y me jalaba hacia abajo.

Lo bueno es q ese centro comercial estaba llenecito d gente xq justo había un evento d peluquería gratis, aunque se me acercó menos gente q el sábado anterior. Muchos parecían ni entender lo q les decía, muchos no me respondían lo q les decía, y ni se inmutaban cuando les preguntaba sus nombres o trataba d interactuar con ellos. Habían veces q me daba pena hablar, xq sentía q muchos ahí no tenían ni cable (Como yo), pero igual debía seguir con el show. Al final me divertí jugando con unas niñitas y unos peluches q habían x ahí, y me dio pena no tener plata, xq es el Saga Falabella donde más ropa bonita he visto, más bonita q en Miraflores, San Isidro o incluso el Jockey Plaza, q se supone q es el mall más grande d todos. Hubieron momentos en q no buscaba gente sino q miraba ropa, incluso una vez le pedí a Diana q me mostrara disimuladamente un polo bien bonito q había x ahí. Lo más frustrante: todo estaba más barato q en otros Sagas. Y al final no quería irme, xq estar ahí era estar cerca d Bruno: cosía el hueco del vestido en el taxi de ida, y cuando levanté los ojos vi el nombre del instituto donde él estudia. Resulta q está a menos d dos cuadras. X fin sé dónde queda, pero no c cómo llegar y no creo q lo haga sola jamás.

Han sido 4 días realmente graciosos. Me ha pasado d todo, me han dicho d todo. X primera vez en mi vida sentí cómo se siente q t miren lo q tienes adelante y no q volteen cuando has pasado a mirarte lo q tienes atrás. Y es muy incómodo! Pero esta chamba me ha hecho darme cuenta d q, en verdad, les tengo fobia a los hombres! Y no está bien eso, para nada! Temo q me miren, q me toquen, q me hagan algo, vivo psicoseada x eso, y es enfermizo! Odio cuando me dicen algo, cuando me miran siquiera un poquito, no lo soporto xq ya pienso q me tienen ganas (simplemente x haber nacido mujer) y me siento mal, y me doy cuenta d q en verdad, no es bueno pensar así.

Pasaron demasiadas cosas, tantas q no recuerdo. Cada persona a la q hablaba era un caso distinto. En la calle me gritaron desde Blancanieves hasta mi bella genio (Q tenía q ver la última?). Me miraban como si acabara d salir de un manicomio (La operadora era la celadora). Muchas personas no sabían quién era mi personaje (Q poca infancia!), y recién caían en la cuenta cuando yo decía “Mi nombre es Cenicienta”. Lo común en ambos días fue q me confundieron con Blancanieves o la Bella durmiente, x el color d mi vestido. “No q tenías el pelo negro?”, “Dónde están los enanitos?”. Se me han acercado locos, pervertidos, jileritos monses, padres d familia bastante motivados, esposas serias, niñas ilusionadas, niños malcriados, señoras admiradas x el maquillaje y el vestido q me decían q estaba muy bonita, señores q decían cosas q preferí no escuchar... A un montón d chibolas les metí un floro impresionante, como q “Bella es mi amiga, y es muy bonita en verdad, tan bonita como tú”, o “Blancanieves no vino aquí porque está en otra parte, y La bella durmiente está durmiendo. Felizmente ya tiene al príncipe Felipe para q la despierte siempre q se quede dormida”. El segundo día hubo una niñita q c me acercaba a cada rato, diciéndome q le iba a pedir a su mamá q le pusiera Directv, y me miraba como si estuviera viendo a un ángel; varias niñas tocaban mi vestido y decían q era muy lindo y yo les respondía q cuando crecieran y tuvieran mi edad, ellas usarían uno así d lindo; una niña incluso me levantó la falda buscando mi zapatito d cristal, y cuando terminé d decir todo el rollo d la propaganda a sus papás, le mostré con esfuerzo mi pie (Con esfuerzo xq el fustán es tan grande q es bien difícil sacar el pie d la falda). Unas señoras d edad me pidieron q les presentara a mi príncipe, y eso me divirtió muchísimo; muchos papás q se me quedaban mirando, preguntándose d dónde había salido. La mayoría del tiempo trataba d mantener la inocencia y el candor del personaje. Q hacía? Chamba es chamba. Me pone d muy buen humor interactuar con la gente, aunque a veces sea incómodo o yo no sepa manejar la situación adecuadamente. Me divertía mucho y usaba las situaciones y les sacaba el jugo, con tal d vender el producto! Y no c si lo haya logrado en verdad, pero el supervisor (El mismo desde el 2° día) dijo q estaban encantados con mi personaje y q d hecho me llamarían después para otras cosas. Ojalá!