viernes, 7 de diciembre de 2007

Una decisión importante

Me quedé el día 09 de noviembre. Había quedado en salir ese viernes con “El Mister”, xq nunca nos veíamos.

Pregunta: Quién es el mister?

Respuesta: Es un actor (Maso conocido aquí en Perú) con el q trabajé en el teatro a finales del año pasado. Le digo Mister xq un día me dieron ganas d decirle así y se quedó con el apodo. Para él, yo soy “La reina de los tréboles”, xq el día q nos conocimos apareció mi pequeña manía d buscar tréboles d 4 hojas, esta vez en los jardincitos del teatro. Fue así: Él había llegado el fin anterior, saludó a casi todos y yo me sentí muy intimidada, 1 xq no quería q el otro príncipe se fuera (Me atraía un poco, él fue quien me llevó a ese teatro), y 2 xq es conocido, y como q siempre es intimidante tener a alguien famoso a tu costado. Esa semana el director nos hizo ir a ensayar, xq él debutaría el siguiente fin d semana como mi príncipe azul. Tb fue Bruno, xq tenía q ayudar con unas coreografías y creo q tb tenía q llevarse unos vestuarios (Bruno gana más xq hace producción, es sobrino de la esposa del director, x eso está ahí). Esa tarde conocí a Pamela. Y me cayó muy bien x ser enamorada d mi compañero d trabajo.

Cuando llegó el mister, me cohibí. Me sentía una hormiguita a su lado. Pero él es tan abierto y buena gente q nos llevamos bien. Seré más explícita: adopté mi papel d loca extrovertida, ese q uso cuando conozco a alguien. Habían unos tréboles x ahí, y como no sabía dónde esconderme d esa situación tan incómoda, empecé a buscar entre ellos si había alguno d 4 hojas, recordando q sí existen (He tenido varios en mis manos, todos sacados d una maceta d mi casa). Él no me creía. Entrando a la chamba, le expliqué su personaje, tratando d hacerme la interesante o q al menos sabía d q hablaba (“El príncipe Felipe es un rebelde sin causa”. Él me miró atento n_n). Y luego le enseñé aquel baile q bailaron la Bella durmiente y el príncipe Felipe “Una vez en un sueño”. Algo q acabo d recordar es q, para enseñarle al Mister los pasos, lo tuve q bailar con Bruno, bajo la atenta mirada de Pamela. Obvio, en ese entonces no le dí imxtancia, aunq creo q me turbó hacer eso, más xq ella estaba ahí. Esa turbación se volvió mayor cuando bailamos el Mister y yo, xq esta vez aquel actor d la tele estaba a menos de 20 centímetros de mí, mirándome con cara de enamorado/ “esto es muy chistoso”. Cabe resaltar q el Mister es ligeramente más chato q yo, así q se me hacía incómodo xq el otro príncipe me llevaba al menos una cabeza y me había acostumbrado a él. El Mister se tuvo q comprar unos “elevate shoes”, x los cuales se convirtió en el motivo de burla del elenco (Para quienes no saben q son unos elevate shoes: son unos zapatos q x dentro tienen un taco q t hace crecer hasta 10 o 15 cm, por fuera no c notan).

Sólo estuvo con nosotros finales de noviembre, todo diciembre y un par d funciones en enero. Aparte del beso d rigor para despertarme del profundo sueño en el cual Cecilia/Maléfica me había sumido, sólo una vez me besó al final de la obra, xq era nuestra última función antes de navidad y xq x chongo él me lo propuso y ya había hecho el gesto y no podía decirle q no en plena escena. A partir de enero, sin yo saberlo, entraban “La principal” y Alex, el otro príncipe (Es todo un rollo, en otra ocasión tendría q contar todo.). Él se volvía para los iunaited, y a mí me relegaban a Hada madrina. El Mister se quejaba todo el tiempo d esa decisión del director y siempre me decía q yo era su princesa y me debía poner a mí, xq no le agradaba la otra chica. Yo prefiero mil veces a “La principal”, xq tiene más pinta d princesa q yo, empezando xq tiene gracia, es muy bonita, es conocida y actúa mejor. El Mister y yo discutíamos sobre esto, al final quedábamos parejos xq “cada uno tiene su punto de vista”. “Pero ya sabes, Cristal, si el director me ofrece volver al elenco, yo aceptaré solamente si tú eres mi princesa”. Luego d eso se “resintió” conmigo xq le dí a entender q es un viejo para mí (28 años). Y hasta ahora me dice q tiene un trauma x eso. Yo sólo me río.

Para qué, nos caímos bien. Actualmente vive en los iunaited, pero vino a Lima a visitar a su hijito y su familia en agosto. Recién ahora salimos a conversar. No es mi confidente (Más bien yo lo soy un poco de él), d lo q hablamos más apasionadamente es nuestro tema en común: el teatro.

Esa semana estaba bastante estresada xq se venían los exámenes y la última exposición d micro, q quería hacer bien. Él, d la nada, me dijo x msn q cuándo salíamos, y como quería d alguna forma distraerme y pensar en otra cosa, escapar, y pensando en q él en cualquier momento se volvía a USA y nunca habríamos ido a conversar como Dios manda, le dije q ese viernes estaría libre. Quedamos a las 6 en la boletería de Larcomar, pero yo al despedirme le dije a las 8 pm. Ese mismo viernes yo había regresado d la facu y me quedé jato dizq 20 minutos, para tener tiempo d ponerme presentable y salir tranquila d mi casa. A las 5 sonó mi celular, era él. “Sí, es q me equivoqué en la hora xq ese día estaba medio perdida. Pero sí era a las 6 en tal lugar”. Cuando llegué (5 minutos antes q él) me sentí cohibida con su presencia, como la vez q lo conocí. Y me dijo: “vamos a Café-café. Yo invito”.

El Mister estaba a dieta. Se suponía q yo tb. Pero aún así acepté un capuccino y luego un postre, eso sí, nada d chocolate xq me estaba prohibido. Sí, Juan. Conversamos d muchas cosas: empezó burlándose d la forma d hablar d mi hermana (Incluso se puso a imitarla, como una niña fresa d las novelas mexicanas), xq primero él llamó a mi casa 2 veces y ahí ella le dio el número d mi celular; luego se burló d mi mamá, diciendo q sentía q mi mamá echaba las cartas mientras hablaron (Mi mamá no lee el tarot); luego le conté un par d cosas d la univ; y esta temporada en el teatro y la gente d ahí, del cortometraje q había grabado con unas chicas d mi colegio, mayores q yo 1 promoción (Y q ganó un concurso en televisa x cantidad d votos. La unión hace la fuerza!); incluso me ofreció regrabar un corto con él, xq parece q se había malogrado la cinta. Pero el plato d fondo fueron sus conquistas. Un hombre d 29 años pidiéndole consejo a una niña d 19? Eso era un espectáculo. Adopté mi personaje d psicoanalista (Él tb lo adopta, es super observador, sacó mi personalidad a la semana d conocerme), pero no me sentía más madura q él. A las 8 fuimos a la boletería del teatro a ver si habían entradas para la obra q estaban presentando (Y q yo muero d ver y me he prometido ir a ver, sola o no), pero la sala estaba llena hasta la siguiente semana, así q nos conformamos con el cine. Él pagó todo, a pesar d mi incomodidad. Por último y para cumplir con la costumbre, terminó dejándome en la puerta d mi casa, después d haber hecho todo el recorrido desde Larcomar hasta mi casa a pata.

Al día siguiente, sábado, sucedió lo q dio pie a toda la situación en la q ahora estoy. Sólo hubo función del Mago d Oz, x lo q pude ir tarde al teatro. En una d las patas, x donde Bruno y yo salimos vestidos d Dorothy y Toto, hay a veces una banquita un poco ancha, en la q caben 2 personas, una pierna en el aire y la otra en la silla, sólo si son buenos amigos como para compartir esa silla y tienen la suficiente confianza como para estar super cerca. Yo me senté ahí antes q Bruno. Él llegó y cuando se sentó me botó a propósito, molestándome. “Fuera d ahí, gorda obesa”. Yo no tenía muchas ganas d seguirle la corriente, así q me senté en el suelo, al costadito. Y él me jaló del brazo y me hizo sentarme con él. Luego me abrazó. Y luego me dio un beso en el cachete. Me sorprendió, y esta vez sí con ganas d seguirle la corriente, le di yo tb un beso en el cachete. “A ver, dame otro”, me dijo. “El mismo truco q usó en su cumpleaños”, pensé. Efectivamente: cuando le volví a querer dar un beso en el cachete, él volteó la cara y yo la aparté con las justas para evitar q mi beso llegara directamente a su boca. Lo miré. “Ay, casi caes!”, dijo medio en tono de broma. Y a pesar d saber lo peligroso d la situación, volví a esquivar su movimiento y le volví a besar en el cachete. Nos quedamos abrazados, y prendieron las luces, así q ninguno intentó nada más xq era peligroso.

Eso no fue todo: estaba yo sentada en el suelo, en la otra pata, esperando con los demás para salir a escena, cuando d pronto vino Bruno y se agachó sólo para abrazarme. “Q cariñosos estamos hoy”, pensé. Me dio varios besitos en el cachete, y me molesté xq me dejó rastro dl maquillaje d su cachete atravesándome la boca. Con las justas me dio tiempo d entrar al camerino d los hombres a mirarme al espejo y limpiarme. Terminada la función, Bruno me dijo el típico: Vamos x ahí. Me acompañó a comprarme un helado al parque Kennedy y luego le dije q se fuera él en su bus, yo iría caminando a mi casa. Me despedí rápidamente y me fui, como obligándolo a tomar esa decisión. “Ok. Cdt mucho”, me djo.

La verdad no creía q había pasado eso. No le di tampoco tanta imxtancia, penc q estaba jugando conmigo y hasta ahora no c q tan concretas eran sus intenciones d besarme en serio. No sabía si él se atrevería a besarme si yo no le volteaba la cara. “A lo mejor y me está probando”, penc. Pero estaba segura d q si yo lo hacía, él me iba a seguir la corriente. Y parece q el hecho d q lo haya intentado y d q haya ido directamente hacia mí con la intención clara d abrazarme, me movió el piso un montón e incluso me hizo confundirme d nuevo. Mientras caminábamos hacia el parque no le hablé mucho. No podía, no quería. Me sentía mal d no poder ser su amiga: me dí cuenta d q no lo soy. “Tengo q sacármelo d la cabeza d alguna forma, y eso sólo lo conseguiré alejándome. Y va a ser más fácil si él se aburre d mí y no le hablo”.

Al día siguiente
quise llegar temprano al teatro para pasar el rato con él, a pesar d q tenía q estudiar. Llevaba mis separatas en la mochila x si acaso. Cuando llegué no había nadie, así q di media vuelta como para irme al internet, cuando lo vi llegando. Me puse contenta. Pero cuando se acercó, me di cuenta d q estaba hablando x celular. “Ahorita me acabo d encontrar con la rubia. Estamos entrando al teatro. Q? Cris, Pamela t manda saludos”.


Bajón. El chico no le colgó el teléfono hasta 5 minutos antes d q empezara la función. Yo me puse a estudiar en un rincón, lejos d él, xq no quería escuchar su conversación x teléfono. Me di cuenta d q ellos tenían algo q nosotros no: comunicación, confianza, una vida en común. A pesar d q Bruno ha sido DE LEJOS lo más parecido a un enamorado q he tenido hasta ahora (Xq las cosas con mi ex fueron un asunto d niños, nunca hubo comunicación realmente o confianza), y aunq así fuera al principio y luego siempre hubiera querido, no teníamos tantas cosas q compartir como ellos. “Se te veía muy bien con ese bikini. Q dijo tu tía? Ay, q tonta, le hubieras dicho q...”. Bruno y yo en algún momento hablamos d todo. Pero las cosas se fueron enrareciendo a raíz d los “encuentros de tercer tipo”. Llegó el punto en el q el día anterior no podía articular palabra ni decir nah inteligente. Xq no quería. Xq no debía. Xq no tenía q decirle. X eso decidí alejarme, y hacerlo d una vez, xq si dejaba pasar más tiempo iba a ser mucho más difícil. Aunq me duela mucho x la época del año a la q nos acercamos, xq no quiero estar “peleada” con él ahora.

Si me hablaba no lo trataba mal, pero tampoco le daba más cuerda para seguir, y me fui del teatro apurada a pesar d q él me estaba pidiendo q lo espere para irnos x ahí. Me sentí muy mal x dejarlo, pero sabía q lo debía hacer. Quise hacer el camino caminando (valga la redundancia), y cuando estaba a la mitad vi su carro y él parado, mirando hacia el lado d la vereda donde yo estaba. No creo q me haya reconocido. Pero c q se resintió, o q al menos me captó el mensaje, x las cosas q pasaron el fin d semana siguiente.

1 comentario:

εïз Azarukita εïз dijo...

Hola, vaya, llevaba tiempo sin entrar a los blogs, pero estaba ansiosa por leer lo que habías posteado, esperaba. Y vaya, me encuentro con tantas historias, estoy emocionada leyéndote, porque en parte siento que sirve para conocerte una fracción, aunque sea. Vaya que interesante lo de "Mister", y las zapatillas que te hacen crecer, pero no entiendo, al final que pasó con él? quedaron como amigos y de allí no pasó??
Y creo que lo que hiciste con Bruno (la distancia) es lo mejor, uf me gustaría platicarte, unas cuantas cosas que me sorprenden, vivimos una historia tan parecida sabías?
En muchas cosas... es interesante e inquietante, pero nada malo, ya que sos una chica de gran espíritu... bueno, seguiré leyendo :D.
Un abrazo...