.jpg)
Han pasado ya 3 semanas. Van 19 días desde q no sé nada de él. José le pasó la voz para ir al teatro, posiblemente otros han intercambiado palabras con él... Pero yo no. Tengo la sensación d q me ha bloqueado en el msn. Y me da una pena inmensa, xq necesito al menos leer su nickname, para saber cómo le va.
Soy una obsesiva. No puedo olvidarte. La vez pasada se me hizo más fácil cambiar mis sentimientos hacia ti, pasaron 28 días sin verte y me di cuenta d q podía hacerlo. Estaba decepcionada, herida, dolida, muy mal. Pero ahora, después d haber hablado y saber q me quieres d alguna forma y nunca quisiste jugar conmigo, ahora soltarte es mucho más difícil... Mi mente, d alguna forma mi intuición, me dicen q debo dejarte ir, q debo dejarte pasar, q lo mejor es atender otros asuntos, ocuparme en otras cosas, conocer otras personas y esperar a q tú t conviertas en un simple recuerdo. Pero mi corazón y una buena parte d mí misma, d mi espíritu, d mi intuición, me dicen q debo seguir recordándote, poniéndote como un fantasma a mi costado en cada cosa q hago para q no t vayas d mi vida y así cuando vuelvas, algún día, yo pueda corresponderte y podamos iniciar nuestra historia. Soy tan idiota, tan imbécil, q pienso, q aún creo, q a pesar d q t pedí q nos alejáramos d la vida del otro, algún día aparecerás en mi casa, me dirás q viniste xq no aguantabas las ganas d verme, q me extrañabas como loco, q terminaste con Pamela, q ella está mucho mejor ahora, no t guarda rencores, y q no t imxta lo q diga el esto del mundo o si es muy pronto o si nuestros entornos son diferentes, quieres intentarlo conmigo el tiempo q sea con tal d intentarlo y no t irás d mi casa ni me soltarás del brazo hasta q diga q sí.
Bruno, has ocupado tantos huecos d mi corazón... impediste q me sintiera sola cuando Mu se fue, me diste alegría cuando Leo no me hacía caso, me protegiste cuando no tenía padre y mi hermano vivía para sus trabajos, me alegraste el día cuando ningún otro amigo lo pudo hacer. CÓMO DIABLOS QUIERES Q T OLVIDE, Q T DEJE D LADO, Q T CONVIERTAS EN UN AVE MÁS Q SE CRUZÓ X MI CAMINO, como tú me dijiste ese día? Cómo pretendes q todo lo q siento se entierre en mi memoria, bajo la forma d un bonito recuerdo, q algún día sólo me traerá ganas d reír? Bruno, necesito saber d ti, cómo t va, si sigues con Pamela, si tus papás están bien, si t sigue yendo bien en la chamba, si vas a segur actuando, q días tienes clases, q dicen tus amigos... Necesito verte, sentirte cerca... Muero x besarte d nuevo, xq tú me busques otra vez... pensé q se me pasaría pronto, pero no hay ni un solo día q no piense en ti, no hay un solo día en q cualquier cosa me recuerde q existes y q no estás conmigo xq t lo pedí y tú estuviste d acuerdo en q eso era lo mejor. Aún recuerdo q me dijiste q me ibas a extrañar mucho, xq ibas a estar con Pamela pero ibas a dejar d verme a mí, y q eso podría confundirte aún más xq mi ausencia haría q tu balanza se fuera x mi lado... Bruno, no quiero q me extrañes si es q vas a hacerle daño a alguien con eso, y quiero q me extrañes si es q eso nos unirá...
No creo en las coincidencias. Todo tiene una causa. Y x eso se me hace imposible creer q sólo serás un chico más d la lista d los q me gustaron. T pusieron en mi camino no de una, sino de dos formas, como para q no t me pasaras desapercibido. Parecía q el destino quería decirme “Cristal, fíjate en él”. Por qué t pusieron en mis narices en todas las circunstancias posibles, si después no ibas a significar más en mi vida q una decepción más? Por qué alguien a quien quiero tanto me tiene q hacer tanto daño? Por qué iba a tener q verte hasta en la sopa, si después t ibas a ir d mi vida al poco tiempo? Q papel tan importante ibas a desempeñar en mi vida, como para q las circunstancias t pusieran en dos d mis entornos? Simplemente debo recordar los bellos momentos q compartimos, las salidas, las risas, las bromas, las lágrimas, las despedidas, las discusiones con los demás, los problemas, el trabajo, los amigos, las ampollas, los besos fugaces, las caricias tímidas, todo? Debo guardar todo este pesado bagaje en una caja en algún rincón d mi corazón, xq al final no me sirve para nada? Bruno, has significado DEMASIADO para mí! No sólo eres mi amigo, no señor! Eres el primer chico q me gusta q realmente puedo conocer a fondo, sé de qué pie cojeas y cuáles son tus sentimientos con el mundo y a pesar d q sé q no eres perfecto PARA NADA, t acepto tal y como eres, y así t quiero. A mí no me pueden engañar cuando me dicen algo d ti, porque te conozco muchísimo más q cualquier otra persona del teatro, mucho más! No pueden cambiar mi opinión acerca d ti xq ellos hablan por lo q ven d tu comportamiento. Yo, en cambio, sé por qué te comportas d esa manera. No sólo t conozco xq t ví mucho tiempo super seguido y me hablaste d algunas d tus cosas; este 6to sentido me permite sentir y ver tu espíritu, conocer al verdadero Bruno; al q en el fondo está confundido y no sabe si lo q hace con su vida es lo correcto, y le teme al cambio porque lo conocido es más cómodo; al idealista q sigue sus sentimientos e impulsos sin preocuparle lo q dicen los demás, sin importarle si queda como un malcriado o un rebelde sin causa frente al resto; el apasionado amante del teatro y los autos; al q le duelen las cosas q los demás le hacen, pero hace como si todo le diera igual; el romántico empedernido, detallista a más no poder, soñador moderado, oso cariñoso y amigo molestoso; el q escucha sin escuchar porque está pensando en alguna forma d hacerte reír para olvidar, o t escucha con atención xq sabe q necesitas llorar; el Bruno q me mira con cara de bobalicón pero huye d mis ojos celestes cuando éstos se atreven a mirarlo; el q no se aguanta las ganas d besarme y se inventa las más disparatadas, a veces obvias pero siempre encantadoras forma de conseguirlo; el q me buscó sin razón alguna, el q me prestó atención cuando nadie más lo hacía, el q quiso ser mi amigo, y me dijo mil veces “bienvenida a mi mundo” cuando me contaba algo nuevo o yo descubría algo d él. El q siempre, incluso antes q yo me diera cuenta, sintió algo por mí. Aunque sea mínimo.
Cómo fui tan tonta? Cómo pude pensar tanto tiempo q se hacía el machito y q simplemente le parecía bonita, o agradable, o estúpida? Cómo pude pensar q él buscaba nada más q pasar un buen rato y autosatisfacer su ego? Cómo pude ser tan ciega y tonta y no aproveché el tiempo q estuvimos juntos al máximo? Siempre te quise, Bruno. Siempre, desde antes d conocerte, siempre te quise. Tarde me di cuenta. Creo… no, SÉ q este cariño viene d otra vida. Xq es muy fuerte, más q el q he sentido x cualquier otro chico. Xq a nadie conocía como a ti. Xq con nadie compartí tanto tiempo contigo. Xq nadie se arriesgó y dejó d hacer cosas y sacrificó su tiempo, sueño, estudios, dinero y enamorada por acompañarme a mi casa o quedarse conversando conmigo hasta altas horas d la madrugada. Nadie me prestó nunca tanta atención ni demostró tanto interés en estar conmigo, d cualquier forma. Nadie me hizo ver q los hombres no eran malos, q la calle no es tan peligrosa y q la vida despreocupada puede ser interesante.
Desde q te conocí, Bruno, resaltaste de entre el resto d las personas. Recién me doy cuenta d q estabas como enmarcado. Fue en la época en la q más necesité a Leo y en la q menos estuvo. Incluso Mu desapareció xq estaba estudiando para sacar un certificado francés del colegio, y casi ni hablábamos. Estaba muy dañada x todas las personas q me rodeaban, me sentía muy sola y comenzaba mi período fuerte d anorexia. José, un conocido q había actuado conmigo en “el Rey león”, la primera obra q hice fuera del colegio, me pasó la voz en un gesto d amabilidad para un taller de teatro gratis, dictado por uno d los actores más reconocidos del Perú. No tenía ganas pero algo me decía q fuera, y lo hice. José estaba un poco nervioso, no sabía cómo tratarme xq no éramos amigos, volvimos a hablar x el msn xq él fue a verme a lo de Mamma mía en otro gesto d amabilidad. Y yo estaba d lo más huraña, sin conocer a nadie y sin la intención d hacerlo. D alguna forma el entrar a un lugar donde va a haber mucha gente q no conoces hace q tus sentidos se agudicen y empieces a observar a las personas, sobretodo del sexo opuesto. En mi caso, miraba con desconfianza a los demás, con afán d protegerme d miradas mañosas e intenciones d entablar algún tipo d relación conmigo. Yo no quería tener más amigos, no quería conocer a nadie, no quería saber nada del mundo, xq todos me habían vuelto a abandonar. Tú no fuiste la excepción: me pareciste uno d los más guapos de los chicos ahí presentes (Y eso q ahora sé q eres feo pero no me pareces feo), me dio la paranoia d “este chico, al igual q todos, se cree el machito, va a querer hacerme la conversación, sacarme los datos y hacerse mi amigo”, y me protegí a mí misma con mi timidez. Sin embargo, la CAUSALIDAD quizo q la primera persona con la q tuviera contacto en el taller d Reynaldo, aparte d José, fueras tú. Ese día nos ordenaron por orden d tamaño y fuiste mi pareja en el baile del pasacalle. Me tomaste d la mano, no me miraste y seguimos los pasos del resto. Me sentí super cómoda contigo, a pesar d q eras un desconocido, sin saberlo supe q ibas a pintar mucho en mi vida. No quería q el baile terminara y soltarte la mano, quería saber tu nombre, a lo mejor comenzaba con M y eras ESA persona. Debo haber escuchado a alguien q t llamó y quedaste descartado. Pero con esa indiferencia q me hizo sonreír, xq me di cuenta d q adoptabas el mismo papel q yo, llamaste mi atención y supe q nos parecíamos en algo.
Las siguientes clases me llamaste la atención aún más x lo creído q parecías, xq comentabas todo lo q los demás hacían y me intrigaba por qué t dabas aires d sabelotodo. Tú estabas sentado a mi costado el día q por primera vez representé “El último brindis”, con José como pareja, como parte d la selección del elenco ya q había mucha gente y Reynaldo quería quedarse con los mejores (Sin intuir q poco a poco muchos terminarían yéndose x cuenta propia, ya sea x aburrimiento o falta d tiempo). Ni nos miramos, pero sabía q me estabas prestando atención, y eso no me disgustaba del todo, a pesar d q eras un extraño. Pensaba q t debía parecer la típica rubia pituca y creída q se jura actriz, como seguro el resto del elenco pensaba. Y yo, curiosa, trataba d escuchar lo q decías del resto, y con cada comentario me decía a mí misma o q habías estudiado actuación en alguna parte o q simplemente te estabas botando. Me tocó actuar en frente de todos por primera vez, y aparte d los aplausos de los asistentes y las miradas asombradas, cuando volví a mi sitio escuché q le decías a tu inseparable amigo “ella sí sabe”, y movías la cabeza afirmativamente. Me dio gusto. Y cuando tú t paraste y actuaste en medio de todos entendí q rajabas d los demás con fundamento: tú sí actuabas muy bien. Recuerdo q fuiste muy original con los movimientos q el profe no había marcado, q fuiste un desgraciado con la q hacía d tu esposa en el número, y q todos t vieron también con respeto. Me dio pena q t cambiaras d sitio con tu amigo, xq ya no t escucharía tan bien y tu presencia no estaría tan cerca.
Dejé d ir al taller x falta d ganas y tiempo pero siempre recordaba a aquel chico medio pedante q hablaba siempre. Y cuando meses después fui al Satchmo a q me viera el director, estabas tú dentro del elenco. No t recordé xq estaba en otra onda, pero tu cara se me hizo familiar. Y cuando x fin caí en la cuenta, me dio vergüenza ser tan despistada. Tú me enseñaste a bailar el vals d “Una vez en un sueño”, en medio del bosque: tú eras un conejo y yo era Aurora. Me parecía q tú lo hacías mucho mejor q el otro chico q tb hacía d tu personaje. A pesar d q lo hacías desganado, xq a nadie le gusta d hacer d animales extras, sin casi apariciones ni diálogos, brillabas y hacías q la gente riera. Hasta F decía q tú lo hacías mejor, con más gracia. Nos seguimos viendo en el taller d Reynaldo y al menos ya sabíamos quién era el otro, d vez en cuando cruzábamos palabras como “hay función este d fin d semana?”, o simplemente “hola y chau”, pero en el fondo había la sensación d saber q nos interesaba saber del otro. Cuando ensayaba para el baile de la presentación de diciembre, me esforzaba cuando estabas presente, y cuando no ibas sentía q faltaba alguien en el elenco. Quería q le comentaras a alguien q bailaba bien (JA), q al menos el pájaro q representaba era creíble o q lo hacía aceptablemente, y lo comentaras con los del Satchmo, simplemente para q me subiera un poco el autoestima y su concepto sobre mí. Me sentía un poco mal cuando empecé a enseñarle al resto los cambios q hicimos con Alicia (A partir d ahí nos hicimos amigas), y sentía q tú, al igual q todos y aunque no bailabas, empezabas a conocer mi parte mandona. A mí me gustaba ver los ensayos d la obra en la q tú salías, me parecías muy chistoso y uno d los q mejor actuaba. Al final t robaste la obra, todo el mundo te felicitó.
Conocí a tu enamorada el mismo día q ensayé por primera y única vez con el Mister. Sentí q ella se puso celosa cuando me conoció, me pareció una chica normal y de genio fuerte, parecía molesta d estar ahí. Tuve cuidado d q no pensara q me interesabas, aún cuando hiciste de Príncipe Felipe para mostrarle al Mister los pasos del baile y los movimientos sobre el escenario. Tanto fue mi interés x él q comenzamos a hacernos amigos y hasta me apodó “reina d los tréboles”, xq estaba tan nerviosa q empecé a buscar tréboles d 4 hojas en los jardines. No entendía xq necesitaba probar q no me interesabas.
También me di cuenta d q el interés d conocernos era mutuo la vez q los ví en la presentación d su obra en un colegio. Ese día no habías ido a trabajar y yo t estaba informando acerca de lo terrible q salió la función sin ti, mientras q tú me dijiste una tontería q más parecía excusa para seguir conversando y al final nos despedimos con un “hasta mañana”.
Me sorprendí mucho cuando casi al final de la entrega d los regalos del amigo secreto en la reunión de fin de año, tú dijiste q la q recibiría tu regalo era alguien a quien tú considerabas una buena amiga, “la segunda vez q repartieron los nombres me tocó esta persona y justo dijeron q iban a volver a hacer el sorteo, y como yo quería ser su amigo secreto como fuera doblé el papelito con su nombre de una forma especial y lo pude volver a coger. Sí, hice trampa”. Todo el mundo rió, incluída yo, q no me dí cuenta d q te referías a mí hasta q dijiste q no sólo veías a esta persona en el taller sino también los fines d semana en otro teatro, compartías bastante tiempo con ella y a pesar d q no hablaban mucho te caía muy bien. Nunca se me pasó x la cabeza q tú fueras el q me mandó un chocolate (Q regalé xq estaba ayunando) y una tarjetita deseándome una buena semana, y q nunca más me mandó nada. Ni siquiera sospeché cuando me preguntaste de la nada en el teatro si yo tenía idea d quién podía ser mi amigo secreto; soy tan tonta q ni cuenta me di q no querías decirme xq eras tú, y q no diste tu brazo a torcer a pesar d q t “chantajeé” diciéndote quién era mi amigo secreto (Reynaldo =S y un chico d ahí). Me alegré inmensamente cuando me regalaste aquel perfume riquísimo y la tarjetita q decía q me considerabas una buena amiga y “Q Dios te bendiga”. Nunca me imaginé q fueras tan religioso, no iba contigo. Bruno, el chonguero del grupo, deseándome bendiciones del cielo y regalándome un perfume q no parecía comprado en cualquier lado? Caramba, se esforzó! No me importó el hecho d q lo hayas comprado a última hora (Todo el mundo se dio cuenta d q desapareciste de la reunión x un buen rato) y d q tu inseparable amigo le regalara a su amiga secreta algo similar. Y cuando te abracé agradeciéndote, me sentí super bien, t sentí cómodo, y t dije q bailaría contigo al menos una canción. Efectivamente la bailamos, pero me ignoraste de una forma tan evidente (Hablabas con tu amigo) q hasta me sentí mal. Pero te entendí, xq sabía q tenías enamorada y q era tu forma d decir “no me interesas”.
Cuando t fuiste d viaje a Máncora en diciembre-enero con aquel amigo q fue con nosotros a casa d F, fui la única babosa q t extrañó. El Satchmo no era lo mismo sin tí, había un gran vacío, y no sabía x q era. Todos reían cuando el director sacaba su mano x la pata del costado y hacía la voz de cuervo de Maléfica, pero a mí me gustaba más lo q tú hacías (Me daba mucha risa el parecido). El conejo y el paje real lo hizo aquel niño, pero no se igualaba a ti en cuanto a la gracia q le ponía. Me dio muchísimo gusto cuando volviste, con tu trencita en el cabello, pensé q era xq sentí q nos habíamos conectado gracias a lo del amigo secreto.
Fue pasando el tiempo, y aunque el taller de Reynaldo no se reunía para ensayar xq nos cambiaron de municipalidad, yo seguía viendo a José, Manuel y Alicia de vez en cuando, al menos nos manteníamos en contacto y ensayaba otra obra con Manuel, mientras q a ti t veía todos los fines d semana. A veces sólo nos saludábamos, otras veces intercambiábamos unas palabras siempre riendo, y pocas veces hablábamos. Cuando t enteraste q yo estaba actuando en Anastasia, tú hiciste un gran esfuerzo y fuiste a verme con Pamela. Recuerdo haberte visto desde el escenario, tú estabas cabeza con cabeza con ella, pero sentía tu mirada. Me dio muchísimo gusto q fueras, fuiste el único del Satchmo q fue, y más significó xq no éramos tan cercanos y habías pagado tu entrada como todo el mundo. Una vez Alex me quiso acompañar a tomar un Té burbuja y d ahí a mi casa caminando, y nos encontramos contigo y otros mas en el lugar, y como mi casa está d camino a la tuya te uniste y t pasaste conversando con él sobre autos y a mí me dejaron d lado, bastante incómoda. Creo q quería q t fueras xq estaba hablando d algo interesante con él. Otro día, no recuerdo cómo, t las ingeniaste para acompañarme hasta cerca d mi casa, y me hablaste d tí todo el camino. Yo estaba un poco abrumada x otras cosas y no t entendí mucho, me dí cuenta d q t hacías muchas bolas para hablar y no t expresabas bien. Recuerdo la mitad d la conversación xq x la bulla, mi distracción y tu forma d hablar no entendía todo. Me asusté un poco cuando dijiste q fácil t ibas en unos meses, si es q ingresabas al instituto donde estudiarías mecánica automotriz, xq no sabías si t alcanzaría el tiempo; yo t aconsejé q no t adelantaras, q en todo caso no lo hicieras xq t convenía el trabajo; me contaste d las mejores épocas del teatro en las q se ganaban 100 soles semanales; y casi llegando a mi casa me dijiste q el 21 es tu número d la suerte y q llevabas 7 meses con tu enamorada.
A pesar d q me cías muy bien y tenía un concepto d ti distinto del q el resto tenía, xq trabajaba contigo y te sentía distinto, nunca se me hubiera cruzado x la cabeza tratar d acercarme a ti. Tengo ese defecto d no querer hacer amigos, y a ti en un aépoca t veía como un conocido más, bastante agradable x cierto. Si no hablábamos, aunque me daba un poco d pena, no cambiaba. Aunque muchas veces quise q eso cambiara. Y cuando hablábamos todo era muy chévere, aunque sólo fuera x unos momentos xq teníamos q salir a escena. Recién comenzamos a conversar seguido un tiempo después, a raíz d q t acercaste a mí con la excusa más estúpida del mundo. Estabas avergonzado x lo q ibas a decirme, pero necesitabas mi ayuda xq sabías q yo estudiaba medicina y la pregunta tenía q ver con química. “Estaba viendo un reportaje en Animal Planet y salía algo d las feromonas, q son las q atraen a unas persona con otras… Quería saber cómo funcionaba eso”. No sabía si t referías a ti mismo conmigo (No c xq rayos me dio esa sensación y me divirtió y asustó al mismo tiempo), y mucho menos sabía q responderte porque la verdad yo también estaba desorientada, así q prometí q buscaría información en internet y t la mandaría luego. Demoré un par d semanas x cuestiones d la univ, y cuando finalmente te mandé la información y la leíste, volvimos a tocar el tema. Te expliqué lo q había entendido mientras tú ibas d un lado a otro llevando los vestuarios, trataba d hablar con naturalidad acerca d un tema tan delicado entre un chico “normal” y una estudiante d medicina (“En el momento del coito actúa la testosterona, hormona masculina x excelencia, y ahí el hombre y la mujer se hacen casi iguales bioquímicamente”), y me dio gusto q sintieras interés x temas d química y biología (Aunq intuía q era una mezcla d excusa con curiosidad). Cuando terminé, sonreíste y con algo más d confianza e inocencia me preguntaste si era normal q una persona pudiera sentirse atraída x su pareja x épocas, y x otras sentir como q no la quiere. La doctora Cristal le dijo q era común y muy normal, q le pasaba a todo el mundo, y q no se asustara, xq según lo q había leído sobre las hormonas y feromonas, “una persona se hace ‘resistente’ a su efecto luego d los tres meses d relación. Si después d este tiempo esta continúa, pasaron d la etapa hormonal a la etapa d los sentimientos, es decir, ahora los une el amor. Y como tú llevas más d 9 meses con tu enamorada, d hecho q ya pasaron esa etapa hace tiempo”. Bruno me agradeció muy contento la orientación científica. Era tanta la confianza en tan poco tiempo q a la semana siguiente se me acercó preocupado, y me dijo con miedo si era grave el hecho d q a una chica se le retasara la menstruación. Le pregunté si había tenido relaciones con ella, y como me dijo q no le contesté q si no había d qué preocuparse, posiblemente era hormonal, estrés o anemia. Bruno se tranquilizó.
Una vez el director me llamó un jueves para decirme q fuera ese sábado siguiente más temprano para ensayar con otra persona el personaje de Bruno y Toto, xq “Bruno”, no iba a poder ir. Me entristeció, xq la función saldría fea sin él. Bruno me había contado x msn una rara vez q lo encontré conectado q iba a tener una función vendida con otro grupo d teatro en provincia, y q no sabía si llegaría a tiempo para la primera función pero q de hecho para la segunda, y q por favor no le dijera nada al director. Cuando llegué ese sábado, el director estaba regañando, diciendo q Bruno era un irresponsable, q ni le había avisado (mentira) y q lo iba a despedir x eso. Empecé a defenderlo, diciendo q él siempre hacía d su chulis y q era injusto q lo tratara así cuando siempre había cumplido en todo, q aun borracho había ido a trabajar y q no era como para despedirlo. El director no me hizo caso y yo me molesté con él, incluso estaba pensando en renunciar si es q d verdad despedía a Bruno y me di cuenta d q estaba muy triste xq sentía q el teatro no sería lo mismo sin él y q lo extrañaría mucho. No quería dejar d verlo. Ya estábamos ensayando cunado apareció Bruno corriendo, diciendo “aquí estoy”; la reempalzante se desilusionó y yo me alegré mucho, xq sabía q Bruno no fallaría. Él siempre cumple sus promesas. Al rato apareció a darme las gracias x haber abogado x él.
A raíz d todas estas cosas nos hicimos amigos. No sabíamos mucho el uno del otro, pero confiábamos demasiado sin razón. En el taller de Reynaldo, recién re-inaugurado, pasábamos el tiempo alejados del resto hablando de tonterías, rajando de la gente del Satchmo o del mismo taller y haciendo planes a futuro. Fue x ese entonces q él me pidió q le enseñara alemán, xq quería llegar a conversar conmigo en ese idioma. Sin darme cuenta, una d las razones principales para ir a ese taller y perder el tiempo ahí era ver a Bruno. Cuando él no iba era un poco decepcionante, xq con los demás aún no entablaba tan buenas conversaciones o en todo caso no teníamos esa química especial. No sentía remordimientos, xq estaba bien claro en mi cabeza q era mi amigo y q sólo eso iba a ser. Sin embargo, había algo q me inquietaba y me hacía pensar q en realidad esta amistad no era tan pura como yo quería creer. Me atraía un poco, me gustaba mucho estar cerca d él y conversar d lo q sea, q él me moleste o me hable d los chismes del Satchmo e incluso a veces pareciera q me estaba jaleando, pero yo me hiciera la loca. A veces tenía detalles bonitos conmigo, me molestaba con piropos en voz alta, me metía cabe para q me cayera, me abrazaba e incluso una vez me cogió el cabello para olerlo! Los demás lo miraban y a mí me mponía un poco nerviosa, pero lo tomaba como un gesto d un amigo muy querido. De estar casi siempre aislado con sus pocos amigos d ahí, Bruno empezó a integrarse más con la gente del taller y a llevarse mejor con varios q eran más amigos míos (Entre ellos Manuel) y me dio mucho gusto xq me hacía caso cuando le decía q no lo odiaban sino q tenían un concepto equivocado de él y q en realidad sí querían ser sus amigos. El grupo se unió mucho más y ya no habían argollitas, sino más uniformidad.
Se acercaba mi cumpleaños y a varios se nos dio x ir a caminar x la zona, hacer chancha y comprar algo d comer en el supermercado para compartir entre todos. Nos quedábamos a la intemperie, a pesar del frío, comíamos panecitos y jugo d naranja. Nuestra relación se hizo definitivamente cercana un día q yo estaba bastante triste xq se acercaba el final del ciclo y el Chino Rata (Un profesor d anatomía, como el Papirriqui), no me hacía caso (Ver posts d Mayo y junio). Me di cuenta en el bus camino a la universidad q yo no era bonita y no le gustaba a los chicos. Tan mal me sentía q sin pensarlo le pregunté a Bruno su opinión… Fue la primera vez q hablamos d cosas personales y profundas, tanto así q nos apartamos un montón del resto, los demás nos miraban con mucha curiosidad y hasta recelo, pero nosotros estábamos dentro d una burbuja y fue tanta la confianza q me inspiró q me abrí y empezamos a hablar del tema. Trataba d consolarme y me dijo q era una d las más bonitas del taller, y q incluso si no tuviera enamorada me invitaría a salir. Me preguntó con bastante vergüenza si yo le aceptaría esa invitación, y le dije q sí, xq me caía muy bien. No estaba segura d haber respondido lo correcto, la verdad lo dije sin pensarlo. Sucedió algo parecido otro día, esta vez yo tenía unas bolsas con ropa q me había comprado antes d ir al taller xq esa semana sería mi cumpleaños y eso me iba a autoregalar, y Bruno, además d mostrar demasiado interés en lo q le decía y mirarme d una forma rara (Q me incomodó y me gustó a la vez), se ofreció a llevar mis bolsas todo el rato q estuvimos conversando bajo la llovizna d junio. Compramos comida en el supermercado q estaba cerca, como las otras veces, y yo me quedé con las ganas d comer una pera xq no tenía plata para comprármela. Bruno me prometió q me regalaría una por mi cumpleaños y yo me reí. Ese día estaba muy contenta xq, para mí, fue la celebración d mi cumpleaños. Me gustaba pasear con esa gente, me sentía cómoda. Tan divertida estaba q se me hizo bastante tarde y me daba miedo regresar sola a casa, así q le pregunté a los chicos si alguien tendría la amabilidad d acompañarme. Bruno se ofreció un poco dubitativo, con la condición d q José tb fuera. El segundo dijo q no podía xq tenía q ir a su casa temprano, y Bruno casi renuncia, pero se resignó al verme con miedo. Fue la primera vez q Bruno fue a mi casa. Él tenía las bolsas en la mano y sacamos la casaca blanca (Q luego se convertiría en mi favorita) para abrigarnos, mientras él me contaba la historia de su vida, acerca d su familia y su pasión teatral, y yo iba conociendo mucho mejor a aquel chico bromista pero en el fondo sensible en extremo. Descubrí cosas d él q jamás me hubiera imaginado, jamás. Y tanta fue mi impresión q le pedí su mano izquierda y empecé a decirle lo q me venía a la cabeza. Hacía mucho tiempo q no le leía la mano a alguien, y temía equivocarme, pero él ponía cara d asombro y se escandalizaba x momentos. “Eres una bruja!!!”, me decía, y reía. El momento cumbre fue cuando le dije q él escribía, y se quedó boquiabierto xq absolutamente nadie lo sabía, y me contó q estaba escribiendo un cuaderno con su historia con Pamela y q siempre lo escondía. Se fue como a la 1 d la mañana, pero en realidad el tiempo se pasó volando.
El día d mi cumpleaños yo estaba muy muy muy deprimida. Primero xq mucha gente no se había acordado. En la madrugada me llamó Julia, una amiga del colegio, pero me imaginé q alguien le había hecho acordar xq ella es bien despistada y hace mucho q no hablamos. Mi cumpleaños no es una fecha q me guste mucho, xq siempre sucede algo q me hace sentir muy mal. Encima Mu no iba a poder ir a mi casa xq la acababan d operar d la nariz y no podía ni salir, y para colmo los d la universidad (Al, Lula, el Hermijo) me habían convencido d hacer una pequeña reunión en mi casa, y dijeron q d todas formas irían a pesar d q la semana siguiente eran los finales d todos los cursos, pero terminaron diciéndome el mismo sábado x la mañana q no iban a ir xq tenían q estudiar. Me dieron un golpe bajo y me regresé llorando un poco en el bus. Al estaba a mi costado pero no se dio cuenta. Estaba un poco tarde para llegar al teatro así q bajé del bus y tomé un taxi. Estaba x subirme cuando sonó mi celular y escuché la voz lejana d J. Las lágrimas, q habían estado contenidas, saltaron irremediable y ferozmente y no dejé d llorar hasta q terminó el día. F me regaló una chalina tejida x ella misma y los demás me miraban con cara d preocupación, xq mis ojos estaban hinchados. En medio d la función tb lloraba un poco. Era extraño ver a la hermanastra d Cenicienta (Aún estaba La Principal) con los ojos hinchados y la cara mojada. Y como no hubo la función del Mago d Oz, q es después d la d cenicienta, salimos todos temprano del teatro. Me dio más rabia todavía q el director no mencionara q era mi cumpleaños ni me comprara una torta o unas flores, como siempre hacía con el resto del elenco. “Es q no quería q se confundiera con el día del padre, q es mañana”. Sí, excusas, la verdad es q t olvidaste. Antes d salir me cantaron Happy birthday, me alzaron entre todos, yo lloraba más y Bruno, al verme tan triste, se ofreció para acompañarme a mi casa. En el camino le conté todo lo q me estaba pasando, Bruno callaba y escuchaba. Pasamos x el supermercado y me compró dos peras, “T prometí q te regalaría esto x tu cumpleaños”, me dijo, y nos sentamos en una vereda, en un parque cerca d la avenida x el q casi siempre paso para ir a mi casa. En esa misma vereda, más d medio año después, le pediría q dejemos d vernos. Esa noche me sentía tan agradecida x su presencia q volví a conectarme con él y le hablé d su relación con Pamela, x primera vez. Se asombró d nuevo y me contó muchas cosas d ella y él. Yo tb le conté algunas cosas mías y d Leo, resulta q eran amigos del colegio =S pero Bruno se cambió a otro colegio y hace mucho q no sabe de él. Se tuvo q ir xq tenía ensayo con los del taller, pero me prometió q iría a mi casa más tarde con ellos a visitarme. Y se fue. Si no hubiera sido xq él me acompañó ese día y mis amigos del teatro q se aparecieron en mi casa en la noche, habría estado muy deprimida. Me regalaron una torta y un calzón con una dedicatoria d cada uno escrita en la tela =P. Obvio, no lo uso!

Esas cosas marcaron mi relación con Bruno. A los 10 días terminaron mis exámenes y volví a salir con Bruno, esta vez yo ya estaba d vacaciones y podía quedarme hasta la hora q quisiera. Me acompañó caminando desde el taller de Reynaldo hasta mi casa, me hablaba d su relación con Pamela y me contaba cosas suyas. X momentos íbamos del brazo o incluso de la mano. Y esa misma noche, en medio d conversaciones tontas d temas más tontos aún q se notaban eran excusa para no irse, Bruno me propuso besarme x chongo, y después d pensarlo mucho, yo acepté. “Pero sólo un pico, eh?”, le dije nerviosa. Me sentí extraña, mucho. “Q, sólo eso?”, me dijo. Le dije q agradeciera xq no era d hacer esas cosas así nomás. Al ratito, después d seguir hablando de más tonterías, le dije yo solita q aceptaba q me besara bien esta vez, q aprovechara antes d q me arrepintiera, y él no perdió el tiempo y lo hizo. Me sentí más rara aún, xq sentía cosas pero tan escondidas q en vez d sentirme bien me remordía la conciencia. No podía creer q estaba pasando eso con el chico con el q trabajaba los fines d semana, aquel amigo q me acompañaba hasta mi casa sin importar la hora y el frío. “No besa tan mal”, pensé, “se siente bien”. Sentí q él lo disfrutaba más q yo, q estaba muy nerviosa y hasta con asco. Al final yo lo alejé xq me dio miedo continuar y q él se emocionara, después d todo se había cambiado d posición y me estaba poniendo entre él y el respaldar de la banca donde estábamos sentados. Él se burlaba d mí, me decía “pecadora, arderás en las llamas del infierno”. Y seguimos conversando. Ya no decíamos mucho y sólo mirábamos a las babosas q dejaban su huella en el suelo. A eso d las 3 d la mañana, muertos d frío, subimos a mi casa xq mi hermana me estaba llamando al celular, y le invité la mitad d un waffle q ella había hecho. Entero tenía la forma d un corazón.
No lo quería aceptar, pero él me gustaba desde antes d q pasara eso. Y acepté xq en el fondo sí moría d ganas d besarlo. Me atraía mucho, y no entendía xq, si no era de mi tipo y tenía costumbres diferentes a las mías. Y sólo me arriesgué xq estaba en mi época d demostrarme q podía ser arriesgada, q podía hacer ese tipo d cosas, quería demostrarle a Mu y amuchas personas q no era tan mojigata, inocente e inexperta como decían. Me estaba empezando a molestar q me dijeran ese tipo d cosas. Me di cuenta demasiado tarde q intentar buscar experiencias q al final me dañarína, xq soy extremadamente sensible, sólo me metería en problemas. No se puede tratar d ser algo q no se es (Una chica normal, q puede hacer ese tipo d cosas sin mayores remordimientos). Esos días q no lo vi estuve confundida, sintiéndome mal y tratando d convencerme d q no podía sentir. Terminé creyendo mi mentira, después d todo “sólo fue una broma, no le sacó la vuelta a su amada enamorada xq no siente nada x mí, no vamos a dejar d ser amigos x eso y a mí no me gusta sólo x haberlo besado”. Sin embargo, habíamos creado un lazo grandísimo con eso, nuestra confianza aumentó, había cierto enrarecimiento en la relación pero lo pasábamos x alto xq nos gustaba estar juntos y tomar té en el huequito del Parque Kennedy.
El resto d la historia la conocen, está escrita paso a paso en este blog, a partir del mes d Julio.
Sigo hablando d tí. Ves q eres el tema principal d mi vida, alrededor del cual gira mi mundo? Q horrible es depender d un fantasma, d un recuerdo, d alguien q no está más a mi lado… Q horrible es no poder olvidar x miedo a hacerlo, x miedo d q t alejes más d lo q ya estés y vuelvas un día y yo ya no t quiera.
T dije q t soltaba xq t quiero. Pero creo q no t quiero tanto como pensé. Más me quiero a mí misma, xq no lo hago x mi. No termino d soltarte. Tengo miedo d hacerlo. Tengo miedo d dejar de quererte, xq quererte me ha hecho mucho bien, me ha hecho pasar los mejores momentos en mucho tiempo… pero tb me has bajado el autoestima a niveles inferiores al suelo. Me siento insuficiente para ti. Nunca he sido lo suficientemente buena o lo suficientemente bonita o lo suficientemente talentosa o inteligente como para lograr mis metas. Siempre me quedo a la mitad, siempre me faltó algo, soy mediocre, mucho. No soy lo suficientemente importante para ti como para q t arriesgues. Y si lo hicieras, estaría muy insegura xq sabría q tú no estás del todo convencido. Me siento inmerecedora d tu cariño, xq tú eres una persona muy buena, eres especial… Sería más q un premio q alguna vez me dijeras q me amas, me abrazaras y me pidieras matrimonio (La proyectada del año!). Recuerdas la vez q me dijiste q tú normal te casarías conmigo? Esa vez q me llevaste a tu casa y t comiste una hamburguesa llena de ketchup a las 2 am? Pero pienso, pienso mucho en el tema, todos los días le doy vueltas al asunto y le encuentro más peros y más trabas. Pamela va a estar muy triste si termina contigo, xq t adora, y yo no quiero q ella esté mal x mi culpa. No quiero crearme más ataduras, más cosas q reparar. No quiero crearle a nadie ninguna atadura, no quiero hacerle daño ni a ti ni a Pamela xq no c lo merecen.
X eso tb tengo mucho miedo.
Q hago, Bruno? Dime, qué hago, si t extraño como una loca; quiero verte, necesito saber si sigues pensando en mí o si ya c t pasó esta fiebre, si me extrañas o si ya me olvidaste; tengo miedo d verte este viernes y tengo miedo d q no vayas x miedo a verme. Yo muero x volver a verte sonreír, escuchar tus bromas, verte jugando una vez más. Me friega ser tan obsesiva, Bruno, mira en el problema q t metiste. Perdóname x ser así.
Soy una obsesiva. No puedo olvidarte. La vez pasada se me hizo más fácil cambiar mis sentimientos hacia ti, pasaron 28 días sin verte y me di cuenta d q podía hacerlo. Estaba decepcionada, herida, dolida, muy mal. Pero ahora, después d haber hablado y saber q me quieres d alguna forma y nunca quisiste jugar conmigo, ahora soltarte es mucho más difícil... Mi mente, d alguna forma mi intuición, me dicen q debo dejarte ir, q debo dejarte pasar, q lo mejor es atender otros asuntos, ocuparme en otras cosas, conocer otras personas y esperar a q tú t conviertas en un simple recuerdo. Pero mi corazón y una buena parte d mí misma, d mi espíritu, d mi intuición, me dicen q debo seguir recordándote, poniéndote como un fantasma a mi costado en cada cosa q hago para q no t vayas d mi vida y así cuando vuelvas, algún día, yo pueda corresponderte y podamos iniciar nuestra historia. Soy tan idiota, tan imbécil, q pienso, q aún creo, q a pesar d q t pedí q nos alejáramos d la vida del otro, algún día aparecerás en mi casa, me dirás q viniste xq no aguantabas las ganas d verme, q me extrañabas como loco, q terminaste con Pamela, q ella está mucho mejor ahora, no t guarda rencores, y q no t imxta lo q diga el esto del mundo o si es muy pronto o si nuestros entornos son diferentes, quieres intentarlo conmigo el tiempo q sea con tal d intentarlo y no t irás d mi casa ni me soltarás del brazo hasta q diga q sí.
Bruno, has ocupado tantos huecos d mi corazón... impediste q me sintiera sola cuando Mu se fue, me diste alegría cuando Leo no me hacía caso, me protegiste cuando no tenía padre y mi hermano vivía para sus trabajos, me alegraste el día cuando ningún otro amigo lo pudo hacer. CÓMO DIABLOS QUIERES Q T OLVIDE, Q T DEJE D LADO, Q T CONVIERTAS EN UN AVE MÁS Q SE CRUZÓ X MI CAMINO, como tú me dijiste ese día? Cómo pretendes q todo lo q siento se entierre en mi memoria, bajo la forma d un bonito recuerdo, q algún día sólo me traerá ganas d reír? Bruno, necesito saber d ti, cómo t va, si sigues con Pamela, si tus papás están bien, si t sigue yendo bien en la chamba, si vas a segur actuando, q días tienes clases, q dicen tus amigos... Necesito verte, sentirte cerca... Muero x besarte d nuevo, xq tú me busques otra vez... pensé q se me pasaría pronto, pero no hay ni un solo día q no piense en ti, no hay un solo día en q cualquier cosa me recuerde q existes y q no estás conmigo xq t lo pedí y tú estuviste d acuerdo en q eso era lo mejor. Aún recuerdo q me dijiste q me ibas a extrañar mucho, xq ibas a estar con Pamela pero ibas a dejar d verme a mí, y q eso podría confundirte aún más xq mi ausencia haría q tu balanza se fuera x mi lado... Bruno, no quiero q me extrañes si es q vas a hacerle daño a alguien con eso, y quiero q me extrañes si es q eso nos unirá...


Desde q te conocí, Bruno, resaltaste de entre el resto d las personas. Recién me doy cuenta d q estabas como enmarcado. Fue en la época en la q más necesité a Leo y en la q menos estuvo. Incluso Mu desapareció xq estaba estudiando para sacar un certificado francés del colegio, y casi ni hablábamos. Estaba muy dañada x todas las personas q me rodeaban, me sentía muy sola y comenzaba mi período fuerte d anorexia. José, un conocido q había actuado conmigo en “el Rey león”, la primera obra q hice fuera del colegio, me pasó la voz en un gesto d amabilidad para un taller de teatro gratis, dictado por uno d los actores más reconocidos del Perú. No tenía ganas pero algo me decía q fuera, y lo hice. José estaba un poco nervioso, no sabía cómo tratarme xq no éramos amigos, volvimos a hablar x el msn xq él fue a verme a lo de Mamma mía en otro gesto d amabilidad. Y yo estaba d lo más huraña, sin conocer a nadie y sin la intención d hacerlo. D alguna forma el entrar a un lugar donde va a haber mucha gente q no conoces hace q tus sentidos se agudicen y empieces a observar a las personas, sobretodo del sexo opuesto. En mi caso, miraba con desconfianza a los demás, con afán d protegerme d miradas mañosas e intenciones d entablar algún tipo d relación conmigo. Yo no quería tener más amigos, no quería conocer a nadie, no quería saber nada del mundo, xq todos me habían vuelto a abandonar. Tú no fuiste la excepción: me pareciste uno d los más guapos de los chicos ahí presentes (Y eso q ahora sé q eres feo pero no me pareces feo), me dio la paranoia d “este chico, al igual q todos, se cree el machito, va a querer hacerme la conversación, sacarme los datos y hacerse mi amigo”, y me protegí a mí misma con mi timidez. Sin embargo, la CAUSALIDAD quizo q la primera persona con la q tuviera contacto en el taller d Reynaldo, aparte d José, fueras tú. Ese día nos ordenaron por orden d tamaño y fuiste mi pareja en el baile del pasacalle. Me tomaste d la mano, no me miraste y seguimos los pasos del resto. Me sentí super cómoda contigo, a pesar d q eras un desconocido, sin saberlo supe q ibas a pintar mucho en mi vida. No quería q el baile terminara y soltarte la mano, quería saber tu nombre, a lo mejor comenzaba con M y eras ESA persona. Debo haber escuchado a alguien q t llamó y quedaste descartado. Pero con esa indiferencia q me hizo sonreír, xq me di cuenta d q adoptabas el mismo papel q yo, llamaste mi atención y supe q nos parecíamos en algo.

Dejé d ir al taller x falta d ganas y tiempo pero siempre recordaba a aquel chico medio pedante q hablaba siempre. Y cuando meses después fui al Satchmo a q me viera el director, estabas tú dentro del elenco. No t recordé xq estaba en otra onda, pero tu cara se me hizo familiar. Y cuando x fin caí en la cuenta, me dio vergüenza ser tan despistada. Tú me enseñaste a bailar el vals d “Una vez en un sueño”, en medio del bosque: tú eras un conejo y yo era Aurora. Me parecía q tú lo hacías mucho mejor q el otro chico q tb hacía d tu personaje. A pesar d q lo hacías desganado, xq a nadie le gusta d hacer d animales extras, sin casi apariciones ni diálogos, brillabas y hacías q la gente riera. Hasta F decía q tú lo hacías mejor, con más gracia. Nos seguimos viendo en el taller d Reynaldo y al menos ya sabíamos quién era el otro, d vez en cuando cruzábamos palabras como “hay función este d fin d semana?”, o simplemente “hola y chau”, pero en el fondo había la sensación d saber q nos interesaba saber del otro. Cuando ensayaba para el baile de la presentación de diciembre, me esforzaba cuando estabas presente, y cuando no ibas sentía q faltaba alguien en el elenco. Quería q le comentaras a alguien q bailaba bien (JA), q al menos el pájaro q representaba era creíble o q lo hacía aceptablemente, y lo comentaras con los del Satchmo, simplemente para q me subiera un poco el autoestima y su concepto sobre mí. Me sentía un poco mal cuando empecé a enseñarle al resto los cambios q hicimos con Alicia (A partir d ahí nos hicimos amigas), y sentía q tú, al igual q todos y aunque no bailabas, empezabas a conocer mi parte mandona. A mí me gustaba ver los ensayos d la obra en la q tú salías, me parecías muy chistoso y uno d los q mejor actuaba. Al final t robaste la obra, todo el mundo te felicitó.
Conocí a tu enamorada el mismo día q ensayé por primera y única vez con el Mister. Sentí q ella se puso celosa cuando me conoció, me pareció una chica normal y de genio fuerte, parecía molesta d estar ahí. Tuve cuidado d q no pensara q me interesabas, aún cuando hiciste de Príncipe Felipe para mostrarle al Mister los pasos del baile y los movimientos sobre el escenario. Tanto fue mi interés x él q comenzamos a hacernos amigos y hasta me apodó “reina d los tréboles”, xq estaba tan nerviosa q empecé a buscar tréboles d 4 hojas en los jardines. No entendía xq necesitaba probar q no me interesabas.

Me sorprendí mucho cuando casi al final de la entrega d los regalos del amigo secreto en la reunión de fin de año, tú dijiste q la q recibiría tu regalo era alguien a quien tú considerabas una buena amiga, “la segunda vez q repartieron los nombres me tocó esta persona y justo dijeron q iban a volver a hacer el sorteo, y como yo quería ser su amigo secreto como fuera doblé el papelito con su nombre de una forma especial y lo pude volver a coger. Sí, hice trampa”. Todo el mundo rió, incluída yo, q no me dí cuenta d q te referías a mí hasta q dijiste q no sólo veías a esta persona en el taller sino también los fines d semana en otro teatro, compartías bastante tiempo con ella y a pesar d q no hablaban mucho te caía muy bien. Nunca se me pasó x la cabeza q tú fueras el q me mandó un chocolate (Q regalé xq estaba ayunando) y una tarjetita deseándome una buena semana, y q nunca más me mandó nada. Ni siquiera sospeché cuando me preguntaste de la nada en el teatro si yo tenía idea d quién podía ser mi amigo secreto; soy tan tonta q ni cuenta me di q no querías decirme xq eras tú, y q no diste tu brazo a torcer a pesar d q t “chantajeé” diciéndote quién era mi amigo secreto (Reynaldo =S y un chico d ahí). Me alegré inmensamente cuando me regalaste aquel perfume riquísimo y la tarjetita q decía q me considerabas una buena amiga y “Q Dios te bendiga”. Nunca me imaginé q fueras tan religioso, no iba contigo. Bruno, el chonguero del grupo, deseándome bendiciones del cielo y regalándome un perfume q no parecía comprado en cualquier lado? Caramba, se esforzó! No me importó el hecho d q lo hayas comprado a última hora (Todo el mundo se dio cuenta d q desapareciste de la reunión x un buen rato) y d q tu inseparable amigo le regalara a su amiga secreta algo similar. Y cuando te abracé agradeciéndote, me sentí super bien, t sentí cómodo, y t dije q bailaría contigo al menos una canción. Efectivamente la bailamos, pero me ignoraste de una forma tan evidente (Hablabas con tu amigo) q hasta me sentí mal. Pero te entendí, xq sabía q tenías enamorada y q era tu forma d decir “no me interesas”.
Cuando t fuiste d viaje a Máncora en diciembre-enero con aquel amigo q fue con nosotros a casa d F, fui la única babosa q t extrañó. El Satchmo no era lo mismo sin tí, había un gran vacío, y no sabía x q era. Todos reían cuando el director sacaba su mano x la pata del costado y hacía la voz de cuervo de Maléfica, pero a mí me gustaba más lo q tú hacías (Me daba mucha risa el parecido). El conejo y el paje real lo hizo aquel niño, pero no se igualaba a ti en cuanto a la gracia q le ponía. Me dio muchísimo gusto cuando volviste, con tu trencita en el cabello, pensé q era xq sentí q nos habíamos conectado gracias a lo del amigo secreto.
Fue pasando el tiempo, y aunque el taller de Reynaldo no se reunía para ensayar xq nos cambiaron de municipalidad, yo seguía viendo a José, Manuel y Alicia de vez en cuando, al menos nos manteníamos en contacto y ensayaba otra obra con Manuel, mientras q a ti t veía todos los fines d semana. A veces sólo nos saludábamos, otras veces intercambiábamos unas palabras siempre riendo, y pocas veces hablábamos. Cuando t enteraste q yo estaba actuando en Anastasia, tú hiciste un gran esfuerzo y fuiste a verme con Pamela. Recuerdo haberte visto desde el escenario, tú estabas cabeza con cabeza con ella, pero sentía tu mirada. Me dio muchísimo gusto q fueras, fuiste el único del Satchmo q fue, y más significó xq no éramos tan cercanos y habías pagado tu entrada como todo el mundo. Una vez Alex me quiso acompañar a tomar un Té burbuja y d ahí a mi casa caminando, y nos encontramos contigo y otros mas en el lugar, y como mi casa está d camino a la tuya te uniste y t pasaste conversando con él sobre autos y a mí me dejaron d lado, bastante incómoda. Creo q quería q t fueras xq estaba hablando d algo interesante con él. Otro día, no recuerdo cómo, t las ingeniaste para acompañarme hasta cerca d mi casa, y me hablaste d tí todo el camino. Yo estaba un poco abrumada x otras cosas y no t entendí mucho, me dí cuenta d q t hacías muchas bolas para hablar y no t expresabas bien. Recuerdo la mitad d la conversación xq x la bulla, mi distracción y tu forma d hablar no entendía todo. Me asusté un poco cuando dijiste q fácil t ibas en unos meses, si es q ingresabas al instituto donde estudiarías mecánica automotriz, xq no sabías si t alcanzaría el tiempo; yo t aconsejé q no t adelantaras, q en todo caso no lo hicieras xq t convenía el trabajo; me contaste d las mejores épocas del teatro en las q se ganaban 100 soles semanales; y casi llegando a mi casa me dijiste q el 21 es tu número d la suerte y q llevabas 7 meses con tu enamorada.

Una vez el director me llamó un jueves para decirme q fuera ese sábado siguiente más temprano para ensayar con otra persona el personaje de Bruno y Toto, xq “Bruno”, no iba a poder ir. Me entristeció, xq la función saldría fea sin él. Bruno me había contado x msn una rara vez q lo encontré conectado q iba a tener una función vendida con otro grupo d teatro en provincia, y q no sabía si llegaría a tiempo para la primera función pero q de hecho para la segunda, y q por favor no le dijera nada al director. Cuando llegué ese sábado, el director estaba regañando, diciendo q Bruno era un irresponsable, q ni le había avisado (mentira) y q lo iba a despedir x eso. Empecé a defenderlo, diciendo q él siempre hacía d su chulis y q era injusto q lo tratara así cuando siempre había cumplido en todo, q aun borracho había ido a trabajar y q no era como para despedirlo. El director no me hizo caso y yo me molesté con él, incluso estaba pensando en renunciar si es q d verdad despedía a Bruno y me di cuenta d q estaba muy triste xq sentía q el teatro no sería lo mismo sin él y q lo extrañaría mucho. No quería dejar d verlo. Ya estábamos ensayando cunado apareció Bruno corriendo, diciendo “aquí estoy”; la reempalzante se desilusionó y yo me alegré mucho, xq sabía q Bruno no fallaría. Él siempre cumple sus promesas. Al rato apareció a darme las gracias x haber abogado x él.
A raíz d todas estas cosas nos hicimos amigos. No sabíamos mucho el uno del otro, pero confiábamos demasiado sin razón. En el taller de Reynaldo, recién re-inaugurado, pasábamos el tiempo alejados del resto hablando de tonterías, rajando de la gente del Satchmo o del mismo taller y haciendo planes a futuro. Fue x ese entonces q él me pidió q le enseñara alemán, xq quería llegar a conversar conmigo en ese idioma. Sin darme cuenta, una d las razones principales para ir a ese taller y perder el tiempo ahí era ver a Bruno. Cuando él no iba era un poco decepcionante, xq con los demás aún no entablaba tan buenas conversaciones o en todo caso no teníamos esa química especial. No sentía remordimientos, xq estaba bien claro en mi cabeza q era mi amigo y q sólo eso iba a ser. Sin embargo, había algo q me inquietaba y me hacía pensar q en realidad esta amistad no era tan pura como yo quería creer. Me atraía un poco, me gustaba mucho estar cerca d él y conversar d lo q sea, q él me moleste o me hable d los chismes del Satchmo e incluso a veces pareciera q me estaba jaleando, pero yo me hiciera la loca. A veces tenía detalles bonitos conmigo, me molestaba con piropos en voz alta, me metía cabe para q me cayera, me abrazaba e incluso una vez me cogió el cabello para olerlo! Los demás lo miraban y a mí me mponía un poco nerviosa, pero lo tomaba como un gesto d un amigo muy querido. De estar casi siempre aislado con sus pocos amigos d ahí, Bruno empezó a integrarse más con la gente del taller y a llevarse mejor con varios q eran más amigos míos (Entre ellos Manuel) y me dio mucho gusto xq me hacía caso cuando le decía q no lo odiaban sino q tenían un concepto equivocado de él y q en realidad sí querían ser sus amigos. El grupo se unió mucho más y ya no habían argollitas, sino más uniformidad.

El día d mi cumpleaños yo estaba muy muy muy deprimida. Primero xq mucha gente no se había acordado. En la madrugada me llamó Julia, una amiga del colegio, pero me imaginé q alguien le había hecho acordar xq ella es bien despistada y hace mucho q no hablamos. Mi cumpleaños no es una fecha q me guste mucho, xq siempre sucede algo q me hace sentir muy mal. Encima Mu no iba a poder ir a mi casa xq la acababan d operar d la nariz y no podía ni salir, y para colmo los d la universidad (Al, Lula, el Hermijo) me habían convencido d hacer una pequeña reunión en mi casa, y dijeron q d todas formas irían a pesar d q la semana siguiente eran los finales d todos los cursos, pero terminaron diciéndome el mismo sábado x la mañana q no iban a ir xq tenían q estudiar. Me dieron un golpe bajo y me regresé llorando un poco en el bus. Al estaba a mi costado pero no se dio cuenta. Estaba un poco tarde para llegar al teatro así q bajé del bus y tomé un taxi. Estaba x subirme cuando sonó mi celular y escuché la voz lejana d J. Las lágrimas, q habían estado contenidas, saltaron irremediable y ferozmente y no dejé d llorar hasta q terminó el día. F me regaló una chalina tejida x ella misma y los demás me miraban con cara d preocupación, xq mis ojos estaban hinchados. En medio d la función tb lloraba un poco. Era extraño ver a la hermanastra d Cenicienta (Aún estaba La Principal) con los ojos hinchados y la cara mojada. Y como no hubo la función del Mago d Oz, q es después d la d cenicienta, salimos todos temprano del teatro. Me dio más rabia todavía q el director no mencionara q era mi cumpleaños ni me comprara una torta o unas flores, como siempre hacía con el resto del elenco. “Es q no quería q se confundiera con el día del padre, q es mañana”. Sí, excusas, la verdad es q t olvidaste. Antes d salir me cantaron Happy birthday, me alzaron entre todos, yo lloraba más y Bruno, al verme tan triste, se ofreció para acompañarme a mi casa. En el camino le conté todo lo q me estaba pasando, Bruno callaba y escuchaba. Pasamos x el supermercado y me compró dos peras, “T prometí q te regalaría esto x tu cumpleaños”, me dijo, y nos sentamos en una vereda, en un parque cerca d la avenida x el q casi siempre paso para ir a mi casa. En esa misma vereda, más d medio año después, le pediría q dejemos d vernos. Esa noche me sentía tan agradecida x su presencia q volví a conectarme con él y le hablé d su relación con Pamela, x primera vez. Se asombró d nuevo y me contó muchas cosas d ella y él. Yo tb le conté algunas cosas mías y d Leo, resulta q eran amigos del colegio =S pero Bruno se cambió a otro colegio y hace mucho q no sabe de él. Se tuvo q ir xq tenía ensayo con los del taller, pero me prometió q iría a mi casa más tarde con ellos a visitarme. Y se fue. Si no hubiera sido xq él me acompañó ese día y mis amigos del teatro q se aparecieron en mi casa en la noche, habría estado muy deprimida. Me regalaron una torta y un calzón con una dedicatoria d cada uno escrita en la tela =P. Obvio, no lo uso!

Esas cosas marcaron mi relación con Bruno. A los 10 días terminaron mis exámenes y volví a salir con Bruno, esta vez yo ya estaba d vacaciones y podía quedarme hasta la hora q quisiera. Me acompañó caminando desde el taller de Reynaldo hasta mi casa, me hablaba d su relación con Pamela y me contaba cosas suyas. X momentos íbamos del brazo o incluso de la mano. Y esa misma noche, en medio d conversaciones tontas d temas más tontos aún q se notaban eran excusa para no irse, Bruno me propuso besarme x chongo, y después d pensarlo mucho, yo acepté. “Pero sólo un pico, eh?”, le dije nerviosa. Me sentí extraña, mucho. “Q, sólo eso?”, me dijo. Le dije q agradeciera xq no era d hacer esas cosas así nomás. Al ratito, después d seguir hablando de más tonterías, le dije yo solita q aceptaba q me besara bien esta vez, q aprovechara antes d q me arrepintiera, y él no perdió el tiempo y lo hizo. Me sentí más rara aún, xq sentía cosas pero tan escondidas q en vez d sentirme bien me remordía la conciencia. No podía creer q estaba pasando eso con el chico con el q trabajaba los fines d semana, aquel amigo q me acompañaba hasta mi casa sin importar la hora y el frío. “No besa tan mal”, pensé, “se siente bien”. Sentí q él lo disfrutaba más q yo, q estaba muy nerviosa y hasta con asco. Al final yo lo alejé xq me dio miedo continuar y q él se emocionara, después d todo se había cambiado d posición y me estaba poniendo entre él y el respaldar de la banca donde estábamos sentados. Él se burlaba d mí, me decía “pecadora, arderás en las llamas del infierno”. Y seguimos conversando. Ya no decíamos mucho y sólo mirábamos a las babosas q dejaban su huella en el suelo. A eso d las 3 d la mañana, muertos d frío, subimos a mi casa xq mi hermana me estaba llamando al celular, y le invité la mitad d un waffle q ella había hecho. Entero tenía la forma d un corazón.
No lo quería aceptar, pero él me gustaba desde antes d q pasara eso. Y acepté xq en el fondo sí moría d ganas d besarlo. Me atraía mucho, y no entendía xq, si no era de mi tipo y tenía costumbres diferentes a las mías. Y sólo me arriesgué xq estaba en mi época d demostrarme q podía ser arriesgada, q podía hacer ese tipo d cosas, quería demostrarle a Mu y amuchas personas q no era tan mojigata, inocente e inexperta como decían. Me estaba empezando a molestar q me dijeran ese tipo d cosas. Me di cuenta demasiado tarde q intentar buscar experiencias q al final me dañarína, xq soy extremadamente sensible, sólo me metería en problemas. No se puede tratar d ser algo q no se es (Una chica normal, q puede hacer ese tipo d cosas sin mayores remordimientos). Esos días q no lo vi estuve confundida, sintiéndome mal y tratando d convencerme d q no podía sentir. Terminé creyendo mi mentira, después d todo “sólo fue una broma, no le sacó la vuelta a su amada enamorada xq no siente nada x mí, no vamos a dejar d ser amigos x eso y a mí no me gusta sólo x haberlo besado”. Sin embargo, habíamos creado un lazo grandísimo con eso, nuestra confianza aumentó, había cierto enrarecimiento en la relación pero lo pasábamos x alto xq nos gustaba estar juntos y tomar té en el huequito del Parque Kennedy.
El resto d la historia la conocen, está escrita paso a paso en este blog, a partir del mes d Julio.
Sigo hablando d tí. Ves q eres el tema principal d mi vida, alrededor del cual gira mi mundo? Q horrible es depender d un fantasma, d un recuerdo, d alguien q no está más a mi lado… Q horrible es no poder olvidar x miedo a hacerlo, x miedo d q t alejes más d lo q ya estés y vuelvas un día y yo ya no t quiera.
T dije q t soltaba xq t quiero. Pero creo q no t quiero tanto como pensé. Más me quiero a mí misma, xq no lo hago x mi. No termino d soltarte. Tengo miedo d hacerlo. Tengo miedo d dejar de quererte, xq quererte me ha hecho mucho bien, me ha hecho pasar los mejores momentos en mucho tiempo… pero tb me has bajado el autoestima a niveles inferiores al suelo. Me siento insuficiente para ti. Nunca he sido lo suficientemente buena o lo suficientemente bonita o lo suficientemente talentosa o inteligente como para lograr mis metas. Siempre me quedo a la mitad, siempre me faltó algo, soy mediocre, mucho. No soy lo suficientemente importante para ti como para q t arriesgues. Y si lo hicieras, estaría muy insegura xq sabría q tú no estás del todo convencido. Me siento inmerecedora d tu cariño, xq tú eres una persona muy buena, eres especial… Sería más q un premio q alguna vez me dijeras q me amas, me abrazaras y me pidieras matrimonio (La proyectada del año!). Recuerdas la vez q me dijiste q tú normal te casarías conmigo? Esa vez q me llevaste a tu casa y t comiste una hamburguesa llena de ketchup a las 2 am? Pero pienso, pienso mucho en el tema, todos los días le doy vueltas al asunto y le encuentro más peros y más trabas. Pamela va a estar muy triste si termina contigo, xq t adora, y yo no quiero q ella esté mal x mi culpa. No quiero crearme más ataduras, más cosas q reparar. No quiero crearle a nadie ninguna atadura, no quiero hacerle daño ni a ti ni a Pamela xq no c lo merecen.
X eso tb tengo mucho miedo.
Q hago, Bruno? Dime, qué hago, si t extraño como una loca; quiero verte, necesito saber si sigues pensando en mí o si ya c t pasó esta fiebre, si me extrañas o si ya me olvidaste; tengo miedo d verte este viernes y tengo miedo d q no vayas x miedo a verme. Yo muero x volver a verte sonreír, escuchar tus bromas, verte jugando una vez más. Me friega ser tan obsesiva, Bruno, mira en el problema q t metiste. Perdóname x ser así.
1 comentario:
wow, increiblemente te lei todita. Gracias por las imagenes :P
Y mmmm, no desees lo ajeno Cris, tu si eres religiosa sabes que eso es pecado!! 8-)
Pero de por si como soy ateo te dire lo siguiente: si lo quieres tanto, buscalo!, que no te pase lo que a muchos, que se quedan con el: "que hubiese sucedido si fuera distinto?"
Un besote y arriba ese animo!!
Publicar un comentario