Mirando a través del cristal

SAB 17 D NOVIEMBRE

Desperté ese sábado muerta d sueño aún, xq dormí tarde, rendida. El dolor d mi cabeza era asesino, lo q mejor me habría caído era quedarme jateando en mi camita –Bueno, la cama del cuarto de trabajo- hasta q fuera hora d irme al teatro. Pero no. Ya había quedado con mi padre en ir a comprar mis libros (Y no iba a desaprovechar esa oportunidad única en la vida d conseguir mis cosas). Además, luego d eso tenía una pequeña chamba (Ni eso, xq era Ad honorem, acepté xq me encantó la idea). Así q el sueño iba a ser postergado.

Amazonas está en el centro d Lima. Es una calle con una especie d galería en donde venden todo tipo de libros (Robados, regalados, viejos, nuevos, originales, bamba). Además d mis libros d la univ me compró una mochila (“Dónde los voy a llevar? Mi bolso ya no tiene arreglo!”). Y luego d eso me llevó a la universidad q está cerca d la mía, xq d ahí eran las personas q me pasaron la voz para el pequeño favor.

Era en un lugar poco agradable, lleno d carros q botaban humo, basura en la calle, polvo, mototaxis, comercio y gente sucia caminando. Sólo tenía q hacer el “calentamiento” para q los niños entraran en confianza con el resto del equipo. Fue bonito, aunq no salió tan bien. Más lo hice x aprender un poco d cómo trabajar con niños (Aunq llevo más d un año en estas obras d teatro, siempre hay algo q aprender, sobretodo si se va a interactuar más d cerca con los niños). La paga fue la risa y los abrazos d los pequeños (Había uno q hacía cada comentario...!), y una chocoteja q comí con gusto en el taxi d regreso, q yo pagué con el dinero q gracias a Dios mi padre me quiso dar (“Me voy a la carretera central y no c cuánto me demore hasta el teatro”).

Llegué al teatro y me di con la “sorpresa” (Xq d alguna forma ya me lo esperaba) d q no había Cenicienta. Se canceló x falta d gente. Agradecí el hecho, xq estaba molida, la cabeza me explotaba y aunq es la obra q más me gusta hacer, estaba sin ganas. Así q les pedí a la pequeña hija d Patty y al hijo revoltoso de otra compañera q no gritaran y me eché en el sillón del camerino. Me llegué a relajar pero no me dormí x completo xq escuchaba a todos conversando. Aunq había una voz q faltaba, pero imaginé q estaría en el otro camerino, durmiendo. Seguro q c había metido una bombaza el día anterior y estaría durmiendo, como muchas veces ha sucedido (Bombaza en peruano significa juergaza, emborrachada). Patty se sentó en las escaleras de la puerta del camerino, mirando hacia el jardín. Estaba dándole d comer a su hijita, tratando q se quedara quieta. Yo estaba con los ojos cerrados, gimiendo q x favor se callaran (El revoltoso chiquillo es fanático d las peleas y estaba “jugando” con la niña). “Q tienes?”, “Me duele horrible la cabeza”, “Pero tómate una pastilla!”, “No, es lo peor, xq me pone más estúpida d lo q ya soy y tengo q estudiar más tarde. Ya se me va a pasar, sólo necesito estar trankila”.

De pronto, Bruno apareció en el jardín con el vestuario del Mago d Oz en las manos. No volteé a verlo, me imagino q estaba guardando los vestidos d Cenicienta. Y no c q cara habrá tenido, pero Patty dijo. “Y tú? Pensé q no estabas!”. No c q habrá respondido Bruno, me imagino q un “Estaba durmiendo un rato xq me duele la cabeza”. Y Patty empezó a molestarnos: “Ay, no, no me digas nada, q ahora lo comprendo toditito. Igual q la Cristal, q coincidencia, no? Q habrán estado haciendo anoche q ahora ambos están q les duele la cabeza, con cara d muerto?”. Bruno no respondió, o al menos no escuché ninguna respuesta. Yo empecé a reír un poco. “Ah, no, esto no se queda así, todos deben enterarse!” Y salió al escenario. El resto del elenco estaba conversando al costado d la platea, donde se sienta el hijo del director a controlar las luces y el sonido. “Tengo un anuncio q darles, querido pueblo. Como uds sabrán, la Cristal está q no aguanta pulgas, durmiendo desde que llegó.”, “Q tiene?”, “Adivinen quién está EXACTAMENTE igual, tirado en su camerino sin decir ni pío!”. Los demás se demoraron un poco. “El perro?”. “Conste q yo no dije nada, fueron ustedes”. Escuché rumores. Patty volvió al camerino a seguir dándole d comer a su ya alborotada pequeña. Yo reía.

La función no salió tan bien. Se notó q había algo raro en el aire entre Bruno y yo. No cruzamos una palabra, ni nos mirábamos en escena, incluso el contacto físico normal q todo perro y ama tienen estaba desgastado. Lo veía aparte del grupo, no me abrazaba en algunos bailes y parecía triste. Me sentí super incómoda. Y los comentarios de Patty no ayudaban: “... Y estos dos q ni se escupen, parece q se hubieran divorciado...”. Pero aparte del hecho d q Bruno y yo ya no compartíamos la misma energía, y q aparte la gente estaba medio bajona, la función no salió del todo mal. Incluso cuando terminó, me di cuenta d q ya no me dolía tanto la cabeza, xq estaba cantando las canciones d Hairspray q iba a cantar más tarde en el ensayo en casa de Timón. “Miren a la Cristal, q de la nada le cambió el humor! Xq será?”

Me estaba despidiendo un poco apurada d todas, xq tenía q irme rápido (Y esta vez con una excusa razonable), cuando entró a nuestro camerino el director seguido d un Bruno bien vestidito (Suspiro), a quien le estaba dando indicaciones. Bruno parecía concentrado en lo q le decía, pero había una especie d sombra en su rostro, parecía tristón. Me despedí d ambos a la volada, me sorprendió el q Bruno no me dijera para “irnos x ahí”, como siempre suele hacer, y me fui triste pero tranquila, soñando q él estuviera detrás mío.

El ensayo no fue tan malo. Avanzamos rápido, Timón me dijo q tengo buen oído xq sacaba las voces d las coristas al toque. Al final me regresé en taxi a mi casa, xq mi mamá no respondía su cel (Y supuestamente me iba a recoger). Cuando llegué a mi casa ví encima d la cama d mi hermana la caja abierta d una radio. “Sí, es mía, me la gané en la tómbola. Tu premio está encima d tu cama”. Recordaba q antes d salir d la casa para ir a la Kermesse d mi cole, mamá le dio algo d dinero para q comprara tickets para la tómbola, a ver q se ganaba esta vez. “Pero voy a respetar los tickets, ah?”. No me cabía en la cabeza cómo no me cedía su nueva radio, siendo la única en la casa q no tiene dónde escuchar su música más q en la computadora cuando tengo la suerte d poder usarla, incluso necesitando un Mp3 o ipod para poder aprender canciones, xq en eso trabajo. “Y xq no me la das? Tú ya tienes una en el cuarto!”, “No, no la voy a usar pero se la voy a prestar a mamá para q la use para trabajar”. Vi la pequeña billetera de jean lleno de escarcha con la cara de Hello Kitty de portada, q mi hermana se ganó en la tómbola, a mi nombre. Deseé q estuviera llena d dinero. “No friegues. Igual usaré la nueva radio, xq ahora duermo en el cuarto de trabajo”, pensé.

Mamá y yo salimos como a las 10 d la casa. Se portó muy linda, con cuidado d lo q me decía. Hablamos del ensayo, le dio gusto d q estuviera trabajando con Timón “Xq ese chico es muy profesional, la otra vez q trabajaste con él me cayó muy bien”. Le conté lo q me había dicho sobre lo d las canciones del Rey León mientras ella reía como una niñita a la q le acaban d llevar a Disney, tratando d coger alguna gomita d su té burbuja con durazno. Hac tiempo q no iba al huequito del té, q irremediablemente me recordó q hacía unas semanas, la última vez q fui, había ido con Bruno. Pero seguí con lo otro. “Sabes? Creo q a Timón no le gusta cómo actúo. Sino me habría puesto como algún personaje q canta, no?”. Ella me dijo q pensaba q él quería asegurarse d aprovechar mi voz. No le creo hasta ahora, pero estoy disfrutando ser corista. “Mejor vamos x ahí xq me van a dar ganas d ir al baño”, me dijo. “Siempre tan transparente”, pensé. Nos paramos, y ella se quedó maravillada frente al mostrador con los colores de las gruesas cañitas para poder tomar el té, y las bolsitas d comida china. “Voy a traer un día a ‘Atop’ (Su “amigo”). Seguro q le va a encantar, xq le encantan estas cosas”. Y compramos unos palitos de miel, para comerlos en el camino. Yo ya estaba llena con el té y lo q comí en la casa antes d salir, así q la dejé q se los terminara.
Empezamos a caminar x el parque Kennedy. Cada esquina me recordaba algo diferente q pasé con Bruno. Empezó a contarme las últimas d Atop. “Va a venir justo para pasar Navidad con nosotros. Sé q mi mamá se va a poner contenta, xq ella lo conoce d cuando éramos niños. Pero no c q diga mi papá”. Yo no decía mucho. No sabe q no quiero q venga, y no se lo voy a decir. Y no c cómo salió el tema d Bruno. Sabía q ella no me iba a tocar el tema, q iba a respetar si yo no quería hablar d eso. Pero a raíz d mi comentario ella empezó a preguntarme y terminé contándole todo lo q no sabía acerca d él y d lo q había sucedido desde hacía un par d semanas hasta ese mismo día. Sentí q me estaba como q analizando x mi forma d hablar, como si recién me conociera. Creo q se sorprendió d mi forma d hablar, xq nunca he hablado con ella así, contándole algo como una historia, como a una amiga. Cuando hablamos es d cosas cotidianas. Me dio gusto darme a conocer.

Volvimos al carro y paseamos un poco x el Malecón. Me contó la razón x la cual se peleó con Atop y nunca más lo vió: ella, una niña d 9 años y él, un adolescente. Él la invitaba a fiestas, le mandaba cartas y le decía a todo el mundo q era su enamorada, pero nunca había pasado nada entre ellos realmente. Ella estaba ilusionada (Era una niña!) pero siempre tuvo miedo d acercarse. Y en una fiesta a la q x fin la dejaron ir, lo vió a él a lo lejos y cuando se estaba acercando, una chica se le pegó al chico y le zampó un beso en la boca. Ella le pidió a un amigo q la regresara a su casa, y ella no paró d llorar toda la noche. Él pensó q ella nunca fue a esa fiesta y ella luego decidió no frecuentar más los mismos lugares en los q se encontraban x tener amigos en común. Él empezó a mandarle cartas, pero a ella nunca le llegaron. “La moraleja es q los hombres son unos indecisos. Yo me molesté xq pensé q ella era algo d él, y xq él no le negó el beso. Pero es q esa chica era conocida xq era bonita y movida, y él seguro no supo cómo reaccionar con ella. Y mira, me alejé, y él empezó a buscarme ”.

Volvimos relativamente rápido a mi casa, xq efectivamente el té había hecho efecto en mi mamá (Siempre sucede). Pero antes d bajar del carro, en el garage, me dijo q algo q le recomienda a sus pacientes y q siempre funciona es el alejamiento. “Deja d verlo x un tiempo, aprovecha ese viaje q va a hacer para dejar d verlo y q él se de cuenta d a quién quiere realmente, a quién extraña”. “Pero yo ya no puedo seguir así, creo q mejor es alejarme antes, xq me hace daño. Pero tampoco quiero xq es horrible no estar bien con él, hoy fue horrible estar como si no existiera, y además ya se acercan las fiestas y es horrible estar peleada con alguien en esta época (Todo es horrible)”, “Entonces toma tu distancia, dale a entender q estás alejándote, y aprovecha este tiempo para distraerte, hacer otras cosas y q él piense”. Terminé con la cabeza hecha una ensalada d frutas, penc en iniciar el alejamiento cuando terminaran las funciones en el teatro. “El problema es q seguro cuando terminen los exámenes, voy a salir a bailar con los demás y él va a estar ahí...”, “Baila, diviértete, no vas a dejar d ver a tus amigos x él, no? Pero mantén tu distancia”, “Y si trata d besarme d nuevo?”, “No c lo permitas, d ninguna forma”. “Tengo la teoría d q quizás deba dejar q lo haga, a ver q siente. Alguna vez me dijiste q los hombres necesitan sentir, experimentar, para darse cuenta d lo q sienten. Y él no le sacaría la vuelta a Pamela x besarme, sino x el simple hecho d pensar en otra persona d una forma diferente a la d amigos”, “Pero no estaría bien, estarías siendo la otra, y tú no quieres serlo, no?”, “No”, “Entonces deja q pase el tiempo.”, “ No creo q me extrañe. No me va a buscar”, “Vas a ver q sí. Déjalo, deja q t extrañe. Vas a ver cómo t llama cuando se vaya d viaje”.

Esa noche Vale y yo cantamos hasta quedarnos roncas. Atop nos escuchaba mientras hablaba con mi mamá, y ella nos hizo acercanos a cantarle “Beautiful” de Christina Aguilera. Vale es tan feliz con la idea d tener a Atop! Le canta, le conversa x el teléfono y planea hacerle tantas cosas d comer cuando él llegue... Él le mandó un mp3 y ella vive escuchando música con ese bicho tb (Mientras yo no tengo d dónde ensayar. Sí, soy una celosa).