La ciega

Recuerdan a La principal? No hablo de ella desde hac varios meses. Ella era quien hacía de Cenicienta y Dorothy hasta q dejó el elenco xq le salió una chamba mejor (sí, hay q ser sinceras), y x eso ahora la reemplazo. Parece q se ha tomado muy en serio eso d q la puedo reemplazar, xq me habló x messenger el jueves (Creo) a pedirme q la reemplazara en una obra este jueves.

Principal: "X favor, cris, son 100 soles!!!!"

Yo: "Es q no c, ese día tengo clases..."

Principal: "Por favor, por favor, por favor, por favor! Es bien fácil: mira, tú tienes q hacer de novia..."

Yo: "D novia????"

Principal: "Sí, pero no hablas ni t mueves mucho, xq es ciega..."

Yo: "Ciega???"

Principal: "X favor, cris, hazme ese favor!!!"

Yo: "Déjame pensarlo, ya? Xq tendría q faltar a clases..."

Pensaba decirle q no. Total, la univ es más importante q eso! Además, mi mamá ya me había psicoseado diciendo q era de mala suerte ponerse un vestido de novia antes de casarse (Y q se contrarrestaba poniéndose un vestido de novia recién casada, calientito. La más supersticiosa!). Pero el viernes me llamó el ex-León (Xq ya se quitó, así q le llamaré x su apellido: Vargas) y me dijo q él dirigía la obra; y como c q él es un capo y tiene un montón d contactos (La más convenida) pues noc, me zurré en mi laboratorio de microbiología (Q es con asistencia y nota) y decidí decir q sí. Espero q esto no afecte mucho en mi promedio...

Bueno. El punto es q como iba a hacer de ciega, se me ocurrió experimentar las sensaciones y buscar mi personaje. Y a mí cuando se me ocurre alguna d esas cosas, lo hago, pase lo q pase.

El sábado tuve función. Se canceló la de Cenicienta xq falta d público, y la del Mago fue medio desastroza xq el q iba a hacer de León no apareció, y Patty tuvo q lanzarse a la aventura, sin saber las coreografías y buena parte del guión. Pero para q, nos salvó.

Y al salir del teatro, Bruno y el nuevo príncipe (Q se quedó a ver, y resultó ser el príncipe anterior a Gabriel) se toparon en la puerta con una ciega vestida con una sweatcher blanco q esperaba a algún caballero q la guiara hasta el huequito del té. El caballero Bruno la tomó a regañadientes y estuvo haciendo roches (O sea, llevándola rápido) para q la gente mirara. La ciega trataba d ir más lento y cuando llegaron a la esquina los dos caballeros se despidieron, xq Bruno tenía q ir a hacer sus tareas. La ciega se sacó los lentes y empezó a andar sin ayuda, seguida por la mirada quizás de alguna transeúnte q dudaba de la veracidad de su estado, ya que la joven, cuyo cabello estaba tapado con la capucha de se sweatcher, caminaba sin lentes de sol y con los ojos abiertos, guiándose con el tacto por las paredes de las casas.

La ciega llegó al hueco del té quiada (quién sabe?) x el olfato y se pidió su nuevo descubrimiento: té verde con piña. Al rato se fue a encontrar con Manuel y José, con quienes había quedado esa tarde en vagar x miraflores (La ciega contaba con la presencia de Bruno, pero éste se escapó). Estaban en la iglesia, y la saludaron con la pregunta "Dónde está Bruno?". La ciega respondió, como quien no quería la cosa, q dijo q tenía tareas pero seguramente se había ido a ver a su enamorada, lo cual en el fondo le parecía muy bien, pero = le dolía. Además les dijo q no c podía quedar mucho rato, xq la había llamado una amiga de la universidad a decirle q habían organizado una fiesta sorpresa a otra amiga (La rubia regia e inteligente de la cual fácil en algún momento se ha hablado), y tenía q irse temprano x eso. Los dos jóvenes se quejaron, y propusieron ir a la casa de Verónica, xq no la dejaban salir (Como siempre -_-). La joven sin lentes aceptó, xq no quería quedarse en Miraflores, donde tantas cosas le recordaban a un Bruno justificadamente ausente.

Ambos jóvenes se asombraron y lanzaron una carcajada al aire cuando la despeinada joven se puso unos lentes de sol raptados del cuarto de su madre (Eran las 7 y media d ela noche, si no más), y le pidió a Manuel q la guiara x la calle. La gente volteaba a ver el espectáculo: una muchacha blanca y pálida con lentes de sol mirando hacia arriba, caminando torpemente, llevada del brazo por un chico un poco más chato q ella (X no decir q parece un duende x sus facciones finitas) q reía y no podía cambiar de mueca, y otro joven, éste más alto, trigueño y guapetón, que trataba de mantenerse serio. Manuel no aguantó y cambió de papeles con José, q se encargó de guiar a la ciega x el resto de la avenida Larco, hasta q Verónica confirmó q se iba a quedar en casa y pararon al bus que los llevaría hasta allá.

La ciega subió con miedo y lentamente al bus, que se había estacionado bien. Perdió el equilibrio y buscó los pasamanos sin éxito. Todos los pasajeros y el cobrador la miraban con cara de susto e incredulidad, quizás. Un chico que estaba sentado en el asiento reservado se paró y le cedió el sitio. La ciega, disimulando una sonrisa, se sentó. Manuel prefirió sentarse atrás, para no malograr el ambiente. José, dulcemente, se quedó parado en el pasillo, junto a la ciega, para cuidarla y decirle cuándo pararse. Al rato se desocupó un asiento delante de ella y él se sentó ahí.

La ciega le preguntaba cada cierto tramo si ya estaban cerca de su destino. José la trataba de ubicar en la ciudad. Conversaban tranquilamente, con largos intervalos de silencio.

Fue cuando el cobrador le tocó en el hombro, José volteó y el hombre le hizo señas como preguntando si la ciega estaba ciega. Q, acaso no lo parecía? José asintió con la cabeza, a lo q el cobrador le preguntó desde hac cuánto tiempo. José, nervioso, le dijo q hará cosa de medio año. El cobrador no se sintió satisfecho y le preguntó cómo es q la señorita perdió la vista (Para esto la susodicha se ganaba con la conversación, que sucedía muy cerca de ella. Trataba de mantener la seriedad, y quitarse el cabello de la cara, pues el viento se lo ponía delante de las mejillas y le hacía cosquillas). José le respondió con una seña q no sabría decirle. El cobrador entendió q era un tema serio y doloroso, del cual ninguno quería hablar y q no debió hacer pregunta tan indiscreta. "Así es la vida", dijo; "Sólo Él lo sabe". Seguramente le apenaba q una muchacha tan joven pasara x una tragedia así.

La ciega aguantaba una carcajada. Pero el show debía continuar. Sin embargo, tan grandes eran sus deseos de reir q le pidió a José q la despertara cuando llegaran, xq tenía mucho sueño y quería dormir un rato. Escondió la cara entre sus brazos y sonrió, mordiento su sweatcher para no hacer bulla x si la risa salía de su boca disparada. Le contó a José q se había quedado hasta las 6 de la mañana escuchando música, pensando. El cobrador volteó con curiosidad a escuchar. Ahora se había desocupado el asiento al costado de la ciega, así q José tomó su lugar.

Media hora después del inicio del viaje llegaron a su paradero. "Espera un momentito a que se cuadre bien el carro", dijo el amable cobrador, y se hizo a un lado para dejar pasar a la ciega y su lazarillo. Ella bajó las escaleras lenta y torpemente, y hasta se tropezó con la vereda. Cruzaron la pista con cuidado, ella un poco nerviosa xq, como entenderán, la falta de visión desubica un poco, y el joven trataba de mantenerse serio. La ciega preguntaba x Manuel, que según José se había adelantado para no reirse. Camino a la casa de su amiga, los tres comentaban lo sucedido en el bus, y le pedían a la joven que dejara el showcito, ella respondía q no lo haría hasta llegar a la casa de Verónica. Recién ahí se sacó los lentes de sol para estar más cómoda. Ya era suficiente de experimentación.

"Pero cómo haces eso??? Una vez hicimos un programa de cámaras indiscretas y mi amigo, q se puso lentes de sol y se sentó en una silla de ruedas, se sintió muy mal cuando un hombre lo ayudó a cruzar la calle. Sintió q se estaba burlando de los invidentes". La ciega respondió, tratando de disculparse (pero sin dejar de sentirse la peor basura del mundo), q "no lo hacía para burlarme de nadie, sino xq quería experimentar cómo se sentía, caminar a ciegas, entender a las personas ciegas para poder hacer bien mi papel. Yo tb me sentí muy mal cuando me cedieron el sitio y me miraban en la calle, tú sabes q eso es lo q menos me gusta, q me miren!".

El tema quedó en el aire. Los cuatro muchachos se distrajeron con otras historias, mientras preparaban canchita (Mucha). La ciega comía desesperadamente, moría de hambre (Y eso q había prometido no comer ese día más que café y té burbuja), y cuando su estómago se satisfizo se echó en el sillón a seguir conversando, lloriqueando cuando pasaban una canción que le recordara al Bruno ausente. Como a las 11 la recogió su señor padre, siempre acompañado de su (señora?) novia, y la llevó a la casa de su amiga de la universidad.

Ya era tarde, la invitación era como a las 9 y media. Pero = fue aceptada en la reunión karaokezca. Sí, señor: la casa quedaba en una zona residencial muy bonita, tenía un jardín grande y una piscina; la piñata estaba destrozada en el suelo y habían un montón de dulces en la mesa. DIOSSSSSSSSSS!!!! no tienen idea de lo que le costó a la ciega hacerse la de la vista gorda y no tomar ningún chocolate. Reemplazó su existencia con papitas con salsa de huancaína, 2 chupetes y galletas de animalitos (Todo antes de las 2 am). La gente de la universidad le pedía a la ciega que cantara algunas canciones, ella se negaba y sin que ellos se dieran cuenta le pasaba el micrófono a otra persona. Ella estaba más ocupada buscando canciones q le gustaran a todos y cogiendo comida de la mesa. Quizás reía y estaba contenta, pero dentro de sí trataba de mantener la calma y no parecer tan cerdúpeda cuando se acercaba a la mesa a coger comida ni comer tanto, xq sabía q el vestido sino no le quedaría bien. Después de todo, lo q se estaba embutiendo en la boca no iba a ser quemado...

Al final la ciega fue recogida en plena diversión (Y en contra d su voluntad, tras pelear con su últimamente quisquilloso padre). La ciega salió un poco triste pero contenta de alejarse de las papas a la huancaína y las galletas de animalitos. En su casa siguió comiendo. La ciega no veía la hora de parar.

Al día siguiente todo fue normal; sí hubo función de cenicienta y la leona se había aprendido su guión. La ciega se regresó caminando sola a su casa, donde a pesar d q no tenía hambre comió compulsivamente hasta altas horas de la madrugada, mientras veía una película rayadaza (no x el cd, sino x la locura del tema: El perfume) y a una hora inadecuada para sus planes de levantarse al día siguiente para asistir a su clase de microbiología, a la q desde que comenzó el bloque no ha ido más q una vez. "Esta noche no dormiré, me voy a quedar despierta y así quemo las calorías q he consumido hoy". Tremenda mentirosa, a las 4 am estaba jateando de lo lindo.

Sonó el despertador a las 6; 6 y 5; 6 y 10; 6 y 15; 6 y 30. La ciega no lo escuchaba. Despertó como a las 11, rabiosa consigo misma x ser tan inútil a tan tempranas horas. Vagó un buen rato, tomó dos cafés y camote frito ("Hoy no voy a comer nada") y en la tarde se fue a dejar su vestido de prom (Prom= Fiesta de promoción, fiesta de quinto de secundaria) a la lavandería y al ensayo de ciega, que fue en la casa de Patty. Se quedó conversando con ella y jugando con su hijita, husmeando en la casa y viendo si su mamá la quería comprar. De salida se quedó pegada a una pantalla en una cabina de internet hasta las 10 y media, y regresó a su casa contenta x conocer a un peruana como ella, q vive en su misma ciudad y q tiene un problema parecido n_n

Y en su casa, la ciega se puso a ver una película (La bella durmiente), contenta xq no probó bocado en el resto del día y ya estaba sintiendo el efecto de la debilidad, y de mal humor xq sus hermanos estaban hablando muy fuerte.

cierto, hoy en la mañana llamó Vargas a decirme q la función donde iba a ser ciega se canceló x problemas internos =S. La luz volvió a mis ojos y pude aguantar de nuevo 24 horas sin probar bocado (Pero exageré en la realimentación).