domingo, 16 de diciembre de 2007

Estrés -Xq todo tiene un final...

19-25 NOVIEMBRE

Esa fue la mejor semana d exámenes. Digo mejor xq fue en la q mejor me concentré, a la q más ganas le puse. Me sentía bien estudiando, inmersa en mis libros y separatas, sin pensar más en Bruno. Aprendí a guardarlo y no obsesionarme con pensamientos q en ciertos momentos (Y ahora todo el tiempo) son inútiles.

Pensé q estaba bien, ya más tranquila. Pero la noche en el Malecón me había ayudado bastante a ser sincera conmigo misma. Si tenía ganas d llorar, lo hacía con más facilidad. Sin darme cuenta estaba deprimiéndome, y eso me gustaba. Ya no tenía ansiedad por tragar todo lo q encontrara a mi paso. Comía poco, me dio por comprarme vasitos de yogurt con cereal y notaba q me llenaba con poco y no pensaba más en seguir comiendo. El único día q me desequilibre fue el anterior a mi examen d bioquímica (Me cociné fideos y los comí con tuco, siendo “vegetariana”), y fue xq tenía mucho miedo de jalar. Y hablando d miedo, sentí terror cada vez q salían las claves d los exámenes y yo corregía mis respuestas. Al punto de ponerme a llorar y temblar. Felizmente aprobé todos, pero fue un martirio estar esperando a q salieran las notas y luego quitarme con temblores aquel gran peso d encima, respirando hondo como si acabara de correr 10 kilómetros sin parar. Es q también los profesores se pasaron de malvados con los exámenes!

Fui a estudiar a casa d Al de martes para miércoles (Para micro) y de viernes para sábado (Inmuno). Para el d micro penc q iba a poder terminar con todas las separatas, pero me distraje leyendo las explicaciones en el libro y llegué al examen con 10 d las 14 separatas releídas. Felizmente no hicieron muchas preguntas de lo último, y si las habían, las recordaba d la primera leída y d los seminarios (Mi tema, VIH q cualquiera lo sabe, Hepatitis q felizmente lo leí bien, Dengue q fue lo q leía mientras conversaba con Yuri Michael. X cierto, él se sentó detrás de mí en ese examen). Sin embargo, no me fue tan bien como a Al y a Lula. Ellas se sacaron unas notazas!

Y para el examen de inmuno también me confié. Había preparado la forma de terminar de repasar temprano, pero con mi hermana haciendo bulla, mi mamá pidiendo q haga cosas para la casa y mi hermano molesto, era imposible concentrarme y estudiar. Así q me resigné a terminar tarde, como siempre. Estaba planeando escaparme a estudiar en algún parque o starbucks, incluso, con tal d tener trankilidad, mientras me arreglaba para ir al ensayo del coro de Hairspray, bastante molesta, cuando me llamó Al (“Al! Q bueno q eres tú!”) y me invitó a dormir a su casa, “El Hermijo tb va a venir a estudiar”, “Ya, perfecto, xq akí no se puede estudiar tranquila”, le dejé una nota a mi mamá y me fui. Si no hubiera sido x esa llamada salvadora, no c q nota me habría sacado en inmuno y habría terminado jalando. Había tomado apuntes en todas las teorías, pero no era suficiente. Y en casa d Al me puedo concentrar, xq todos estudian y no hay nada d bulla (Aparte del Hermijo). De rato en rato conversábamos y hacíamos bromas, pero todos estábamos concientes d la razón d nuestra visita. Llegué a las 10 xq me perdí x las callecitas (Tomé otro camino), leí con las justas casi todas las separatas (Me faltó la última) y a las 3 y media me fui a dormir. Antes de ir al ensayo había ido a comprar el regalo de mi amigo secreto y lo tenía en la mochila (Q resultó ser el Hermijo), se suponía q al día siguiente lo íbamos a entregar, pero me dijeron q el intercambio iba a ser el día del sustitutorio de bioquímica. El Hermijo se había empeñado en revisar mi mochila y estuve tratando d q ni c le acerque, xq no estaba envuelto. “No quiero q nadie vea el regalo, xq me da vegüenza”. Floro barato, q esperaba q él se lo tragara.

Al día siguiente fuimos con las justas a la facu (“Hermijo, paga el taxi”). En condiciones de estrés extremo y sueño como las d ese día, suelo no ser muy razonable y decir más estupideces d las q comúnmente digo. Ese día se me ocurrió hacer una con las q todos se rieron más d mí, “Crif, ya no tienes q esforzarte, ya ganaste el concurso de ‘La peor rocaza 2007’!!!”, y hasta hoy me molestan con lo de la cajita musical (“Chicos! Quieren ver un gesto obceno q me enseñaron en el colegio?”, “Tú, haciendo gestos obcenos?”, “Sí, es una cajita musical”. Puse una mano como tapando mi boca pero más lejos, y con la otra le dí vueltas a una tuerca imaginaria haciendo la onomatopeya, y luego ésta se convirtió en un dedo medio q giraba como una bailarina de ballet al son de “Para Elisa”. Todos miraron con cara de pena). Luego del lapsus entramos al examen y todos salimos desesperanzados. Confiaba en aprobar, me decían d todas partes q iba a ser así. Pero los hechos parecían probar lo contrario. Esperamos un buen rato y salieron las claves, y cuando fuimos a ver me había sacado 12,5. La única q había jalado era Lula, q se iba resignada a susti (Xq el último examen, además d valer el doble, tenía q ser aprobado obligatoriamente. Reglas estúpidas), y tb el Negro, q no había aprobado ningún examen y si x gracia divina le subían la nota le daban la oportunidad de irse al examen de aplazados (Cosa q sucedió, felizmente. Lula no fue a susti, el Negro pudo dar su apla y lo pasó, y todos tienen buen promedio en inmuno).

Saliendo d la facu nos fuimos a “almorzar”. Cuando ibamos a la avenida, cada uno para su casa o a lo q tenía q hacer, una señora vestida d enfermera nos pidió “Colaboración para los enfermos de cáncer”. Lulita puso unas monedas en el ánfora. Y la señora nos preguntó si le podíamos ayudar con la colecta, “Sólo un ratito, nosotros les damos un polo y un ánfora para q pidan a los carros q pasen”. Y así, Cristal, Lula y el Hermijo se pusieron a pedir “Colaboración para los enfermos de cáncer” en los semáforos, a cada carro q llegaba. Me sentí toda una pordiosera, sólo q en este caso la plata iba al Hospital de Neoplásicas. Me di cuenta d q hay gente bien insensible y q es bien feo cuando ni te miran y adelantan su carro para q no les pidas. Había gente q ya había colaborado y volvían a dar, otros q decían “No tengo sencillo”, y otros q t daban un montón d moneditas de 10 y 20 céntimos. Estuvimos media hora haciendo de colectistas y cada uno se fue a donde se tenía q ir. Lulita y yo nos subimos al mismo bus y nos despedimos del Hermijo, q vive x ahí. El destino d Lula era su casa, el mío el teatro. “Pucha, Crif, no c cómo haces, yo no tendría cuerpo para tener función hoy”.

Sólo hubo función del Mago d Oz. La relación con Bruno, a pesar d lo q pasó el fin d semana anterior, no mejoró mucho. Lo único resaltante es q x momentos sí conversábamos un poco e incluso empezó a molestarme justo antes d salir a escena: empezó a enredarme y meterme cabe con sus piernas y me hizo caer. Luego sentados ambos, empezamos a pelear con las piernas. La función estuvo bonita. El poco público respondía. Al terminar, Bruno se demoraba en salir y yo pensé en no esperarlo a pesar d “estar amistados”, xq no quería q me hiciera daño con más ilusiones. Y como quien intuye un final, quise irme a tomar un té burbuja, “celebrando el fin de finales”, no muy convencida x cierto xq aún tenía q dar el susti de bioquímica. Patty, Cecilia, la hija d Patty en su cochecito y la mamá de ambas actrices (La familia en pleno) me acompañaron, xq le iban a comprar una sopa a la señora xq estaba mal. Bruno no salía y me fui sin despedirme de él. Imagino q fue un error irme sin siquiera hablar con él. Llegué a mi casa y en vez de estudiar me puse a ver la ropa q iba a usar el día siguiente, xq uno d los chicos con los q grabé el cortometraje en la playa me llamó para grabar un videoclip d una canción cortavenas q ahora me desespera d tanto escucharla. Me dormí tarde, cansada, y no estudié.

Luis me recogió a la mañana siguiente, me demoré en bajar xq tenía q planchar mi vestido. Nos íbamos a la misma playa donde casi me muero de hipotermia y alergia metiéndome al mar a las 7am. “Ustedes tienen una fijación con grabar en esta playa, conmigo vistiendo de blanco, no? Sólo espero q no me hagas meterme al mar xq no voy a tener tiempo de bañarme antes de ir al teatro”. Él rió. Trataba d una madre q le componía la canción q él había escogido para su trabajo y se la cantaba a su hijo muerto, el niño era el sobrino de Luis (No nos parecíamos en nada). Terminamos haciendo un castillo de arena y jugando michi en la arena, y para las diferentes escenas me tuve q cambiar un par d veces en el carro de Luis. Había gente q se cruzaba en la grabación y miraba a cada rato. Me sentía bastante cohibida, pero ni modo, chamba es chamba, y me puse a cantar la canción sin saberla completa (Luis tuvo q cantarme las estrofas). No preví q en la playa, sin protección en los hombros, y a pesar del cielo nublado de la costa limeña, siempre terminas quemándote, y en efecto! Mis hombros terminaron ardiendo y del color de un camarón (Aunq nunca tanto como otras veces). Terminado todo me regresó a mi casa y me dio tiempo con las justas para sacudirme la arena e irme al teatro llevada x mi mamá.

Entraba al teatro y me abarcó el director, dándome las indicaciones de la semana siguiente. “Esta va a ser su última función en este teatro, el próximo sábado no va a haber función, el domingo sí, pero ya no aquí sino en el parque de la exposición”. Mientras le escuchaba me llamó la atención una chica con el pelo ondulado q estaba sentada cerca de ahí y me miraba. Temía q fuera quien pensaba q era. Me zafé del director, q siempre habla hasta por los codos, y fui a saludar. Sí era Pamela. Bruno estaba ocupado sintonizando una radio d deportes, y no volteó a saludarme, cuando terminó me hice la resentida para aligerar el ambiente y me fui. “No, ya no quiero q me saludes”.

Todo estaba taaaan bien... Xq diablos tenía q llevarla? Es decir, no tenía ganas d hablar con él, pero tampoco necesitaba q me la metiera por las narices! Me sentí super mal x no poder estar con ellos conversando, x no poder ser amiga d los dos, x sentirme mal con ella ahí a pesar d q me parece una chica muy linda. Me puse a estudiar, llorando un poco, a ver si me pasaba. Trataba d no prestar atención a sus movimientos ni tratar d saber q estaban haciendo. Pero necesitaba un lapicero y tuve q ir a pedirle uno a Bruno, q imaginaba q tenía alguno x ahí. Conforme me iba acercando al camerino, con mucho miedo, escuchaba sus voces, y cuando entré ví la escena q me convenció por completo d q no tengo ninguna esperanza: sentada en el sillón, Pamela acariciaba la cabeza de Bruno q estaba apoyada en sus piernas, él echado en el resto del sillón. Traté d q mi voz sonara lo más amigable posible, pero me fue imposible ocultar mi ánimo. “Sorry x interrumpirlos. Alguno tiene un lapicero q me preste?”, Bruno buscó en su mochila y le dio a Pamela el lapicero para q me lo diera a mí, xq ella estaba más cerca de la puerta. Bruno miraba hacia la pared, y ni volteó. “Estás estudiando?”, me dijo ella. “Sí, me falta un examen solamente”. Pensé q iba a llorar en ese momento. “Gracias”. Y me fui, derrotada, a tratar de seguir estudiando.

“Están tan bien! Cómo se me pudo haber ocurrido...? Xq soy tan tonta???”. Sin querer me había vuelto a hacer ilusiones, al menos d poder hablar con él. Pero las señales cada vez se han hecho más fuertes, y es obvio q me dicen q tengo q alejarme. “Sólo un poco más, Cristal, sólo dos días más. Luego vas a poder hacer todo el berrinche q quieras, pero ahora la prioridad es estudiar y estar bien para aprobar el examen, así q por favor concéntrate”. Estudiaba con lágrimas en los ojos, poco a poco me fui tranquilizando y llegué a no darle importancia al hecho. Al menos me aprendí un par de tablas de datos.

Pamela se quedó a ver ambas funciones.

Cenicienta salió bonito, a pesar d la poca gente y d q mi ánimo estaba por los suelos. Y El Mago de Oz también salió bonito. Obvio, para enmascarar mi pena saqué a bailar a Pamela, la subí al escenario junto con los niños del público. Cuando ella caminaba a mi costado, me di cuenta d q estaba super flaca. “Se ha adelgazado un montón, su cara está más marcada y sus brazos parecen dos palitos”. Me sentí una cerda a su costado, llena de grasa inútil, rollos q colgaban, el vestido de Dorothy apretado xq mis caderas crecieron un poco. Y ella tan bonita, con el cabello más corto, super bonito, vestida con ropa super sencilla pero q le quedaba muy bien, destilando carisma x los poros (Y un geniazo... Tiene el carácter fuerte, tiene personalidad). Con razón Bruno la prefería. “Q mala eres conmigo, Cristal!”, me decía mientras saltaba x el camino amarillo. “Es q t odio”, sonó una voz en mi cabeza. E inmediatamente espanté ese pensamiento de mi cabeza, me asusté x haber tenido al menos x un instante esa sensación. Yo no creo odiar a Pamela. Le tengo un poco d envidia, quizás; algo d recelo y culpa, pero siempre trato d llevarme bien con ella, xq me parece una chica super linda y entiendo qué es lo q le vio Bruno (No soy lesbiana pero sé cuando una chica es bonita y vale la pena como persona, a pesar d q sea poco demostrativa. Sin embargo, d lo q he visto, empiezo a creer q Bruno exageró.). Hablar d odio es muy feo. No la odio. Y me pareció d más pensar eso.

De pronto, en las últimas escenas del Mago d Oz, me acordé q era la última vez q iba a actuar en ese teatro, q posiblemente ya no volviera el próximo año. Todo lo q estaba sucediendo dentro d mí, el estrés del sustitutorio, la presencia de Pamela, el final del teatro, mis problemas en mi casa q más q un refugio se me hacía como un lugar d tortura, mis problemas con mis padres y encima el dolor d mi mano derecha, q golpeé con una silla mientras saltaba x el camino amarillo y me estaba latiendo, todo volvió a mi cabeza y se apoderó de mí. No podía sonreír como Dorothy lo debía hacer cuando le informan q los zapatitos de Rubí q siempre tuvo en los pies era la solución a su problema. Quería q ellos me llevaran lejos, escapar de ahí, esconderme, llorar. Pero no podía, no debía. Aún no. La Pantera fue el único q se percató d q no estaba brillando. “Me golpeé la mano”, le dije.

Creo q nunca dije tan emocionada, con tanto sentimiento, las últimas frases. “Estamos en casa, Toto! Con toda la gente q quiero! Y nunca los voy a dejar, NUNCA!, porque los quiero a todos... y no hay lugar como el hogar”. Apagón. Luego d eso, la venia final. Todos saludando como si nada, Dorothy con cara de acongojada salió al escenario al final y escapó rápidamente para esconderse en el baño, su refugio. Nadie se dio cuenta.

Me cambié lo más rápido q pude, teniendo en cuenta q mi mano derecha estaba inmovilizada por el dolor, me despedí d todas, dí una vuelta por todo el teatro y me fui. Cómo iba a extrañar ese lugar! En la puerta estaba la familia del director (Cajera y sonidista con su enamorada), y Pamela conversaba con ellos. “Cris, t has ido a la playa hoy?”, “Sí pero no, por?”, “Es q se te veía super roja con el vestido celeste de Cenicienta y se veía un triángulo en el cuello, comop marca del bikini”, “No usé bikini”, pensé. Pero no tenía ganas de hablar. “Es q ha grabado en la playa”, dijo Pamela. Le agradecí responder x mí. Me despedí de ellos rápidamente, recibí mi último sobre con mi jugoso sueldo (16 soles ¬¬) y me despedí finalmente de Pamela. Caminaba hacia mi casa, con un cargo de conciencia enorme y pensando si debía despedirme de Bruno, después d todo “estábamos bien”. Antes de salir escuché q él estaba haciendo las cosas apurado, me imaginé q iba a salir con Pamela. Quise irme rápido antes de encontrármelo, para no tener q despedirme. Y me acordé d q me había prestado el lapicero. “Tamales”. Volví, se lo dí a Pamela y me fui. “Ay, esta Cristal, cuando está en exámenes se pone más volada q de costumbre”, comentó la esposa del director. De regreso quería llorar, pero decidí no hacerlo, para no evocar cosas de las q después no me voy a poder deshacer, y poder estudiar tranquila. “Sólo dos días más, Cristal, sólo dos días más”, decía, mientras subía al bus. Sentía q escapaba de él, de ella, de todos y todo. Pero las lágrimas se me escapaban, sentía q iba a explotar de rabia, de odio hacia mí misma x creerme tanto y ser tan idiota a la vez, de desilusión, de tristeza. La gente del bus miraba a la chica con insolación q lloraba. No aguantaba el dolor de la mano y me fui a Wong a comprarme una crema y una venda para no mover los dedos. Me la puse medio llorando de dolor, la señorita me miraba con pena. “Si t duele tanto, mejor cómprate una ampolla”, “No, ya me va a pasar” (“El jugoso sueldo q acabo d ganar no me va a alcanzar para tanto”, pensaba). Crucé la calle y caminaba hacia mi casa como ida, con frío, llorando, mirando las pocas estrellas q habían y preguntando por qué. Un señor paró su carro y me preguntó si estaba bien, si no me había pasado nada malo. Le dije q estaba bien, q no se preocupara. Se fue, preocupado. Habrá pensado q me habían
robado...

Llegué a mi casa con la cara limpia, dispuesta a estudiar. “Sólo dos días más, Cristal, aguanta un poco más. Ahora debo estudiar, mi prioridad es aprobar. Olvídate de todo”. Pero la espalda me quemaba, me moría de cansancio x la semana de no dormir bien y la gastritis me mataba, y como tratando d evitarme mayores problemas comí algo y me eché en mi cama. Kikí estaba en la casa, así q tampoco podía estudiar tranquila xq conversaba con mi hermana y reían, haciendo bulla. Y me quedé dormida, pensando q al día siguiente no me daría tiempo de estudiar y q soy una tonta.


(Me cogí la imagen, espero q no moleste!)

3 comentarios:

Clau dijo...

Hola mi niña, gracias por tu preocupación, no sé cómo, pero ayer justo me estaba acordando de ti, no tuve un buen día y tenia muchas ganas de encontrarte en el msn. Eres una brujita, hoy, abro el correo y veo tu msj.
Bueno, ya tendremos tiempo de hablar.
Cuidate mucho, postearé más seguido ahora.
Besos

..."""silvanna"""... dijo...

Cris!!! No eres una tonta ni nada de eso!!!!

Y normal ke estes asi por bruno, pero tienes ke alejarte de el para ke no te haga tanto daño...si algun dia quiere algo de verdad ya vendrá el, como te decia tu madre...

..."""silvanna"""... dijo...

Cris!!! No eres una tonta ni nada de eso!!!!

Y normal ke estes asi por bruno, pero tienes ke alejarte de el para ke no te haga tanto daño...si algun dia quiere algo de verdad ya vendrá el, como te decia tu madre...